Archive for septiembre, 2015
Un manual para convertirse en héroe
El escritor Christopher McDougall evoca en un libro el secuestro en Creta del general nazi Heinrich Kreipe por un comando británico que, para llevar a cabo su proeza, se inspiró en los ideales que establecieron los guerreros de la antigüedad como Aquiles y Odiseo.
Escultura de Aquiles moribundo que adorna el «Aquileón», uno de los palacios de Corfú
Fuente: David Hernández de la Fuente | LA RAZÓN 20/09/2015
«Luchar, hallar, buscar y no rendirse», así glosaba Lord Tennyson en el verso final de su poema «Ulysses» las características del héroe por excelencia de los antiguos. Odiseo, el héroe total, guerrero astuto y superviviente, humanista y viajero, ha marcado para él el ideal heroico de occidente. Los héroes ostentan una categoría y un nivel superior dentro de la humanidad por sus increíbles hazañas, su nacimiento en circunstancias excepcionales y la multitud de señales divinas que marcan su breve pero glorioso paso por la tierra. Son parte de esa vieja raza dorada que admiraba el rey Néstor en la «Ilíada», desencantado por la comparación con los hombres actuales. «Con ellos ninguno de los mortales que ahora viven sobre la tierra podría combatir», dice el anciano rey de Pilos. Los héroes provienen de ese pasado memorable y conforman la materia prima con la que se fabrican las leyendas y los grandes ciclos de la mitología. Sus vidas y hazañas son fugaces y esforzadas, marcadas por el honor, la gloria y la tragedia, pasan por este mundo viviendo rápido, muriendo jóvenes y dejando tras de sí la estela imborrable de sus hechos famosos, que son recordados por todas las generaciones de hombres. Así fueron los guerreros griegos y troyanos, que se regían por un código de honor que les impulsaba a buscar la gloria y la fama imperecedera.
Jóvenes y poderosos
Sobrehumanas eran también sus capacidades: un cuerpo poderoso, como el Ayax de la guerra de Troya; un alma de ricos y nobles matices, como la de Odiseo, una superioridad de espíritu para arrostrar todo tipo de peligros, que ya mencionaba Aristóteles. Pero quizá la mejor definición del héroe clásico se debe a Heráclito: «Los mejores exigen una cosa por encima de todas: gloria imperecedera entre los mortales». La literatura antigua los tiene como protagonistas predilectos de los poemas épicos y las tragedias. Los primeros rememoran sus hazañas en combate, es decir, su momento de gloria –el «kleos»–. Las segundas, representan el sufrimiento de un héroe –el «pathos»– que acarrea su final trágico.
Pero este ideal no es sólo cosa de literatura y mitología, pues ya los griegos eran conscientes de que un par de individuos excepcionales podían cambiar el curso de una batalla y hasta de la historia, como ocurrió con los héroes de las Guerras Médicas: Leónidas, Milcíades o Temístocles. Esta fue una lección interiorizada por los europeos, educados en la tradición clásica, hasta llegar a los conflictos del siglo XX: aunque quizá hoy hemos olvidado en parte lo que significan los héroes (noticias como las del tren francés nos lo recuerdan de tanto en tanto). Uno de estos recordatorios tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial, cuando unos militares británicos secuestraron y mantuvieron en cautiverio a uno de los gobernadores militares alemanes de la isla, el general Heinrich Kreipe. El asunto fue encargado por Churchill al grupo de operaciones especiales (SOE) de los británicos, compuesto por soldados de atractiva personalidad y cultivado trasfondo: y es que tanto la Alemania como la Inglaterra del XIX y principios del XX –Churchill es un ejemplo–, estaban educadas en griego y latín, y los clásicos grecolatinos eran leídos como la literatura por excelencia, especialmente esa «biblia de los héroes» que era, según Emerson, las «Vidas paralelas» de Plutarco. Compartían ambas culturas europeas la creencia de los antiguos en que la misión de unos individuos excelentes podía ser decisiva en una contienda. Así, se confió a unos militares, liderados por el mayor Patrick Leigh Fermor y el capitán William Stanley Moss, la misión de secuestrar al gobernador militar de Creta, Friedrich-Wilhelm Müller, conocido como «el Carnicero». Sin embargo, el objetivo cambió al más cercano Kreipe, que fue secuestrado por la extraña comitiva de individuos poéticos, intrépidos e irrepetibles, que evoca un vibrante libro de Christopher McDougall en «Nacidos para ser héroes» (Debate).
Recordando este episodio histórico, McDougall nos propone un viaje personal a la vieja isla para seguir las huellas por las montañas y desfiladeros cretenses de este comando de héroes británicos y de la resistencia griega, comparándolos con los modelos de las fuentes clásicas como Ulises, Aquiles o Hércules: y no sólo en su ideario y motivación, sino también en la manera en que hicieron lo que parecía imposible: una hazaña digna de ser cantada por los poetas de antaño. El libro contiene inolvidables lecciones sobre cómo proteger a los demás y tener a la vez la fuerza para salvarse a uno mismo en la línea del heroísmo heracliteo: «Ser lo bastante fuerte como para salvarse uno mismo no es suficiente; tienes que ser mejor, siempre, de lo que lo serías sólo por ti mismo. A los antiguos griegos les encantaba esa contradicción que ligaba las dos cosas, la idea de que sólo eres más fuerte cuando tienes una debilidad por los demás. Veían la salud y la compasión como los dos componentes químicos del poderío de un héroe: irrelevante cada uno por sí mismo, pero inspirador de un terror reverencial cuando se combinaban».
La «santísima trinidad»
No se trata sólo de valor y destreza física, la empatía y la educación son clave y McDougall expone aquí lo que llama «la Santísima Trinidad del héroe», basada en tres conceptos clásicos: «paideia» (educación integral), «arete» (excelencia) y «xenia» (hospitalidad), y en un equilibrio aristotélico: «Habilidad, fuerza y deseo. Mente, cuerpo y alma. Sobrecarga uno de los tres y lograrás desequilibrar los otros dos». En otro momento examina la combinación entre fuerza e inteligencia, y, sobre todo, el ejemplo de los diversos tipos de héroe clásico, el puramente guerrero como Aquiles, el forzudo y resistente Heracles, el astuto Ulises, el más refinado Jasón…. Sin humanismo y compasión –esto es lo más importante–, no hay auténtico heroísmo: merece la pena recordar que el enemigo es también un hermano. Así, en un celebrado pasaje de este secuestro, glosado también por Leigh Fermor, el general Kreipe, nostálgico, recita de memoria unos versos de Horacio al ver la cumbre nevada del Ida, lugar de nacimiento de Zeus: «Vides ut alta stet nive candidum Soracte» («ves cómo se eleva el blanco Soracte entre alta nieve»). Leigh Fermor, que llevaba en la mochila a los clásicos grecolatinos como guía existencial, continuó la oda de memoria hasta el final. Es un momento único de hermanamiento que nos recuerda que hay que respetar a los adversarios –no enemigos– en toda su dignidad, como en la «Ilíada» hacen los héroes griegos y troyanos, Aquiles y Príamo, reconociéndose en su mísera y excelsa condición humana. Sin estas lecciones no se puede ser un héroe.
Ciudades de la Vía de la Plata celebran el nacimiento de Trajano
Arranca un programa repleto de eventos en las localidades de la calzada romana en honor al emperador que dotó a esta infraestructura de su forma definitiva
Ciudad romana de Cáparra, en el tramo extremeño de la Vía de la Plata. HOY
Fuente: EFE | Hoy Digital 20/09/2015
La Red de Cooperación de Ciudades en la Ruta de la Plata, formada por 23 localidades de Extremadura, Asturias, Castilla y León, y Andalucía, rendirá homenaje a Marco Ulpio Trajano, uno de los emperadores romanos que confirió a esta calzada romana su forma definitiva y la dotó de infraestructura.
Este fin de semana ha arrancado un mes repleto de eventos y actividades en las localidades de la Ruta Vía de la Plata para conmemorar una fecha simbólica para los municipios por los que atraviesa este itinerario: el nacimiento de Marco Ulpio Trajano.
Trajano, que nació el 18 de septiembre del año 53 d. C. en la ciudad de Itálica, a escasos kilómetros de Hispalis (Sevilla), fue el primer emperador romano no procedente de la Península Itálica y uno de los que apostó por esta calzada romana.
Para conmemorar esta fecha, la red fijó en 2014 celebrar cada año el Día de la Ruta Vía de la Plata.
Una iniciativa con la que se pretende promocionar uno de los conjuntos «más interesantes del patrimonio histórico e impulsar y alimentar su recorrido como producto turístico multiregional y multilocal», según ha explicado el colectivo por medio de un comunicado.
Todas las localidades adheridas a la red se han sumado a esta iniciativa para «aumentar y completar el conocimiento acerca de los municipios a lo largo del recorrido de este atractivo itinerario, heredero de un importante legado histórico, artístico y cultural, y poseedor de una riqueza natural excepcional», según la asociación.
Para ello, los municipios en la Ruta Vía de la Plata han organizado numerosas actividades dirigidas a todos los públicos en las que invitan al visitante a adentrarse en la riqueza del pasado histórico de esta calzada, romana así como en las tradiciones, historias y culturas de las cuatro regiones y ocho provincias por las que discurre.
Entre las actividades programadas, que se sucederán hasta el 18 de octubre, se encuentran visitas guiadas por espacios arqueológicos, senderismo por distintos tramos de la calzada, recorridos didácticos, charlas, talleres de gastronomía y cata de vinos romanos, entre otras.
El templo oculto de Mitra en Mérida
El enigma de la plaza de toros sobre la existencia de un santuario dedicado al dios Mitra bajo sus cimientos sigue sin resolverse tras las últimas intervenciones arqueológicas realizadas con motivo de las obras de mejora del coso
La Plaza de Toros de Mérida, uno de los lugares con más interés de la ciudad desde el punto de vista arqueológico
Fuente: Carmen Hidalgo Sancho | El Periódico Extremadura 20/09/2015
Varias generaciones de arqueólogos y estudiosos llevan décadas intentando dar respuesta al enigma de la Plaza de Toros de Mérida: la existencia de un templo dedicado al dios Mitra bajo tierra. Por el momento, el director científico del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, Miguel Alba, sigue sin descartar esta hipótesis. El investigador ha llegado a esta conclusión tras los recientes estudios que se han realizado en una zanja de más de 150 metros de extensión en la plaza de San Albín, aprovechando las obras de mejora que se estaban haciendo en el coso y que requerían abrir acometidas para el agua.
«No hemos hallado ningún indicio escultórico que nos aclare que el templo esté allí o no, porque lo que han aparecido son muros de viviendas», explica Alba, quien asegura que «esto no quiere decir que a partir de esta intervención se descarte el templo, ya que esta posibilidad sigue abierta». De hecho, y según las investigaciones, lo ideal sería que se pudiesen hacer intervenciones arqueológicas en la zona del albero, que es el núcleo del edificio.
Las actuaciones que se llevaron a cabo durante la construcción del coso taurino, que el pasado año cumplió un siglo de historia, sacaron a la luz el conjunto escultórico más importante de la península ibérica relacionado con el culto a Mitra, que actualmente se puede admirar en el Museo Nacional de Arte Romano. De ahí, las hipótesis sobre si estos hallazgos respondían a que había un templo dedicado a esta deidad en las proximidades o porque los cristianos habían optado por ocultar en ese lugar las esculturas.
Antes de realizar cualquier intervención de obras en Mérida es preceptivo hacer un seguimiento o excavación arqueológica si se necesita el subsuelo, por lo tanto, y como en esta las actuaciones para habilitar unos locales comerciales en las bóvedas de la plaza lo requerían, durante los cuatro meses que ha durado la obra, la arqueóloga de seguimiento, Sara Rodríguez, con la supervisión del coordinador de arqueológica, Gilberto Sánchez, y dos operarios especializados del Consorcio, han trabajado en una zanja de 150 metros y 1,5 metros de ancho.
«A partir del ancho de la zanja, en función de la estratigrafía, los restos romanos están muy arriba, porque es un punto alto de la ciudad, y era previsible que estuviesen ahí», sostiene Alba. En concreto, los elementos que han aparecido son de tipo doméstico, de viviendas romanas que fueron reocupadas en la época visigoda. «Cuando los árabes asediaron Mérida, los emeritenses habían derribado las viviendas más próximas a la muralla para crear un corredor defensivo y defenderse. Aquí, al igual que en el perímetro de la ciudad, se confirma que derribaron las casas para hacer este corredor», argumenta el director científico. «Lo que sale a relucir encima es un vertedero, que bajo el punto de vista de la intervención arqueológica es muy importante, porque aporta mucho material, con cerámicas del siglo VIII», afirma Alba, que informa de que todos los restos se ha recogido para hacer un inventario y estudiarlos.
Entre otras acciones, los investigadores del Consorcio intentaron localizar parte de la muralla, porque la acometida también salía de la plaza de toros hacia la red general. No obstante, el problema estriba en que en la zona baja del coso, lo que sería el faldón, hay tal la cantidad de tierra, que de la misma forma que en la parte superior había poca profundidad hasta los restos romanos, en esa zona excavaron cinco metros de profundidad y no encontraron restos romanos. «En esa zona nos estaría diciendo que estamos extramuros, fuera de la ciudad, pero no hemos llegado más abajo, porque excavar más de cinco metros de profundidad es peligroso porque hay unas normativas laborales que no lo permiten», puntualiza Alba.
Por otra parte, en un punto correspondiente a la acometida abierta en la salida de la plaza, ha aparecido un muro curvo típico de la arquitectura más noble del siglo IV, de las grandes casas, con amplios salones y comedores. «Ahí ampliamos la excavación para sacar toda la estancia y profundizamos para llegar al suelo, pero como no encontramos ningún mosaico o pavimento especial decidimos documentarlo y taparlo», explica el investigador, y es que «afortunadamente tenemos muchos muros curvos de la ciudad».
Con los datos encima de la mesa, Alba destaca que ahora se conoce mejor la secuencia arqueológica de la zona, que es muy parecida a las de otros puntos de la ciudad, como en la Alcazaba, en morerías, por el cuartel de la guardia civil. La incógnita del templo a Mitra, sigue más abierta que nunca.
El dominio de Roma bajo el suelo
La provincia de Palencia es una de las más prolíficas en yacimientos en torno a ese periodo de la Historia que ahora la Junta quiere presentar de forma compacta
Brágimo /ICAL
Fuente: C. V. G. (Ical) | Diario Palentino 20/09/2015
Más de 1.000 yacimientos reconocidos que incluyen todas las etapas de la historia, desde el Paleolítico hasta finales de la Edad Media, atestiguan el gran potencial arqueológico que esconde bajo tierra la provincia de Palencia y la importancia que este territorio tuvo en determinados momentos.
Aunque todos los yacimientos descubiertos hasta ahora están inventariados, la Junta de Castilla y León trabaja en estos momentos en la revisión de las fichas de cada uno de ellos y en un nuevo proyecto que pasa por dar una visión compacta entorno a los que tiene como eje en común los periodos de resistencia y dominio romano.
«La fortaleza de la provincia en yacimientos arqueológicos es que seremos una de las más prolíficas en aquellos vinculados a la resistencia y al dominio del Imperio Romano, que es el eje que vertebra todas las excavaciones que estamos haciendo», explica el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Palencia, Luis Domingo González.
Durante este verano, el Gobierno Regional ha apoyado económicamente y ha promovido campos de trabajo para jóvenes en tres de ellos que representan grandes ciudades fortificadas que jugaron un gran papel en el dominio romano y que han sido Dessobriga, entre Osorno y Melgal de Fermental (Burgos), Monte Bernorio, en Villaerén, y La Ciudad En busca de Intercatia en Paredes de Nava.
Riqueza poco interiorizada
«Creemos que en la arqueología hay una riqueza no suficientemente interiorizada, por lo que tenemos que trabajar con ella para darle una visión compacta como recurso generador de trabajo, riqueza y vertebrador del mundo rural vinculándolo al desarrollo de campos de trabajo», apunta Luis Domingo González.
La arqueóloga de la Delegación Territorial de la Junta, Cristina Lion, aclara que quizás lo que más se conoce en la provincia es el mundo romano como consecuencia de la excavación de las villas romanas de La Olmeda (Pedrosa de la Vega) con sus espectaculares mosaicos y Quintanilla de la Cueza. Sin embargo, añade, en los últimos años se han ampliado los conocimientos sobre otras etapas que hasta ese momento habían quedado un poco más apartadas de la investigación.
En ese contexto se encuentran aquellas que muestran el contacto entre Roma y los pueblos preromanos del territorio palentino y su conquista. «Hispania, pero también Iberia que tienen aquí su punto de unión con los pueblos cántabros y los vacceos y su posterior romanización», puntualiza el delegado de la Junta.
Aunque en algunos de estos asentamientos ya se trabajó años atrás como es el caso de La Ciudad, Monte Bernorio o Palenzuela, en los dos últimos años se han retomado las campañas financiadas por la Administración Regional en los dos primeros y añadido nuevos enclaves como el de Dessobriga.
Relaciones con Roma
Cristina Lion asegura que estas excavaciones «están comenzando a permitir entrever la relación de estas poblaciones con Roma que, finalmente, dará lugar a una nueva etapa en el devenir de esta provincia».
Esa nueva etapa ya se está abriendo gracias a importantes descubrimientos como el que ha tenido lugar este verano durante la segunda campaña de excavaciones en Dessobriga, dirigida por la historiadora palentina afincada en Lyon (Francia), Margarita Torrione.
Hasta ahora se creía que Dessobriga, castro vacceo en el que hay indicios de ocupación desde la Primera Edad del Hierro, había sido un punto de apoyo a Roma en las Guerras Cántabras de finales del I A.C., pero los restos de una muralla de 400 metros lineales de longitud, dos fosos de cuatro metros de profundidad arrasados e incendiados, proyectiles y flechas de asalto encontrados revelarían que, en contra de los que transmitieron los cronistas romanos, el poblado no fue asimilado de forma pacífica sino que conformó un foco de resistencia hacia Roma.
Del castro Monte Bernorio, yacimiento muy conocido desde finales del siglo XIX en la literatura arqueológica, ya se sabía de su importancia en las guerras que libró el emperador Augusto para la conquista del norte de la península porque tras su asalto y conquista fue totalmente destruido mientras que Dessobriga fue romanizada, apunta uno de los directores de ambas excavación, Jesús Francisco Torres Martínez.
Igual que Dessobriga, La Ciudad, el tercer enclave en el que la Junta tiene puestos sus ojos y en el que también se ha desarrollado una campaña de excavaciones este verano, fue romanizada y continuó poblada, aunque en menor medida que en la etapa prerromana, durante cinco siglos más.
La Ciudad estaba protegida por un complejo sistema defensivo, no documentado en ningún otro yacimiento, estructurado en dos líneas defensivas compuestas cada una de ellas por una muralla y dos o tres fosos por delante de ellas que ponen de manifiesto la relevancia que también tuvo en la conquista de Roma.
El delegado territorial de la Junta avanza que los vestigios del pasado encontrados hasta ahora en yacimiento como La Ciudad apuntan a que hay que seguir avanzando en el conocimiento de la cultura vaccea por lo que la apuesta de la Junta, afirma, es continuar apoyando estas excavaciones.
Huerta Varona
Como ejemplo de la posterior romanización del territorio se encuentra Huerta Varona, en la localidad norteña de Aguilar de Campoo, cuya segunda campaña de excavaciones financiada por el Ayuntamiento aguilarense, está a punto de terminar.
Se trata de un enclave que acogió una granja o villa rústica desde el Alto Imperio, siglo I DC, hasta el final del Imperio Romano que pudo ser ocupada por un romano y que sacará a la luz una etapa apenas estudiada en el norte de España como es el proceso de poblamiento tras la destrucción Monte Bernorio a través de la imposición del modelo agrícola, fundamental en el dominio de Roma.
Este asentamiento podría ser ejemplo, señala Jesús Francisco Torres Martínez, también director de la campaña de excavaciones, de que tras Guerras Cántabras el emperador Augusto obligó a los indígenas a abandonar las zonas urbanas de monte para asentarse en las llanuras formando pueblos con granjas en los que probablemente se instalaron antiguos soldados romanos que de esa forma vigilarían posibles revueltas contra el Imperio al mismo tiempo que colonizarían los territorios imponiendo el modelo de Roma de cultivo de cereal, vid y olivo.
Pompeya: Descubierta una tumba samnita intacta
Es uno de los pocos enterramientos prerromanos encontrados hasta la fecha con el ajuar funerario completo
Maqueta de Pompeya. Foto: Wikipedia
Fuente: Adnkronos 18/09/2015
Una tumba de época samnita perteneciente al siglo IV a.C. ha salido a la luz en la Necrópolis de Porta Ercolano, dentro de la zona arqueológica de Pompeya. El descubrimiento -ha hecho saber la Superintendencia- ha tenido lugar en el marco de las excavaciones llevadas a cabo en colaboración con el equipo francés del Centro Jean Bérard de Nápoles y representa «uno de los pocos testimonios funerarios de época prerromana con ajuar funerario completo».
Los nuevos hallazgos serán presentados oficialmente en el mismo lugar el próximo lunes a las 11 de la mañana por el superintendente Massimo Osanna, la directora del Centro Jean Bérard de Nápoles, Claude Pouzadoux, y los arqueólogos que han trabajado sobre el terreno.
Descubren un poblado romano en Gernsheim (Alemania)
Hasta el momento se han excavado los cimientos de un edificio de piedra, lugares para hacer fogatas, al menos dos pozos y espacios utilizados como bodegas
Imagen aérea que muestra unos cimientos de piedra en buen estado de conservación. © DENNIS BRAKS / GOETHE-UNIVERSITÄT, FRANKFURT AM MAIN
Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC
Hasta el año pasado poco se conocía sobre la Gernsheim romana, a pesar de que sus restos han ido aflorando paulatinamente desde el siglo XIX. Finalmente han aparecido unas estructuras correspondientes a un vicus o poblado romano, construido en parte sobre los cimientos de una fortificación que quedó en desuso alrededor del año 120 d.C., cuando la cohorte que la ocupaba fue trasladada desde el río Rin hasta los límites fronterizos del Imperio romano. Otros poblados similares ya habían sido detectados en localidades cercanas como Gross-Gerau, Dieburg y Ladenburg, pero no así en Gernsheim, una ciudad situada al sur de Frankfurt y muy alterada por el desarrollo industrial del siglo XX. Los hallazgos han sido realizados recientemente por el profesor Thomas Maurer y una veintena de alumnos suyos de la Universidad Goethe en Frankfurt, según informa dicha universidad en un comunicado.
Piedras procedentes de la fortificación romana. © THOMAS MAURER / GOETHE-UNIVERSITÄT, FRANKFURT AM MAIN
Un dado de época romana
Entre los años 70-80 y 110-120 d.C., una tropa de 500 soldados permaneció estacionada en esta fortificación. Se han detectado dos zanjas en forma de «V» que son típicas de estas construcciones militares. Cuando los romanos desmantelaron el fuerte, llenaron estas zanjas con desechos y residuos. «Un golpe de suerte para nosotros», expresa el profesor Hans-Markus von Kaenel, también de la Universidad Goethe, pero jubilado desde 2014. El poblado romano, que debió de ser coetáneo a la fortificación, continuó desarrollándose al menos hasta el 260 d.C., durante un período de paz.
Dado y ficha de un juego de mesa de época romana. Los dados actuales prácticamente no han cambiado. © THOMAS MAURER / GOETHE-UNIVERSITÄT, FRANKFURT AM MAIN
Hasta el momento, los jóvenes arqueólogos han excavado los cimientos de un edificio de piedra, lugares para hacer fogatas, al menos dos pozos y espacios utilizados como bodegas. «También hemos hallado verdaderos tesoros como cierres inusuales para vestidos, varias perlas, partes de un juego de mesa, entre ellas fichas y dados, y una horquilla de hueso coronada con el busto de una mujer», enumera Maurer. Entre los hallazgos insólitos hay una moneda de Bitinia (actual Turquía), que «desde luego no estaba en circulación en la Germania Superior, sino que debió de ser una especie de souvenir», explica el comunicado.
Fragmento de cerámica con decoraciones en relieve. © THOMAS MAURER / GOETHE-UNIVERSITÄT, FRANKFURT AM MAIN
Castilla y León recupera la calzada romana de la Fuenfría entre Segovia y Madrid
La Junta de Castilla y León ha recuperado 20 kilómetros de la calzada romana que unía Segovia con Madrid a través del paso de la Fuenfría, en pleno Parque del Guadarrama, una vía que hunde sus raíces en la prehistoria, que sirvió de paso ganadero en la Edad Media y que forma parte del Camino de Santiago.
La consejera de Cultura y Turismo de Castilla y León, María Josefa García Cirac, ha recorrido parte de la calzada romana de la Fuenfría, que ha sido recuperada, que une tradicionalmente Segovia
Fuente: EFE | YAHOO Noticias
Valsaín (Segovia), 18 sept.- La consejera de Cultura y Turismo de la Junta, Josefa García Cirac, junto con representantes del Servicio de Patrimonio de la Comunidad de Madrid y el director de la red centro-sur de Abertis, Ignacio Arbilla Sampol, entidad que ha sufragado el coste, 370.000 euros, a través del 1% cultural, ha recorrido parte de la calzada.
Según los estudios arqueológicos llevados a cabo, este trayecto adquirió trascendencia al formar parte de la vía XXIV que unía las ciudades de Titulcia (Madrid) y Segovia, mientras que en la Edad Media sirvió como paso ganadero y de Camino de Santiago, que aún se mantiene.
La calzada, en cuyos inicios se comenzó una carretera en la II República, que se interrumpió por la Guerra Civil y concluyó en 1975, «permite disfrutar de un maravilloso paraje en plena Sierra del Guadarrama», según García Cirac.
Para Ignacio Arbilla «la vertebración de los territorios a ambas vertientes de la sierra siempre han estado relacionadas con algún camino, históricamente fue la calzada de La Fuenfría y, años después, se hace «a través de las autopistas» que gestionan.
El director general de Patrimonio de Castilla y León, Enrique Saiz, ha explicado que en la calzada conviven tramos desde la época romana hasta la II República, mientras que en la investigación arqueológica se han conocido datos en cuanto a datación de algún tramo.
Un senderista observa los carteles que muestran la dirección a Madrid y a Segovia, en el paso de la Fuenfría, en la Sierra de Guadarrama, en el límite de las comunidades madrileña y de Castilla y León, donde se han recuperado parte de la calzada romana en ambos lados. EFE
En la zona hay ruinas de la que fue la Casa Eraso, una residencia palaciega que alojó a la familia real desde Felipe II a Felipe V en sus traslados a los palacios serranos, como el de Valsaín, del que existen aún vestigios.
También se aprecian restos de la «Venta de la Fuenfría», una hospedería medieval, construida en 1220, para paliar las duras condiciones climatológicas que sufrían los viandantes, que daba albergue permanente a mesoneros, criados y herreros.
Entre otros, se han llevado a cabo trabajos forestales de limpieza y de consolidación de elementos constructivos de la calzada y pretiles, además de recuperar y reparar las fuentes históricas de la Reina y de Fuente de San Pedro.