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Localizan restos de un edificio de época romana fuera de las murallas de Tarragona
Una vez terminada la intervención arqueológica, en el solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil, se empezará la construcción de viviendas
El solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Tarragona excavado. (Sílvia Jardí / ACN)
Fuente: ACN – Tarragona | LA VANGUARDIA
25 de julio de 2018
La segunda fase de la intervención arqueológica en el solar del antiguo cuartel de la Guardia Civil de Tarragona ha permitido documentar la existencia de un extenso edificio de época romana situada extramuros, en el suburbio noroccidental de Tarraco. El edificio data de una cronología inicial del siglo II dC, de época flavia, aunque también hay evidencias de actividad anterior. La actividad constructiva y funeraria, con hasta cuatro enterramientos detectados, se reanuda a partir de época bajo imperial, entre los siglos IV y VI. Uno de los hallazgos destacados es la documentación de una estructura bajo imperial destinada a la captación de aguas subterráneas.
La directora de la excavación, Judith Siurana, explica que “los indicios llevan a pensar que no es un espacio residencial, sino un espacio productivo y de almacenamiento muy bien ubicado, cerca de una de las puertas de la muralla de la ciudad“. Pasado el verano se comenzará la construcción de un edificio con 30 viviendas a precio social ya vendidos, 27 aparcamientos, 31 trasteros y dos locales comerciales en la planta baja. La construcción no afectará los restos arqueológicos.
Los trabajos en el antiguo cuartel de la Guardia Civil, situada en el número 1 de la calle López Peláez, se han desarrollado en dos fases. La primera, iniciada a mediados de 2016, permitió localizar un gran edificio rectangular levantado en época flavia, del siglo I en el siglo II. La segunda fase, iniciada a finales del 2017 y que se dio por finalizada hace dos semanas, ha permitido definir toda la zona perimetral y acabar con la exhumación de otros restos. Así, se ha acabado documentando que este es un asentamiento importante extramuros.
Imagen de los restos en el antiguo solar del cuartel de la Guardia Civil en Tarragona, con la directora de excavación en el fondo. (Sílvia Jardí / ACN)
La segunda fase ha sido la que ha conseguido localizar una serie de estructuras asociadas a la captación de vetas acuíferas en la zona, datadas del siglo IV o V. Concretamente, según explicó la arqueóloga municipal Pilar Bravo, se ha encontrado una galería excavada en la roca, con peldaños y cubierta de bóveda de cañón. En su tramo final se encuentra recortando el nivel natural de márgenes, por lo que queda condicionado el espacio con acceso a la veta acuífera natural.
Por otra parte, se ha documentado otra cavidad subterránea, del siglo II, con acceso mediante un arco de medio punto abierto en el muro que delimita el gran edificio del siglo II por su Limira oeste. Al fondo de esta cavidad se ha encontrado otra surgencia de aguas naturales, aunque su funcionalidad no parece asociada al aprovechamiento de aguas sino más bien al control de las humedades que provoca la veta acuífera.
La directora de la excavación ha explicado que el espacio queda ordenado con una serie de habitáculos, con zonas orientadas al noroeste, sureste, en la que destacan “dos grandes naves dedicadas al almacenamiento de productos y una serie de pequeñas cámaras perimetrales “pavimentadas con opus caementicium ‘, el cemento romano, utilizado en cisternas, almacenamiento de líquidos o espacios de trabajo. Por todo ello, se apunta a que el edificio podría corresponder a un espacio productivo o de almacenamiento, junto a una de las puertas de la muralla.
Construcción de un promotor con mucho poder económico
“Avanzar esto es atrevido, pero parece una construcción si no de carácter público de un promotor con mucho poder económico”, explica Siurana, que justifica su opinión señalando que la edificación parece que tenía más de una planta de altura, además de estar construida con opus caementicium ‘y reforzada con grandes sillares de piedra. “Hace pensar en construcciones que encontramos dentro de las murallas, como el foro provincial”, detalla.
Por otra parte, se aventura que a mediados del siglo III, el edificio comienza a ser abandonado y acaba degradándose y se reciclan elementos, como los sillares, que son extraídos. Este siglo registra una importante crisis: “hay invasiones bárbaras e incendios, situaciones muy convulsas”, explica el arqueólogo municipal, Joan Menchón.
A partir del siglo IV, el edificio se vuelve a recuperar y se reanuda la actividad, con muros que definen nuevas cámaras. Es en este contexto en que se produce “otra manera de pensar”, según Menchón: “la convivencia entre los espacios de los muertos y de los vivos”. “En la época tardorromana encuentras viviendas junto con enterramientos”, a diferencia de lo que se hacía hace unos años y que también se hace ahora. En el solar del antiguo cuartel se registran cuatro enterramientos.
A partir del siglo V y VI, ya no disponen de los acueductos en condiciones óptimas: “esta estructura habla de que los recursos hídricos son difíciles de encontrar y se construye este elemento”, con al menos una cavidad, “para aprovechar el agua de esta zona“, explica Siurana.
La concejala de Patrimonio de Tarragona, Begoña Floria, celebra como se han llevado a cabo los trabajos en este espacio en el marco de los conjuntos arqueológicos de Tarragona como Patrimonio Mundial para la Unesco: “el hallazgo que tenemos es el exponente de integración del urbanismo contemporáneo, del siglo XXI, con edificios con 2.000 años de historia”.
De hecho, se garantiza que las obras de construcción de una treintena de viviendas, de entre 65 y 105 metros cuadrados, no tendrán ningún efecto en los restos. Así, se pondrá una losa de cimentación que quedará sustentada con pilotajes que sortearán los restos, por lo que prácticamente “todo quedará cubierto”, según Bravo. El espacio será accesible, pero sólo para los investigadores.
En este espacio, hace dos años se recuperaron también dos piezas escultóricas de cabezas de équido, consideradas de alto valor, en bronce de época romana. También hace dos años se encontró la tumba con el esqueleto de un chico joven.
Tarraco 360° muestra cómo era la ciudad romana y cómo es en el siglo XXI
La primera parte del proyecto que hace la URV y el ICAT ya se puede ver en Internet y en la APP
De esta manera se ve la recreación del Arco de Bará a través del app Tarraco360. CEDIDA
Fuente: Carles Gosálbez | Diari Més Digital
18 de junio de 2018
La primera fase del proyecto Tarraco 360° ya se puede ver en Internet y en la aplicación APP. El grupo de investigadores formado por la Universitat Rovira i Virgili y el Català d’Arqueologia Clàssica, con el apoyo de la Fundació Privada Mútua Catalana, ha puesto al alcance de las personas interesadas en el pasado romano de Tarraco y de los turistas esta iniciativa que, de momento, recoge imágenes actuales y reconstruidas de seis monumentos, además de breves explicaciones sobre la función que tuvieron en su día.
Los monumentos que ya se pueden consultar en 3D son el Teatro, el Foro de la Colonia, Centcelles, el Arco de Bará, la Torre de los Escipiones y la ciudad romana. Tarraco 360° permite, por ejemplo, ver fotografías ampliadas de las diversas partes que configuran el mosaico que hay en el techo de la Villa de Centcelles, con la correspondiente explicación científica de los pasajes que se narran, o como estaba en su origen el Arco de Bará y el texto de la inscripción que hay a la parte superior del monumento.
El director del proyecto, el arqueólogo y catedrático de la URV Joaquin Ruiz de Arbulo, ha explicado a esta redacción que «el proyecto que presentamos a la Fundació Privada Mútua Catalana está basado en las investigaciones que se han hecho en los últimos treinta años». La Fundació ha financiado parte de los dos primeros años de trabajo, que han dado como resultado el aplicativo informático que ya se puede consultar. «La web y la APP ya están activas y las iremos ampliando», dijo Ruiz de Arbulo.
El catedrático de la URV dijo que esta primera fase del proyecto «nos permitirá hacer revisiones del trabajo hecho, para mejorarlo, antes de llevar a cabo la segunda fase y comprobar si el sistema se colapsa o hay que corregir posibles disfunciones». «Funciona muy bien en tablet», remarcó el director del proyecto.
El objetivo de Tarraco 360° es poder ver cómo era la ciudad romana y compararla con los restos monumentales que se han conservado, así incidir en sus características más destacables. «Es una herramienta que puede utilizar a la persona que se encuentra visitando un monumento, para comprender mejor aquello que está viendo», remarcó Ruiz de Arbulo. Parte de los destinatarios de Tarraco 360° son los visitantes de monumentos, motivo para el cual las explicaciones en que tienen acceso son breves». El proyecto es un complemento del libro Hereus de Tarraco , uno de los más vendidos en la última Festividad de Sant Jordi en Tarragona.
Imagen virtual de la conocida como Torre de los Escipiones. CEDIDA
Los gladiadores encienden las gradas en Tarraco Viva
El público de Tarraco Viva se tomó en serio su papel y pidió a voz en grito la vida o la muerte de los luchadores que se batían en el Amfiteatre
Una de las sorpresas de los combates: las gladiadoras, como la de la derecha, que también se ha comprobado que había. FOTO: Alfredo González
Fuente: Norián Muñoz | Diari de Tarragona
20 de mayo de 2018
Iugula, iugula!, exclamaba encendida una parte de la grada blandiendo la mano como si fuera una espada. Mientras, la otra parte contraatacaba, con el puño cerrado, gritando «¡vita, vita!». Los niños, aparentemente los más enardecidos, daban paso a hombres y mujeres que acabaron aclamando sin ningún pudor.
Ocurría ayer por la tarde en el Amfiteatre durante uno de los clásicos que jamás defrauda durante Tarraco Viva: las luchas de gladiadores. Y lo que gritaban los espectadores era su deseo para el destino de los que se acababan de batir en duelo: iugula (que murieran) o vita (que vivieran).
La primera en la frente para los aficionados a las películas de romanos, como muy bien explicaban los miembros del grupo de reconstrucción histórica ‘Tarraco Lvdvs’. Nadie ha demostrado que el dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo, como en las películas (y en Facebook) fuera la señal que definía el destino de los gladiadores.
Una de las sorpresas llegó casi desde el principio del espectáculo con una gladiadora. Sí, porque también las había, aunque este detalle sea menos conocido.
A partir de aquí, cantidad de detalles que ayudaban a apreciar lo que estaba sucediendo en la arena, como el hecho de que todo el material que emplea el grupo está basado en datos históricos.
Así pues, donde se sabe que había protecciones de cuero, hay cuero, y en las armas y cascos que se sabe que eran de hierro, hay hierro, aunque no afilado. Duele la cabeza sólo de pensar que los cascos, que reproducían a los antiguos, pesaban 5 o 6 kilos. La sensación de agobio se completa al conocer que en algunos el agujero en torno a los ojos tiene un diámetro de apenas tres centímetros.
Masajistas y bebidas isotónicas
También era interesante saber, por ejemplo, que algunos gladiadores morían sí, pero con mucha menos frecuencia de la que se sospecha. Y es que se trataba de personajes en los que se invertían ingentes cantidades de recursos, como por ejemplo alimentarles tres veces al día, algo poco frecuente en la antigua Roma.
Hay similitudes con los deportistas profesionales actuales, no sólo por el entrenamiento, sino porque tenían sus propios masajistas y médicos que estudiaban y curaban sus heridas porque las consideraban «las ventanas del cuerpo».
Bebían, además, lo que podría considerarse el precursor de las bebidas isotónicas actuales, elaboradas con cenizas. Eso sí, a pesar de su notoriedad, no podían dedicarse a la política.
Los combates estaban regulados y había árbitros que velaban por que se cumplieran las normas. También había categorías en función del tipo de armas o de escudo que se llevaban.
Aunque a pesar de todas las explicaciones, el público había ido a lo que había ido y el momento esperado era, sin duda, el de la lucha. Lógicamente, los movimientos estarían ensayados, pero los golpes eran de verdad, tal como atestiguaban las marcas rojas que comenzaban a aparecer en sus cuerpos.
Toda esa duda entre lo ensayado y lo real terminaba por enganchar al público en el combate. De hecho, recordaban que en la época romana se debió prohibir acudir a las luchas de gladiadores con piedras. A la larga se sustituyeron por frutas y verduras para tirar a la arena.
Y es que tal llegó a ser el enardecimiento que llegó a haber trifulcas violentas, incluso con muertos. Algunas eran tan importantes como la que sucedió en el año 59 de nuestra era y que obligó a clausurar el anfiteatro de Pompeia durante siete años como castigo a sus habitantes debido a los violentos altercados.
Selfies con los luchadores
Pero ayer la cosa terminó bien, con los espectadores que llenaron casi completamente el Amfiteatro haciéndose selfies con sus gladiadores favoritos y también con la clase senatorial que lucía la pompa de sus atuendos. Estos últimos, no lo hemos contado, vieron el espectáculo desde un lugar privilegiado, igual que en Roma.
Tarraco Viva servirá para crear una red europea de festivales romanos
El objetivo es poder iniciar colaboraciones e intercambios entre las diferentes ciudades
El público en la grada del Amfiteatre, en un representación de la lucha de gladiadores. FOTO: DT
Fuente: Núria Riu | Diari de Tarragona
9 de mayo de 2018
El festival Tarraco Viva, que empieza este domingo, servirá como punto de partida para la creación de una red europea de eventos de estas características. Así lo ha avanzado el director de este certamen, Magí Seritjol, quien asegura que cualquier iniciativa conjunta debe servir para «abrir colaboraciones e intercambios que nos permitan hacer cosas de forma conjunta».
La propuesta llega desde el museo de Arles. En esta ciudad del sur de Francia, se creó un festival de reconstrucción histórica en el año 2007 inspirado en Tarraco Viva. «Es una ciudad que tiene muchas similitudes con la nuestra, con restos importantes y que vino a vernos para conocer cómo se había hecho Tarraco Viva», relata Seritjol.
En su primera edición, incluso una delegación tarraconense viajó a la ciudad cuando éste se puso en marcha. Más de diez años más tarde, un grupo de Arles estará en Tarragona durante el último fin de semana del festival, un encuentro que debe servir para empezar a hablar de este nuevo marco de colaboración.
Más público
Seritjol lo tiene claro: «No queremos estar por estar». Su punto de vista es que, cualquier red europea debe servir para «crear medios de forma conjunta». Este serrallense de familia pescadora conoce muy bien el por qué sirven las redes. «Éstas son interesantes siempre que nos faciliten el pescar», argumenta. Y, para Magí Seritjol, esto supone dotarse de más y mejores medios para «que haya más público interesado en estos festivales y, por tanto, más gente interesada en el patrimonio histórico».
El director de Tarraco Viva está convencido que cualquier iniciativa de estas características debe permitir abrir nuevas colaboraciones e intercambios.
Y, en este sentido, no tan solo piensa en la posibilidad de llevar a grupos de fuera, sino incluso de producir un espectáculo de recreación histórica conjunto que después pueda ir circulando por cada uno de los festivales que formen parte de esta red.
Las provincias de Roma
La propuesta nace entre Tarragona y Francia. Aunque no está previsto que se acabe aquí. «No queremos que sea una cosa de dos, por lo que intentaremos incluir a alguno de los festivales que se hace en Alemania o en Inglaterra, ya que esto nos permitiría hablar también de la interconectividad provincial romana», avanza Seritjol.
La iniciativa empieza a debatirse cuando el festival Tarraco Viva llegue este año a su veinte aniversario. Como todos los años tendrá un eje temático que, en esta ocasión, se centrará en el papel del deporte en el mundo clásico, para poner de manifiesto que la competición alrededor de la actividad física nació en el Mediterráneo.
En total se han programado unos 450 actos hasta el día 27, entre los que se inicia una nueva línea de trabajo, para poner el valor el papel de las mujeres en el periodo clásico.
La Tarragona romana se agrieta bajo el peso de la modernidad
La unión de los materiales empleados en una restauración contemporánea con los originales del siglo II deteriora el Anfiteatro y genera controversia en otros vestigios
Aspecto actual del anfiteatro romano de Tarragona, con los andamios que protegen uno de los muros modernos. M. R.
Fuente: MARC ROVIRA – Tarragona | EL PAÍS
5 de mayo de 2018
Un mensaje difundido por el Ayuntamiento de Tarragona a principios de abril dio la voz de alarma: el Anfiteatro romano necesitaba una actuación de urgencia. Por ser quien era el protagonista, el monumento más visitado de la ciudad, y por la hora del comunicado, un viernes por la tarde, una franja horaria poco dada a los mensajes oficiales, la información tenía que ser de alcance. Lo era. La grieta que había sido detectada a principios de año en uno de los muros de una grada reconstruida en el año 1979 se había extendido y había que intervenir «de emergencia» para evitar un posible derrumbe. Un mes más tarde el Anfiteatro sigue parcialmente vallado por motivos de seguridad y se hace imposible acceder a la arena. Este lunes arranca el festival Tarraco Viva, una muestra cultural internacional dedicada a la divulgación histórica de la época romana y que reúne a más de 100.000 visitantes. El Anfiteatro es uno de los escenarios donde discurren las representaciones.
El Ayuntamiento ha asegurado que ni la fisura que ha rajado el muro, ni los trabajos para apuntalarlo, van a alterar la programación de Tarraco Viva. El Anfiteatro, de hecho, ha permanecido abierto al público con una antiestética señalización que advierte del impedimento de bajar a la arena. Una cinta de plástico rojo donde se puede leer la inscripción «Patrimonio Histórico», delimita la zona maltrecha. El riesgo de derrumbe afecta la grada y la pasarela del túnel que da acceso al coso. Los operarios que se encargan de apuntalar el muro han tratado de habilitar, también, una escalera metálica provisional que debería facilitar el tránsito hacia la parte central del Anfiteatro, pero el remiendo se ha alargado y los visitantes que se acercan al monumento, hasta 1.400 al día en el reciente puente del 1 de mayo, tienen que conformarse con ver la arena desde la distancia.
En la diferencia de materiales empleados originalmente y los que se usaron en reconstrucciones recientes anida la problemática de las grietas. Así lo piensa Ricardo Mar, doctor en Arquitectura y profesor de Arqueología de la Universitat Rovira i Virgili (URV). «La parte afectada corresponde a una actuación de época moderna, ha sufrido un deterioro por envejecimiento porque, contrariamente a lo que se pensaba, ni la técnica ni los materiales usados tienen durabilidad». Ricardo Mar, que en el año 2000 fue asesor municipal en el proceso para lograr que el conjunto arqueológico de Tarraco fuera declarado Patrimonio Mundial de la Unesco, señala la desarmonía entre lo original y los parches de la época moderna: «se usó hormigón pensando que era indestructible. Se ha visto que no, y no solo aquí, en Pompeya ha pasado lo mismo». Además de los materiales empleados, también chirría la técnica usada en los años setenta para reconstruir la grada ahora agrietada. «Tras la grada se levantó un muro de fachada exterior, pero los romanos no trabajaban así, fachada y grada eran un cuerpo único». Ricardo Mar pone de relieve que este patrimonio tiene 2.000 años de historia, pero es frágil: «hay que cuidarlo para que no tenga fecha de caducidad». Recomienda aprender la lección y entender que cada edificio histórico necesita su propia restauración, «con los materiales más adecuados para cada caso». Señala, además, que se impone una «monitorización permanente» para ver como evolucionan los materiales. No hacerlo supone, a su criterio, «la crónica de una muerte anunciada».
La entrada al anfiteatro suele costar 3,30 euros pero debido a la restricción, el acceso es temporalmente gratis. Igual como lo era tras su inauguración, en el siglo II. Lo recalca una guía que deja alucinados a unos escolares de La Sènia (Montsià) explicándoles que en tiempos de los romanos ahí entraban 60.000 personas dispuestas a ver como se derramaba sangre a litros. Unos metros más allá, unos estudiantes de Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental) aprenden que el figura de la época era el gladiador Claudio. «Era el Messi del momento, hubierais tenido su póster en la habitación», les dice su guía a los chavales. También les cuenta que parte de la construcción original fue excavada en la piedra y que allí donde hizo falta colocar ladrillos, o sillares, para ser más precisos, se usó argamasa. «Era mucho más blanda que el cemento de hoy», precisa.
El circo y el teatro, también
No solo en el Anfiteatro lo nuevo choca con lo antiguo. El arqueólogo Josep Maria Macías, miembro del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), ha publicado un artículo donde alerta de las intervenciones que se llevan a cabo en el Circo romano, una construcción del siglo I y que, excepcionalmente, los romanos levantaron dentro de la trama urbana. El Circo se halla muy cerca de lo que hoy es la plaza del Ayuntamiento. La reciente instalación de unas gradas metálicas para rememorar la estructura original supone una intervención «desmedida y empobrecedora», afirma Macías. Critica que la recuperación de esta reliquia se haya ejecutado “sin un plan director concreto ni una línea de actuaciones acordadas con el conjunto de agentes políticos y encargados del patrimonio local”. La obra, valorada en 240.000 euros, ha sido igualmente desaprobada por la mayoría de la oposición en el ayuntamiento. La controversia también planea sobre el Teatro romano, un vestigio que data de la época del emperador Augusto . Olvidado durante años entre la maraña de bloques de pisos del frente portuario, su recuperación era una asignatura pendiente. En una actuación avalada por el departamento de Cultura de la Generalitat y que asciende a 750.000 euros, se ha hecho una intervención para reproducir como era la silueta de la grada original. El material elegido: hierro oxidado. Ante las dudas que ha generado la restauración, la concejal de Patrimonio del Ayuntamiento, Begoña Floria, replica: «no conozco ningún proyecto arquitectónico de la ciudad que no haya generado polémica». |
El Teatro Romano de Tarragona abrirá al público a mediados de mayo
El objetivo es convertir esta construcción en un parque arqueológico que, en un futuro, llegará hasta la antigua Tabacalera, que alberga una necrópolis
El teatro romano de Tarragona, después de finalizar la primera fase de musealización del monumento, con la instalación de una estructura de hierro que reproduce las gradas. (Núria Torres / ACN)
Fuente: EFE – Tarragona | LA VANGUARDIA
17 de abril de 2018
El Teatro Romano de Tarragona, del siglo I dC, abrirá al público a partir del festival de recreación histórica Tarraco Viva, que se celebra a mediados de mayo, con visitas concertadas los fines de semana.
Así lo ha anunciado la directora del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT), Mónica Borrell, en una visita a la primera fase de las obras en el monumento, que forma parte del conjunto declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Hasta ahora, las visitas estaban muy restringidas, pero el objetivo es convertir el teatro, en plena zona urbana, las termas de Sant Miquel y un ninfeo -zona de fuentes ornamentales- en un parque arqueológico que explique mejor el pasado romano de la ciudad.
Las obras que se han realizado en el Teatro, que han costado alrededor de un millón de euros, hacen visitable el monumento y han permitido sacar a la luz nuevos hallazgos arqueológicos que explican mejor los restos, como antiguos elementos del telón. La antigua grada (cavea) conserva parte de las cinco filas inferiores y, a partir de aquí, el arquitecto Toni Gironès ha replicado el aspecto que tenía el teatro con una estructura metálica transitable, con capacidad para 216 personas.
Detalle de la visita al teatro romano de Tarragona, y de las autoridades pasando por la nueva estructura de hierro que representa las antiguas gradas, compartiendo espacio con los restos. (Núria Torres / ACN)
El director general de Patrimoni Cultural de la Generalitat, Jusèp Boya, ha definido estos trabajos como un proyecto “audaz” y ha elogiado que se trata de una “interpretación muy contemporánea” que permitirá “entender” mejor el monumento.
El Teatro tenía capacidad para 5.000 espectadores y estuvo en pleno apogeo durante un siglo en la zona portuaria de la antigua Tarraco, hasta que decayó por el empuje de otros espectáculos, como el circo y el anfiteatro, que también se conservan.
La concejala de Patrimonio del Ayuntamiento de Tarragona, Begoña Floria, ha quitado hierro a las críticas que ha recibido la estructura y ha señalado que “son positivas” porque evidencian “que sentimos el patrimonio como algo muy nuestro”. Floria ha recordado que el monumento se salvó gracias a la “presión ciudadana” de “cuarenta años atrás” que impidió que se levantaran pisos encima. De hecho, aún se conservan varias columnas de ese intento de construcción moderna y Floria ha anunciado la intención de “conservarlas” para “explicar mejor nuestra historia”.
Patrimonio, el MNAT y el consistorio trabajan en el proyecto de poner en valor los restos romanos de esta parte de la ciudad, en un parque arqueológico que, en un futuro, llegará hasta la antigua Tabacalera, que alberga una necrópolis. El antiguo puerto romano estaba situado a menos de 200 metros de este teatro y era una zona de bullicio y diversión que el proyecto pretende narrar.
Imagen de restos del teatro romano de Tarragona, en concreto, de la zona de la grada, de la que se conserva parte de las cinco primeras filas de la parte inferior, y de las escaleras de acceso. (Núria Torres / ACN)
La transformación del Teatro Romano en vídeo
Tarragona: La recuperación de la Font dels Lleons, en ‘standby’
La fuente monumental ubicada en el sótano de un bloque de la calle Pere Martell necesita una modificación del POUM para que el Ayuntamiento pueda expropiarla y volverse pública
Así era la calle Pere Martell en el año 2000, cuando aún no se había construido el edificio encima de la Font dels Lleons. FOTO: José Carlos León
Fuente: Carla Pomerol | Diari de Tarragona
13 de abril de 2018
La recuperación de la Font dels Lleons, una fuente monumental ubicada en el sótano de un edificio de la calle Pere Martell, ya no es una prioridad para el Ayuntamiento de Tarragona.
La compleja y farragosa operación urbanística y administrativa deja las intenciones del gobierno de Ballesteros en un cajón, para los siguientes que vengan.
Si Tarragona quiere convertir la Font dels Lleons en un espacio visitable –tal como defendía el gobierno municipal–, lo primero que deberá hacer es modificar el plan general de la ciudad, el POUM, lo que el concejal responsable de la cuestión, Josep Maria Milà, define como «un calvario».
La Font dels Lleons es una fuente romana de 17 metros de longitud ubicada en el sótano de un bloque de pisos de Tarragona, que hace esquina entre la calle Pere Martell y Eivissa, en la Part Baixa de la ciudad.
La fuente comenzó a emerger a finales de los años noventa, a raíz de la urbanización de los terrenos del barrio portuario de Tàrraco
El promotor que consiguió la licencia para construir un edificio encima de los restos arqueológicos, modificó el proyecto para no dañar la fuente. Después de veinte años, todo sigue igual, aunque el Ayuntamiento puso en marcha distintas operaciones para recuperar y museizar la fuente. Todas fallidas. Un callejón sin salida.
Por norma general, los promotores encargados de urbanizar esa zona, llena de restos arqueológicos, pedían una compensación volumétrica al no poder construir en el sótano. El Ayuntamiento les permitía elevar un piso más los edificios o les daba otro solar para hacer el párking, por ejemplo. No fue el caso del promotor del bloque que esconde la Font dels Lleons.
El consistorio se dio cuenta de la importancia de la fuente monumental y tomó la decisión de expropiarla cuanto más rápido, mejor. De hecho, el bloque cuenta con una puerta para acceder desde la calle al sótano, donde se halla la fuente.
El Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) contemplaba la posibilidad de hacer un convenio con el propietario del edificio para permutar el sótano de la Font dels Lleons –valorada en dos millones de euros–, con la mitad de una finca situada en Les Gavarres –entera estaba tasada en 4 millones–.
«Además, nuestra intención era expropiar también algunos de los locales comerciales de la planta baja del bloque para poder hacer como una recepción en el momento de museizar el monumento y unos lavabos», explica el concejal de Patrimoni Municipal, Josep Maria Milà.
Se empezó a elaborar el convenio, pero para llevar a cabo una operación como esta es imprescindible informar al Departament de Governació de la Generalitat. Este órgano emitió un informe en el que decía que la permuta no se podía hacer, «ya que no garantizaba que el cambio fuera justo», según explica Milà, quien añade que «nos recomendaron que pusiéramos la finca de Les Gavarres a subasta y que, con el dinero que sacáramos, expropiáramos la Font dels Lleons. Así lo hicimos».
En octubre del año pasado, el pleno de Ayuntamiento de Tarragona aprobó poner en marcha la subasta de la finca de la calle Mestre Xavier Gols, número 7 y 9, de Les Gavarres. «Había mucha gente interesada», confiesa Milà.
Pero los problemas volvieron. Cualquier compra de estas características requiere una licencia comercial para poder desarrollar una actividad.
El informe sobre la licencia comercial era competencia de la Comissió d’Urbanisme de Tarragona de la Generalitat, quien dictó que lo que el plan general marcaba sobre esta finca de Les Gavarres no era suficiente para garantizar que el solar fuera edificable y que, por lo tanto, era necesaria una modificación del POUM.
Fue un jarro de agua fría para el concejal Milà y para el resto del gobierno municipal. Al conocer la situación, los interesados en comprar la finca de Les Gavarres se retiraron y la subasta quedó desierta, eliminando toda posibilidad de expropiar la Font dels Lleons.
Adiós al paseo arqueológico
«Esto significa empezar de cero. Me desanimé, porque nuestra intención era conseguir el dinero a través de esta subasta para iniciar así la recuperación del paseo arqueológico existente en la Part Baixa de la ciudad», explica el concejal, Josep Maria Milà, quien añade que «nuestra idea se ha ido al garete».
El edil reconoce que modificar el plan general es «un calvario» y que «actualmente no hay dinero para comprar la fuente, hay otras cosas más importantes y urgentes».
Por lo tanto, el proyecto de recuperación del monumento queda en stand by. «Ya encontraremos en el futuro alguna oportunidad. O bien desarrollamos la imaginación y buscamos otra solución, o modificamos el POUM. No descarto nada», dice el concejal Milà.
El concejal aprovecha la ocasión para reivindicar el papel de los ayuntamientos. «El procedimiento administrativo es excesivo y los consistorios nos encontramos un poco solos», asegura Milà, quien añade que «nosotros tenemos todas las responsabilidades finales para mejorar la ciudad, pero dependemos de muchos controles. Con esto no digo que no sean necesarios, pero hacen farragosa la tramitación».
El Museo Nacional Arqueológico de Tarragona cierra cuatro años por obras
El Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) cierra durante cuatro años para modernizar sus instalaciones y pronto iniciará el traslado al Tinglado número 4, según informa el MNAT.
Foto: patrimoni.gencat.cat
Fuente: EFE | LA VANGUARDIA
11 de abril de 2018
En el Tinglado, en el Moll de Costa portuario, se exhibirá la exposición «Tarraco/MNAT», que consiste en una selección de las colecciones del centro.
Las obras de modernización de la sede central, en pleno casco histórico, en la plaza del Rei, comienzan la semana que viene y este fin de semana, del 14 al 15 de abril, se ofrece una jornada de puertas abiertas para visitar las colecciones antes del cierre.
El proyecto de reforma del MNAT está organizado en cuatro fases, la primera de las cuales durará hasta el año 2020, y consiste en las obras de acondicionamiento arquitectónico y climatización a cargo del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes -titular del centro- con un presupuesto de poco más de 4 millones de euros.
El traslado y restauración de las piezas expuestas va a cargo de la Generalitat, gestora del MNAT, con un presupuesto de 210.000 euros.
El proyecto arquitectónico lo firman los arquitectos Miguel Orellana y Rubén Las Heras y debe solucionar las actuales condiciones de precariedad del museo.
La mayor parte de las colecciones se trasladará temporalmente a los almacenes del MNAT para su conservación y restauración, mientras una excepcional selección de piezas, especialmente representativa de los fondos, se expondrá en el Tinglado 4.
Destacan piezas procedentes del Teatro romano (dos estatuas de togados y un acorazado) y las colecciones de bronce.
La exposición se inaugurará el próximo 16 de junio con motivo de la celebración de los Juegos Mediterráneos, programados del 22 de junio al 1 de julio.
En el 2020, una vez terminadas las obras, se aplicará el proyecto museográfico, que se está terminando de redactar actualmente a cargo del Departamento de Cultura de la Generalitat, con una inversión de 1,1 millones de euros.
Finalmente, la tercera fase concertará un itinerario conceptual y museográfico que unirá el MNAT con el Pretorio y las bóvedas del Circo romano.
Se trata de un proyecto conjunto con el Museo de Historia de la Ciudad del Ayuntamiento de Tarragona, con el objetivo de ser un polo de conocimiento del pasado romano de Tarragona y de la huella romana en Cataluña.
El deporte, eje de Tarraco Viva en su veinte aniversario
El festival, que se celebrará del 13 al 27 de mayo, tiene un programa con 450 actividades. Por primera vez habrá un acto de inauguración. El certamen incidirá en el papel de la mujer
El espectáculo de los gladiadores, uno de los más importantes de Tarraco Viva. FOTO: lluís milián/dt
Fuente: Núria Riu | Diari de Tarragona
6 de abril de 2018
Los griegos, hace 3.000 años, ya eran competitivos. Sin embargo, entendían el deporte como un ideal de virtud y de superación personal. De los cuerpos desnudos de los atletas en la cultura clásica se pasó a los de los dioses y sus esculturas han llegado hasta nuestros días.
Precisamente sobre esta vertiente cultural del deporte en el Mediterráneo girará este año el festival Tarraco Viva.
El eje temático se ha seleccionado coincidiendo con que cuando se celebre el festival tan solo faltarán unas semanas para el inicio de los Juegos Mediterráneos. En este sentido, el director de Tarraco Viva, Magí Seritjol, destacó que «reivindicamos que el deporte nació en el Mediterráneo».
El festival empezará el día 13 de mayo y, coincidiendo con el vigésimo aniversario, por primera vez está previsto un acto inaugural en el Amfiteatre.
En la arena de este espacio tendrá lugar una recreación histórica inaugural de los Juegos de Nemea, que junto con los Juegos Olímpicos, los Píticos y los Ístmicos eran las principales competiciones en el mundo antiguo.
Otra de las novedades será la recreación de una calle romana, a través de la cual se mostrará la vida diaria en su entorno. «Veremos el lado oscuro de Roma, con la gente buscando un sitio para dormir, con borrachos, botellón y su delincuencia», argumentó Seritjol.
Este será el acto en el que participarán los centros cívicos de la ciudad que, por segundo año, se implicarán de forma directa en el festival para conseguir llegar al conjunto de la ciudadanía.
«Si el año pasado fueron unos 200 los vecinos que participaron, este año queremos llegar a los 2.000», decía el director de Tarraco Viva, quien aseguró que «vamos a explicar a los vecinos de Tarragona cómo se vivía y verán que había muchas cosas que tampoco eran tan diferentes».
Por ejemplo, los romanos ya tenían fiestas del barrio y asociaciones de vecinos, dos elementos que han perdurado hasta nuestros días.
Junto con el deporte, las mujeres en la cultura clásica serán las protagonistas. «Había doctoras, banqueras y empresarias. La mujer tuvo un papel muy activo, que no se ha contado», argumentó Seritjol.
Con un presupuesto de 340.000 euros, Tarraco Viva se celebrará en treinta espacios de la ciudad y del territorio. En los quince días de festival se han programado 450 actos. En esta ocasión, por primera vez, está prevista una presentación en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
«Un paso muy importante a nivel de visualización», destacó la concejal de Patrimoni, Begoña Floria. La edil socialista destacó que, en su vigésimo aniversario, el festival «es un referente europeo que hace de Tarragona la ciudad que mejor explica su historia».
Las nuevas gradas del Circo de Tarragona, ¿innovación o huida hacia adelante?
El Ayuntamiento defiende el proyecto de museización, que suscita controversia entre la oposición y el rechazo de expertos
Las obras de adecuación de las gradas de la plaça Sedassos de Tarragona están casi a punto de finalizar. (Agnès Llorens)
Fuente: AGNÈS LLORENS – Tarragona | LA VANGUARDIA
24 de marzo de 2018
¿La reconstrucción del Circo Romano de Tarragona es en realidad una oportunidad perdida? Así lo manifiestan voces de la arqueología local, críticas con el proceso de recuperación iniciado en la década de los ochenta y activado durante los últimos dos años. La gestión de este patrimonio del siglo I dC es una mera “huida hacia adelante” para el arqueólogo Josep Maria Macías.
El integrante del Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) ha publicado durante los últimos días un artículo en medios locales en el que manifiesta que la recuperación de este vestigio se ha ejecutado “sin un plan director concreto ni una línea de actuaciones acordadas con el conjunto de agentes políticos y encargados del patrimonio local”.
Pone como ejemplo de lo que califica como “una recuperación desmedida y empobrecedora”: la restauración de las gradas del Circo en la plaza dels Sedassos. Este espacio acoge unas obras de museización que incluyen la instalación de gradas metálicas en el tramo del Circ que queda al descubierto. Una intervención atrevida que ha tenido mala acogida en los grupos de la oposición municipal y que ahora choca con la opinión de expertos como Macías.
Imagen de la plaça dels Sedassos antes del inicio de la restauración. (Cedida)
En su texto, el arqueólogo destaca que esta actuación ejemplifica la “falta de estrategia” de las tareas de recuperación y se plantea si servirá para vislumbrar las medidas reales del Circo. Macías se plantea si no hubiera sido más adecuado recuperar la cabecera del Circo, un punto en el que se puede contemplar con más facilidad el perímetro total que tuvo esta instalación, en lugar de resaltar un pequeño espacio “abarrotado de restaurantes”. También se plantea si el elevado coste de la operación no se hubiera podido rebajar con alternativas más económicas.
Este artículo añade leña al fuego a un proyecto que cuenta con un presupuesto de 242.000 euros, financiado en un 75% por el 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento. Además revela que la sábana de gradas cubre un tercio del total de la superficie de la intervención, cifrada en 450 metros cuadrados. Según apunta el consistorio, el proyecto corresponde al arquitecto Nacho Álvarez de NAM Arquitectura y la empresa constructora ha sido el Grupo Tecno Conrad S.L.
Imagen del proyecto de museización del Circo en la plaza dels Sedassos de Tarragona, según el proyecto de NAM Arquitectura (Cedida / NAM)
El Ayuntamiento defiende que la actuación cuenta con un amplio visto bueno para su ejecución
Por su parte, el consistorio pide calma ante el aluvión de críticas. En declaraciones recientes a los medios de comunicación, la edil responsable de Patrimonio, Begoña Floria (PSC), ha apuntado que el proyecto y su tramitación “están en marcha desde hace años y cuentan con todos los informes favorables de las administraciones implicadas.”
Floria hace hincapié en que la intervención se ha pensado en base a “un lenguaje y unos materiales innovadores que hasta ahora no se habían utilizado en Tarragona” y pide un “voto de confianza” para el proyecto, que se encuentra en las últimas fases de construcción. Mientras, avanza que una vez terminada la intervención las gradas tendrán un aspecto más integrado en el entorno y permitirán entender el monumento desde un punto de vista más experimental”.