IX Jornada de Cultura Clàssica de Sagunt

¿Qué poderosa fuerza es capaz de conseguir que casi 200 docentes de Clásicas sacrifiquen el preceptivo descanso sabático para acudir religiosamente año tras año a la llamada que desde Sagunto hace Hermes a la gens classica? Está claro: Las ganas de aprender, el deseo de conocer nuevas experiencias didácticas y, sobre todo, la certeza de que allí uno va a encontrarse con buenos amigos.

Cómo será, que esta ocasión ni el mismo Zeus quiso perdérselo y apareció por sorpresa (en esencia que no en forma, que ya sabemos todos que su epifanía la guarda para otros menesteres) para asombro de los presentes. Preocupado debía andar ante el revuelo de tantos clásicos allí congregados, no fuera a tratarse de una conjura para intentar su destronamiento.

Tras la presentación de la Jornada, dieron comienzo las comunicaciones y las experiencias didácticas. Germán González nos dio a conocer el Iter inter pares, un campamento para profesores que a modo experimental se celebró el pasado verano con la finalidad principal (aunque quedó claro que no única) de elaborar actividades y materiales sobre el latín y el griego como lenguas vivas, que luego pudieran ser puestas en práctica en las clases. Visto lo bien que se lo pasaron, más de uno mostró interés por saber cuándo se celebrará la segunda edición. Momento estelar para la risa con la proyección del vídeo de la Escuela de Atenas.

La siguiente intervención fue la presentación del proyecto de la Academia Saguntina, una nueva Escuela de verano para alumnos. José Luís Navarro (de Euroclassica), Gemma López (de Helios Teatro) y Charo Marco y Amparo Moreno (de la Domus Baebia) fueron los encargados de darnos a conocer esta nueva propuesta, a la que deseamos el mayor éxito y para lo cual estamos convencidos de que van a poner todo su empeño. La Academia Saguntina estará dedicada a la cultura clásica y se vertebrará en torno a dos ejes: la vida pública y privada en Roma y el teatro griego. Quedará enmarcada en el conjunto de las Academias que Euroclassica organiza durante el verano en otros lugares como Quíos, Roma y Dubrovnik, centradas en el griego, el latín, y la tradición clásica respectivamente.

La siguiente ponencia corrió a cargo de Vicenç Reglà, Priscilla Borrell, Guillem Cintas et Sergi Ricart, un grupo de jóvenes clásicos que dejaron patente su entusiasmo y que presentaron dos nuevos materiales que a buen seguro a muchos de nosotros nos serán de gran utilidad en nuestras clases: Las traducciones revisadas del «Diccionari Grec clàssic-català» de J.M. Pabón  y el «Nova Via» de Luigi Miraglia.

La última presentación fue la de Ana Ovando, que nos habló de «Un niño griego en clase», su propuesta para el aprendizaje del griego clásico, y nos dio a conocer su método de trabajo con sus alumnos. ¿Qué puedo deciros de Ana que no sepáis? Contagia su entusiasmo allá donde va, tiene la virtud de hacer que lo complicado parezca la cosa más sencilla del mundo, y siempre, siempre, esconde un as en la manga capaz de sorprendernos. Pues no va y nos dice que aprender griego es la leche… Creo que Ana encarna a ese profesor que a todos nos gustaría ser o que nos gustaría llegar a ser. Y no diré más no vaya a ser que se le suba la hybris a la cabeza. De lo que trató su brillante exposición podéis haceros una idea viendo su presentación.

Tras el café o los zumos ad libitum, llegó la esperada clase (que no conferencia como bien diría Hermes) de Mercedes Madrid, en esta ocasión sobre «La androginia antigua y moderna». Quienes hayáis tenido la suerte de asistir en alguna ocasión a alguna conferencia suya conoceréis ya la forma tan particular que tiene de hablar de los asuntos clásicos, tan clara, tan sencilla y tan erudita a la vez, tan magistral; algo que solo es posible desde el profundo conocimiento de aquello de lo que se está hablando. Ya sabéis, aquello del rem tene, verba sequentur, que decía Cicerón. Y seguro, seguro, que de ahora en adelante algunos vamos a ver de otra forma los anuncios de colonia y los desfiles de modelos…

Descanso para comer y, por la tarde, turno de los talleres. Momento en el que a uno le gustaría tener el don de la ubicuidad para no perderse nada. Como no es el caso (oh, miserable condición humana), toca repartirse entre las distintas propuestas, a cual más interesante: El «pasa-palabra» latine, impartido por Mertxe Alcaraz. Los Juegos de vocabulario latino on-line, con Antonio González Amador. El Taller de coros de comedias, con José L. Navarro. Las Danzas griegas, con Gemma López y Antonio Bardera. La Cerámica griega, con Teresa Cases, Teresa Beltrán y Tica Agut. El Taller de indumentaria griega y romana, con Blanca Gálvez. Y el «Militaria» sobre el ejercito en Roma, impartido por José Luís Pellicer y Charo Marco.

En resumen, un día lleno de emociones, de encuentros y reencuentros, de experiencias de las las que sacar ideas para nuestras clases y  de constatación, en suma, de que la cultura clásica, el latín y el griego, siguen teniendo en nuestros días plena razón de ser. La tienen y deben seguir teniéndola, por el bien de todos. Por eso, hoy más que nunca, se vuelve de todo punto necesario reclamar de los gobiernos y organismos internacionales la protección del latín y el griego como la máxima expresión de la esencia cultural de Europa, de la esencia cultural de todos. Nosotros sabemos que esto es así, y -parafraseando a José Luís Navarro-, aunque seamos minoría y pocos nos crean, como a Casandra y a Laocoonte, sabemos que tenemos razón.

Foto: Cortesía de Ana Ovando