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Un análisis de huesos demuestra que los antiguos romanos ya padecían raquitismo
Durante tres años los investigadores examinaron esqueletos procedentes de todos los confines del Imperio romano, desde el norte de Inglaterra hasta el sur de España.
Imagen ilustrativa. Amir Cohen / Reuters
Fuente: RT Actualidad
20 de agosto de 2019
El raquitismo se considera una enfermedad principalmente del siglo XIX, pero los científicos han revelado que los romanos también tenían problemas para obtener suficiente vitamina D, informa The Guardian.
Los investigadores de la organización Historic England (Reino Unido) y la Universidad McMaster de Canadá han examinado 2.787 esqueletos de 18 cementerios de todo el Imperio romano y descubrieron que el raquitismo era un fenómeno generalizado hace 2.000 años.
De acuerdo con los científicos, el raquitismo es causado por la deficiencia de vitamina D, a menudo debido a la falta de exposición a la luz solar. Era un problema particular en la época victoriana, ya que fue entonces cuando tuvo lugar el mayor aumento de la urbanización. No obstante la primera urbanización generalizada en Europa se produjo durante el Imperio romano, y esta circunstancia fue la que impulsó a los científicos a iniciar la investigación.
Durante el proyecto, que duró tres años, los investigadores examinaron esqueletos procedentes de todos los confines del Imperio romano, desde el norte de Inglaterra hasta el sur de España, en busca de deformidades generalmente observadas en el raquitismo, y encontraron pruebas de que más de un niño de cada 20 sufrían la enfermedad.
El estudio, publicado en la revista American Journal of Physical Anthropology, revela que donde se dio el mayor número de casos de raquitismo fue Gran Bretaña, presumiblemente debido a los cielos nublados y el clima lluvioso de la isla.
La extraña hipótesis sobre por qué los emperadores romanos eran asesinados
De los 82 emperadores conocidos que tuvo el Imperio Romano el 20% fueron asesinados
Busto de mármol del emperador romano Trajano – Luis García
Fuente: ABC Cultura
9 de agosto de 2018
Si bien es cierto que el Imperio Romano fue muy poderoso en su esplendor, los golpes de estado por ostentar el poder se convirtieron en un contínuo. Durante más de 500 años el 20% de los 82 emperadores que gobernaron Roma fueron asesinados estando en el poder. De acuerdo a un nuevo estudio la culpa de todo esto lo tiene la lluvia.
Según ha informado «Live Science», los investigadores culpan de los asesinatos a las escasas precipitaciones. Han llegado a la conclusión que la falta de agua en la región afectaba a los campos de cultivo. Sin los productos de los agricultores las tropas del ejército romano se morirían de hambre. «Esta situación de sequía habría llevado al límite a los soldados para amotinarse», explicó el principal investigador de este estudio, Cornelius Christian. «Ese motín, a su vez, colapsaría el apoyo al emperador y por tanto sería más propenso a sufrir un ataque», concluyó Chistian.
Esta investigación forma parte de un nuevo campo de estudio que analiza cómo o hasta qué punto afectaron las condiciones climatológicas a las sociedades antiguas. Aunque hay que aclarar que no es el único factor que conduce al asesinato.
Cornelius Christian no es un arqueólogo, es un profesor de economía en la Universidad de Brock en Ontario, Canadá. Realizó este descubrimiento cruzando varios datos. Por una parte utilizó los datos climáticos de un estudio publicado en 2011 donde los investigadores analizaban las precipitaciones de los últimos 2.500 años gracias a los troncos fosilizados de los árboles alemanes y franceses. Por otra parte, investigó los archivos que describían motines militares y asesinatos a los emperadores Romanos. Conectó ambos números en una sola fórmula y descubrió que «una menor cantidad de lluvia se traducía en una mayor posibilidad de que se produjeran estos asesinatos, dado que a menor cantidad de lluvia, menos comida había para todos».
«Aunque la lluvia pudo haber jugado un papel importante en los asesinatos, también influyeron otros factores», explicó Jonathan Conant, profesor de historia de la Universidad de Brown que no formó parte del estudio. Conant explicó que, por ejemplo, «la mayoría de los asesinatos de Roma sucedieron en el siglo III d.C. duante una inflación masiva, brotes de enfermedades y guerras externas, todo lo cual afectó a la estabilidad del Imperio».
Para Conant la hipótesis de la lluvia «agrega otra capa de complejidad y matiz a nuestra comprensión de la historia política del Imperio Romano, especialmete en el siglo III». Pero no llega a resultar concluyente.
En el año 97 ya existía el teatro Romano de Guadix
Los trabajos del campo de voluntariado fechan a partir del año 97 la inundación de los jardines del Teatro Romano ACCI.
Chicos que han trabajado en excavación de este año. / Rodrigo Molero
Fuente: RODRIGO MOLERO – Guadix | Cadena SER
30 de julio de 2018
El arqueólogo Antonio López ha anunciado que, gracias a los trabajos desarrollados en el campo, ya se puede fechar que la inundación y posterior reconstrucción en los jardines del “porticus post scaenam” es posterior al último trimestre del año 96 de nuestra era. El hallazgo de un sestercio del Emperador Nerva así lo acredita. Ha querido agradecer al Ayuntamiento la apuesta de este tipo de iniciativas, ya que “la excelencia de los resultados de las excavaciones” muestran que la meticulosidad con la que han trabajado ha hecho posible la recuperación de casi media tonelada de material arqueológico entre vidrios, metales, monedas y cerámica. Lo que habla de la calidad que el voluntariado ha ofrecido con su trabajo.
En nombre del voluntariado juvenil, Raquel Cámara López, ha agradecido el trabajo de los coordinadores y ha remarcado el gran aprendizaje que le ha aportado la experiencia en el campo y la convivencia con jóvenes de toda España. Ha felicitado al ayuntamiento de Guadix por la calidad del programa de actividades lúdicas, que les ha permitido conocer más a fondo Guadix. Y ha finalizado su valoración afirmando que “se llevan una parte del patrimonio de la ciudad y el orgullo por contribuir a crear su Historia”.
Campo de Voluntariado
En total han sido 25 los jóvenes de entre 18 y 30 años los que han tomado parte en este campo sobre arqueología, que ha repetido tras el éxito de la primera edición del verano pasado. De nuevo con la Dirección de Antonio López y la coordinación de Francisco Brao.
El Campo de Voluntariado se ha desarrollado en esta segunda quincena de julio y ha sido diseñado por el área de Cultura bajo el título “Redescubriendo el Teatro Romano de Guadix II: la antesala de la casa romana”. Los trabajos han servido para seguir sacando a la luz el Teatro Romano Acci. Los jóvenes han tenido cubiertos alojamiento – que en este caso ha sido en cueva – , pensión completa, materiales, equipos profesionales y seguros).
La inversión del Ayuntamiento en esta actividad ha sido de 6.500 euros, mientras que la de la Junta asciende a 10.500 euros (lo que supone un coste total de 17.000 euros).
La concejala de Cultura, Beatriz Postigo, el director arqueólogo del Teatro Romano ACCI, Antonio López, y voluntariado del Campo de Trabajo han hecho balance de los trabajos y actividades realizadas durante los quince últimos días.
Beatriz Postigo ha calificado el balance de “altamente positivo”, por los avances en la excavación y por las experiencia y grado de conocimiento que ha tenido el voluntariado sobre Guadix, la Comarca y su tejido social y empresarial. Las actividades paralelas que han podido desarrollar, convierten a estos jóvenes en verdaderos embajadores de los potenciales de nuestra tierra. Ha agradecido al Instituto Andaluz de la Juventud la apuesta por haber repetido este verano en Guadix, con la línea de apoyo económico. Y ha destacado que singularidad de este campo de voluntariado radica en el espacio en el que se ha desarrollado, un yacimiento arqueológico de un altísimo nivel patrimonial; y por otro lado, la experiencia que han tenido los jóvenes de alojarse en cueva.
Roma explora sus remotos orígenes regios
Lobas que amamantan gemelos, fratricidios o legendarios reyes… Los orígenes de Roma están impregnados del mito pero, ahora, una muestra arqueológica los explora para tratar de arrojar luz a los albores de una urbe que se convirtió en imperio.
Fuente: Gonzalo Sánchez – EFE | eldiario.es
28 de julio de 2018
La exposición, en los Museos Capitolinos hasta el 27 de enero de 2019, lleva por título «La Roma de los Reyes: El relato de la arqueología» y se compone de cerca de 840 objetos recuperados en las excavaciones de la ciudad, muchos jamás mostrados al público.
El superintendente de Cultura, Claudio Parisi Presicce, indicó en una rueda de prensa que el objetivo es comprender «la formación y la afirmación» de Roma en la región del Lacio, imponiéndose a otros pueblos como los etruscos, pero también en el Mediterráneo.
Articulada en 8 secciones con una «enorme cantidad de objetos», la exposición «permite recomponer un cuadro de la sociedad entre el siglo X y el V a.C», en la fase más arcaica de la ciudad.
La tradición establece que Roma fue fundada en el año 753 a.C, en concreto el 21 de abril, por Rómulo, que se convirtió en su primer rey tras asesinar a su hermano Remo, huérfanos ambos que sobrevivieron al abandono amamantados por una loba en el río Tíber.
Los organizadores de la exposición explican que poco se sabe aún de los siglos previos al surgimiento de esta importante ciudad, así como de su primera forma de Gobierno, una monarquía por la que se sucedieron siete reyes hasta el 509 a.C, el inicio de la República.
Esto se debe a que los orígenes de Roma a menudo «están confinados por los mitos», por un mayor interés hacia su época imperial y por «la dificultad de encontrar» restos de las fases previas a su fundación, alegan.
Por ello se dirige una atención especial al periodo anterior del nacimiento de la urbe, desde el año 1.000 a.C, con información sobre sus ritos sepulcrales o los intercambios comerciales.
Las urnas demuestran que cuando surgió la ciudad, la práctica más extendida era la incineración, aunque pronto se asumió también la inhumación en nichos o sarcófagos con toda una serie de ritos para cumplir el «deber» de dar sepultura a los muertos.
Se sabe asimismo que en aquellos tiempos los habitantes de las fértiles tierras del Lacio ya comerciaban con los pueblos micénicos y también con las colonias helénicas en la costa del mar Tirreno, sobre todo bienes de lujo y preciadas cerámicas.
La época regia de Roma, que concluyo con Tarquinio el Soberbio en el 509 a.C, queda ilustrada con una didáctica maqueta en la que se aprecia que Roma solo era una pequeña villa al margen izquierdo del Tíber, entre la colina del Palatino y la del Aventino.
Gracias a los hallazgos en el área sagrada de Sant’Omobono, en el Foro Boario, se conservan esculturas de dioses y héroes en terracota y lastras del mismo material con procesiones y animales fantásticos que decoraban los edificios, por entonces austeros y de madera.
Destacan una vasija con asa de origen griego (askos) y que servía para contener pequeñas cantidades de líquido como vino o aceite, datado en torno al 630 a.C, así como una fíbula de bronce decorada (800-730 a.C) que servía para sujetar los ropajes y capas.
La exposición se cierra con una representación de los objetos de lujo arcaicos y adornos funerarios de la necrópolis del Esquilino, en las inmediaciones de la actual estación ferroviaria de Termini, y que ha perdido gran parte de su patrimonio con el paso del tiempo.
Se desconoce el uso de esas piezas pero «hacen comprender cuánto se ha perdido y cuántos son los objetos que siguen sin tener connotaciones históricas», explicó Parisi Presicce, pues algunos restos no fueron clasificados en el pasado con una correcta metodología.
Pero la muestra cuenta con algunas piezas localizadas hace poco, en yacimientos explorados el pasado año, lo que arroja un soplo de esperanza pues el suelo de Roma «continúa devolviéndonos» material que podrá contribuir a comprender su pasado y el de sus reyes.
Bayas, la ciudad sumergida en el golfo de Nápoles
Unas fotografías aéreas descubrieron frente a Bayas (Italia) los restos, cubiertos por el mar, de un ninfeo y dos lujosas villas romanas
Estatua sumergida
Un arqueólogo submarino observa una de las estatuas sumergidas que en su día adornaron la villa de los Pisones, en la localidad costera de Bayas.
FOTO: Antonio Busiello
Fuente: Rubén Montoya | National Geographic
17 de julio de 2018
En la década de 1940, unas fotografías aéreas realizadas por el piloto Raimondo Baucher en el golfo de Pozzuoli, 23 kilómetros al norte de Nápoles, revelaron un amplio conjunto de estructuras ocultas en el fondo del mar. Las imágenes crearon gran expectación y llamaron la atención de aficionados y estudiosos, siempre atentos a nuevos hallazgos arqueológicos en un área muy próxima a los célebres yacimientos de Pompeya y Herculano, perfectamente conservados gracias a la erupción del Vesubio del año 79 d.C.
Pronto se comprobó que esta erupción no fue la única que propició milagros arqueológicos en la región. Desde principios de la Edad Media, un proceso denominado bradisismo, característico del área volcánica vesubiana, había hundido en el mar gran parte de la costa entre Pozzuoli (la antigua Puteoli) y Cumas, y con ella un conjunto de lujosas construcciones romanas que la arqueología podía ahora rescatar. Los restos detectados en las fotografías se encontraban en el pequeño golfo que se extiende ante Bayas, la antigua Baiae. Este lugar era ya conocido por los arqueólogos y amantes de las antigüedades, pues allí, en el área costera que no se había sumergido, se conservaban importantes vestigios arquitectónicos de época romana como edificios termales con salas abovedadas y cúpulas, e incluso restos de lo que pudo haber sido un palacio imperial de finales del siglo II.
Área residencial
A lo largo del siglo I a.C., la zona se desarrolló como lugar de retiro y diversión para los romanos ricos, y luego para los emperadores, debido a la calidad de sus aguas. Autores clásicos como Horacio, Estacio y Marcial elogiaron su belleza, mientras que otros, como Séneca y Varrón, criticaron los vicios y excesos de sus ricos inquilinos estacionales.
En el siglo I a.C., Bayas se convirtió en lugar de retiro y diversión para los romanos ricos
Por otra parte, en 37 a.C. se emprendió en el golfo de Pozzuoli la construcción de un gran complejo portuario, el llamado Portus Iulius, destinado a servir de base a la armada romana. El puerto estaba cerrado por un muelle de 371 metros de longitud, que iba desde Pozzuoli hasta punta Epitafio, y comprendía dos grandes «lagos», el lacus Avernus y el lacus Locrinus. Más allá de la punta Epitafio o el Portus Iulius conectaba con la bahía de Bayas, que también se cerró mediante una serie de construcciones para formar un tercer «lago» o puerto, el Baianus lacus. El puerto de Bayas tuvo un carácter de recreo y comercial, y en él se construyeron una serie de villas residenciales con espectaculares vistas al mar.
Entre los siglos III y V, y de nuevo entre los siglos VII y VIII, los movimientos tectónicos de nidos como bradisismo provocaron el hundimiento de gran parte de la costa entre Pozzuoli y Cumas, incluida Bayas. Pese a ello, ésta mantuvo su fama como balneario: en el siglo VI, el rey godo Atalarico y su secretario Aurelio Casiodoro recomendaban la zona por sus aguas termales, y durante el Renacimiento humanistas como Flavio Biondo y Ciríaco de Ancona mencionaban las propiedades terapéuticas del agua del golfo. A finales del siglo XV se construyó, sobre restos de época romana, el castillo Aragonés, sede del Museo Arqueológico de Bayas, donde se reunieron los hallazgos arqueológicos que se realizaban en la zona.
Primeros hallazgos
Siguiendo la pista de las fotografías de Baucher, en 1959 se realizaron las primeras prospecciones submarinas a cargo de Nino Lambolia –precursor de la arqueología subacuática italiana– y bajo las directrices de Amedeo Maiuri. Se escogió para ello una zona del golfo de Bayas a orillas de punta Epitafio, en cuyas inmediaciones habían aflorado, de manera fortuita, diversas esculturas, elementos arquitectónicos y estructuras desde 1920, durante la urbanización de la zona portuaria. Valiéndose de los medios disponibles entonces, los exploradores hallaron, a 6 metros de profundidad, una calle enlosada, bordeada por dos edificios y restos de estructuras que continuaban mar adentro.
Diez años después, en 1969, la marea descubrió, en el ábside de un edificio, dos esculturas de mármol de gran calidad: ambas formaban parte de un grupo escultórico entre cuyos personajes se reconoció a Odiseo (Ulises), lo que parecía estar relacionado con una antigua tradición que recoge Estrabón, según la cual Bayas derivaría su nombre de un personaje de la Odisea de Homero, el timonel Bayo, enterrado allí por Odiseo.
Según una tradición, el nombre de Bayas derivaría de Bayo, un compañero del héroe Odiseo
En 1980, la primera excavación subacuática sistemática puso al descubierto diversas estancias ricamente decoradas con mármoles. Los investigadores concluyeron que las estructuras correspondían a un complejo termal y a un ninfeo –un espacio con función de triclinio o sala de banquetes–, construidos en época del emperador Claudio (41-54). El ninfeo tenía una planta rectangular rematada por un ábside –donde habían aparecido las estatuas del grupo escultórico de Polifemo y Odiseo–, así como una serie de nichos ornados con dos estatuas de Dioniso, una de Antonia la Menor, madre del emperador Claudio, y posiblemente una hija de éste. Las paredes estaban decoradas con mármoles polícromos. Se especula con que las termas y el ninfeo formasen parte de una residencia imperial.
Mansiones de lujo
El trabajo de los arqueólogos desveló también otros restos sumergidos en la misma zona. Entre ellos destaca la denominada villa de los Pisones, una lujosa residencia con una extensión aproximada de 2.000 metros cuadrados. El complejo, situado a unos 150 metros de la costa y a unos ocho metros de profundidad, fue construido a finales del siglo I a.C. y constaba de diferentes estancias termales y residenciales distribuidas en torno a un amplio jardín porticado; la zona abierta al mar estaba dispuesta en terrazas. La villa contaba con una serie de piscinas ligadas a la actividad pesquera. Los restos de mosaicos y pinturas de algunas habitaciones manifiestan la riqueza de sus propietarios. El nombre de la familia de los Pisones aparece en sellos de plomo hallados en tuberías del complejo, lo que ha llevado a identificar esta residencia con la villa de Cayo Calpurnio Pisón en Bayas, donde Tácito sitúa el origen de la conjura liderada por este personaje contra Nerón. Al final, el emperador confiscó la propiedad y se cree que el complejo fue remodelado para acoger una segunda villa marítima en época de Adriano (117-138).
En la villa de los Pisones, Tácito sitúa el origen de una conjura contra el emperador Nerón
La villa de Protiro
La zona urbanizada de Bayas se comunicaba hacia el suroeste con otras propiedades a través de una calle a la que se abrían numerosas tabernas y que conducía a la entrada monumental de otra villa privada con vistas al Baianus lacus. Los arqueólogos la bautizaron como villa de Protiro porque contaba con un pórtico columnado frente a la puerta de entrada (en griego, pro thyra). La villa se dividía en dos secciones, una residencial y otra de termas privadas, separadas por una piscina de agua marina anqueada por numerosas esculturas. Destacan algunas estancias decoradas con mosaicos geométricos de tema mitológico y revestimientos de mármol. En la zona también se han hallado restos de pórticos y otras estructuras.
La villa de Protiro bordea el canal de más de doscientos metros de largo que comunicaba el mar con el lago artificial, y que ahora está hundido a entre seis y ocho metros de profundidad. Se cree que más allá de este canal, en la mitad meridional del muelle que cerraba el Baianus lacus, había construcciones similares, pero no se conservan restos debido a la erosión causada por siglos de fondeos y actividades portuarias. En esta zona tan sólo se han recuperado restos de estructuras asociadas a la pesca y algunos cimientos.
Estatua rescatada
Los buzos extraen del mar, en 1969, la estatua de uno de los compañeros del héroe Odiseo, que lleva un odre con vino para emborrachar al cíclope Polifemo. Esta pieza formaba parte de un grupo escultórico.
FOTO: Paul Fearn / Alamy / ACI
Una minuciosa restauración
Unos especialistas limpian y restauran una de las estatuas recuperadas en el yacimiento submarino de Bayas.
FOTO: Jonathan Blair / Getty images
El dios Dioniso
Estatua del dios del vino procedente del ninfeo o fuente monumental de Bayas. Museo Arqueológico de los Campos Flégreos.
FOTO: DEA / Album
El golfo de Pozzuoli
Mapa que muestra cómo era el golfo de Pozzuoli en el siglo XVI.
FOTO: Bridgeman / ACI
Hallazgo en el fuerte romano de Vindolanda, en Inglaterra: una mano de bronce de un realismo inquietante
La mano ha sido atribuida a Júpiter Doliqueno, un dios romano con rasgos orientales y occidentales, cuyo culto mistérico fue muy popular en el Imperio romano desde comienzos del siglo II hasta mediados del siglo III d.C.
Realismo inquietante
La mano de bronce, de 10 centímetros, ha sido excavada junto a un templo dedicado a Júpiter Doliqueno, en un foso de relleno del periodo severo de Vindolanda, entre el 208 y el 212 d.C. aproximadamente. Hoy se encuentra expuesta en el museo de Vindolanda.
Foto: The Vindolanda Trust
Fuente: Alec Forssmann | National Geographic
28 de junio de 2018
Una mano pequeña de bronce, del tamaño de la de un niño, ha sido descubierta a 1,5 metros de profundidad aproximadamente en el fuerte romano de Vindolanda, en el norte de Inglaterra y junto a la Muralla de Adriano, según ha anunciado The Vindolanda Trust. La mano, de un realismo inquietante, ha sido atribuida a Júpiter Doliqueno, un dios romano con rasgos orientales y occidentales, cuyo culto mistérico fue muy popular en el Imperio romano desde comienos del siglo II hasta mediados del siglo III d.C. Júpiter Doliqueno aparece habitualmente representado sosteniendo un rayo con una mano y con el otro brazo levantado como símbolo de su poder destructivo, mientras que la mano votiva abierta simboliza la protección y el bienestar que también proporcionaba el dios romano.
La mano de bronce, de 10 centímetros, ha sido excavada junto a un templo dedicado a Júpiter Doliqueno, en un foso de relleno del periodo severo de Vindolanda, entre el 208 y el 212 d.C. aproximadamente, una época caracterizada por el conflicto interno, la guerra civil, el genocidio y la rebelión contra el dominio romano. La mano fue desechada en el foso y, según ha revelado la inspección de la pieza, originalmente estaba anexada a otra pieza a través de la palma, pero se ha perdido; y la parte inferior se podía encajar, probablemente en un poste. El culto a Júpiter Doliqueno está rodeado de misterio, pues se han conservado pocas evidencias sobre sus mitos, liturgias o rituales. La información conocida se limita a las inscripciones, esculturas u otras formas de arte decorativo procedentes de diferentes partes del Imperio romano.
Hallada en un foso
La mano de bronce tal y como fue hallada, antes de su conservación.
Foto: The Vindolanda Trust
Palma de la mano
La mano estaba originalmente anexada a otra pieza a través de la palma, pero se ha perdido.
Foto: The Vindolanda Trust
La loba capitolina
¿Y quién amamantó a Rómulo y Remo?
Roma, Italia
Foto: AgePhotoStock
Fuente: National Geographic
26 de junio de 2018
¿Y quién amamantó a Rómulo y Remo? ¿Una loba de cuatro patas o de dos?
Virgilio Ortega, autor de Palabralogía -2014- y Palabrotalogía -2015- explica en esta entrevista, además del origen etimológico de otras muchas palabras, uno de los posibles orígenes de la leyenda de los fundadores de Roma.
En aquella época había abandono de niños y una loba ¡se los merendaría! «Lupa» era una de las formas para decir «puta». ¿Qué es el lupanar de Pompeya? Donde trabajaban las putas, las lobas. ¿Quién amamantó a Rómulo y Remo? ¿Una loba de cuatro patas o una lupa de dos patas? Era humana, buena persona, los recogió y les dio de mamar. Pero luego llegan los romanos y en una operación de marketing muy clara piensan: «¡No vamos a decir que somos unos hijos de puta!». Entonces se inventan la historia de la loba, que es de origen etrusco.
Hallazgo en Roma: la Tumba del Atleta, una sepultura intacta de época republicana
La Tumba del Atleta o de los Estrígilos ha sido denominada así porque contenía dos estrígilos de hierro, unas piezas que utilizaban los atletas para retirar el sudor y el aceite del cuerpo tras la actividad física
Tumba del Atleta
En la parte superior de la imagen se distingue uno de los estrígilos, una especie de bandeja alargada que usaban los atletas para retirar el sudor y el aceite del cuerpo.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Fuente: Alec Forssmann | National Geographic
4 de junio de 2018
Unos trabajos de arqueología preventiva, con motivo del redoblamiento de la captación de agua del acueducto Castell’Arcione-Salone, en la zona de Case Rosse, al noreste de Roma, ha sacado a la luz una tumba intacta de época republicana que ha sido fechada entre el siglo IV y el III a.C., según informó el viernes la Superintendencia Especial de Arqueología, Bellas y Artes y Paisaje de Roma. La Tumba del Atleta o de los Estrígilos ha sido denominada así porque contenía dos estrígilos de hierro, unas piezas que utilizaban los atletas de la época para retirar el sudor y el aceite del cuerpo tras la actividad física.
La sepultura está formada por una cámara excavada a unos 2 metros de profundidad y con cuatro inhumaciones realizadas en momentos diferentes: dos hombres adultos, de unos 50 y 30-39 años de edad respectivamente, cuyos restos estaban depositados sobre unos bancos laterales tallados en la roca; y dos individuos, un hombre de 35-45 años de edad y una mujer de edad indeterminada, cuyos restos óseos estaban depositados en el fondo del hueco que hay entre ambos bancos.
La sepultura está formada por una cámara excavada a unos 2 metros de profundidad
La Tumba del Atleta destaca por su ajuar funerario en óptimo estado de conservación: una espléndida vajilla de cerámica de pintura negra y algunas piezas con restos de decoración blanca y motivos geométricos y vegetales; dentro de dos platos y de dos copas se han podido identificar los restos de las ofrendas alimentarias que fueron realizadas durante los ritos funerarios: los huesos de un conejo y los de un cabrito o cordero. Los arqueólogos también han encontrado una moneda de aleación de bronce, con la cabeza de la diosa Minerva con casco y, en la otra cara, una cabeza equina con la palabra «ROMANO», fechada entre el 335 y el 312 a.C. «Una zona lejana al centro de la capital vuelve a deparar nuevos y soprendentes hallazgos», destaca la Superintendencia.
Hallazgo de la tumba
La tumba ha sido descubierta durante unos trabajos de arqueología preventiva en la zona de Case Rosse, al noreste de Roma.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Entrada de la tumba
La sepultura está formada por una cámara excavada a unos 2 metros de profundidad del suelo actual.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Bancos laterales
Sobre unos bancos laterales tallados en la roca estaban depositados los restos de dos hombres adultos.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Ajuar funerario
La Tumba del Atleta destaca por su ajuar funerario en óptimo estado de conservación.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Prácticamente intacta
La tumba, prácticamente intacta, ha sido fechada en la época republicana, entre el siglo IV y el III a.C.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Excelente estado de conservación
Esqueleto de un individuo y ajuar funerario en buen estado de conservación.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Ofrendas alimentarias
Dentro de dos platos y de dos copas se han podido identificar los restos de las ofrendas alimentarias que fueron realizadas durante los ritos funerarios: los huesos de un conejo y los de un cabrito o cordero.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Diosa Minerva
Moneda de aleación de bronce, con la cabeza de la diosa Minerva luciendo un casco.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
Cabeza equina
Moneda de aleación de bronce con una cabeza equina con la palabra «ROMANO», fechada entre el 335 y el 312 a.C.
Foto: Soprintendenza Speciale Archeologia, Belle Arti e Paesaggio di Roma
¿Todos los caminos conducen a Roma? Un estudio intenta comprobar si es así y esta es su conclusión
Un equipo de investigadores decidió averiguar si el famoso dicho es cierto
Un mapa del proyecto ‘Roads to Rome’. moovellab.com
Fuente: RT Actualidad
8 de mayo de 2018
Un equipo de investigadores alemanes en el marco del proyecto ‘Roads to Rome‘ (Caminos a Roma) ha analizado las rutas terrestres para verificar el famoso dicho, que afirma que todos los caminos conducen a la ciudad eterna.
Los autores eligieron 486.713 puntos de partida, desde los cuales pretendían llegar a Roma, en una red de caminos que cubre 26.503.452 km². Para elaborar las rutas se usó un algoritmo, desarrollado específicamente para el proyecto, que eligió los caminos más cortos desde los puntos dados hasta la capital de Italia. El estudio utilizó datos de Open Street Map y ‘software’ de código abierto.
Como resultado, el equipo obtuvo un mapa: cuanto más a menudo se utiliza una determinada ruta, más intensamente se marca la línea en el mapa. «Al menos para Europa es obvio: ¡Todos los caminos conducen a Roma!», fue la conclusión los autores.
En su apogeo, el Imperio romano creó una extensa red de carreteras en toda Europa, desde el Reino Unido hasta Turquía, conectando 113 provincias mediante 373 rutas con una longitud de más de 80.000 kilómetros. El estudio demostró que hasta el día de hoy, las principales vías públicas de Europa coinciden con los antiguos caminos romanos.