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El arte de Palmira resplandece en Italia
Una exposición en el Museo de Aquilea, con esculturas, mosaicos y relieves funerarios, difunde la importancia de un patrimonio cultural único en peligro
Estela del siglo I d.C. Museo Arqueológico Nacional de Aquilea
Fuente: ÁNGEL GÓMEZ FUENTES | ABC
3 de julio de 2017
Palmira, una joya de arte que los terroristas de Daesh quisieron destruir, resplandece en una exposición en Italia, la primera en Europa dedicada a la ciudad siria después de su destrucción por el terrorismo fundamentalista. Con el título «Caras de Palmira en Aquilea», una treintena de esculturas, mosaicos y monumentos funerarios, además de fotografías, se exponen hasta el 3 de octubre en el Museo Arqueológico Nacional de Aquilea, antigua ciudad romana en la provincia de Udine, al norte de Italia.
La muestra pretende difundir la importancia de un patrimonio cultural único en peligro, y contiene además un valor simbólico, uniendo la cultura de dos ciudades: Palmira, fértil «reina del desierto», colonia romana, donde se hablaba griego, arameo y latín, centro estratégico de intercambio de especias, incienso, piedras preciosas, mirra y seda; y Aquilea, fundada por los romanos en el 181 a.C., nacida como muralla contra las poblaciones guerreras que llegaban desde los Alpes y del Este, ciudad multilingüe y mercantil. Palmira y Aquilea, dos ricas ciudades antiguas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, dialogan a pesar de la distancia geográfica, mediante obras maestras de la exposición.
Diálogo cultural
En ambas ciudades, con sus contextos diversos desde el punto de vista étnico y cultural, hay afinidades, como la tolerancia y convivencia entre religiones y culturas. Por ejemplo, el altar dedicado al sol, prestado por los Museos Vaticanos, representa el traslado, en el siglo I d.C., de una comunidad de Palmira a Roma, tan ligada a sus propias divinidades que las honran también en Italia. Por otro lado, el retrato de Batmalku e Hiran, procedente del Museo Nacional de Arte Oriental de Roma, representa una madre con su hijo. Los relieves de Palmira dan mucha importancia a los afectos familiares, evidenciados en las inscripciones en arameo.
En el museo de Aquilea, que aporta ocho obras propias a la exposición, se confrontan, sobre todo, relieves funerarios con retratos de difuntos, en solitario o en pareja, revelando papeles sociales, modas y tendencias de la propia época, desde el primero hasta el cuarto siglo después de Cristo. Las diferencias estilísticas entre el arte de Palmira y Aquilea son notables, aunque se intentaba una autorrepresentación común en todo el imperio romano. En Aquilea, zona norte del Adriático, donde los sepulcros se disponían de forma regular a lo largo de las vías de salida de la ciudad, se impone un estilo minimalista, más esquemático, al representar la fisonomía de los difuntos. En cambio, el estilo en Siria es diverso: los retratos femeninos de Palmira se ilustran con los mínimos detalles, con collares y anillos en todos los dedos.
Foto histórica de las ruinas de Palmira – © Elio Ciol
Una difícil reconstrucción
La gran pregunta que todo el mundo se hace hoy es si ese gran patrimonio artístico de Palmira se puede reconstruir. El arqueólogo Paolo Mattiae, gran experto de la Siria antigua, donde excavó durante medio siglo, descubridor de la ciudad de Ebla, al norte de ese país, cree que será posible la reconstrucción, aunque lo ve complicado. «Las últimas noticias del director general de arqueología en Siria dicen que los restos arqueológicos no han sido pulverizados; el 70% está intacto, el otro tercio está en gruesos fragmentos que permitirán su restauración», afirma Mattiae, aunque reconoce que «será muy difícil. Toda reconstrucción es un negocio».
La exposición de Aquilea refleja la «limpieza cultural» que ha hecho el terrorismo islámico, según Irina Bokova, directora general de la Unesco. En efecto, guerras y devastaciones naturales han destruido el patrimonio artístico de poblaciones mundiales a lo largo de la historia. Pero nunca se había visto en tiempos recientes el sistemático intento de eliminar al enemigo con la destrucción de su propia cultura y su patrimonio artístico. Tiene su lógica perversa la destrucción de un patrimonio arqueológico de un país: con la destrucción de monumentos y obras de arte de una población, se le priva de su identidad y se le golpea en el corazón. Por eso, el patrimonio de lugares de Siria bajo el control de los fundamentalistas islámicos sigue siendo destruido.
De ahí que al contemplar esta bella exposición, hay quien recuerda una reflexión de Albert Camus, premio Nobel de Literatura en 1957: «Sin cultura y la relativa libertad que de ella se deriva, la sociedad, aunque fuera perfecta, sería una jungla. He aquí el por qué toda auténtica creación es en realidad un regalo para el futuro».
Tesoros destruidos por los terroristas en Palmira recobran la vida en Roma
Gracias a una tecnología de vanguardia, dos obras maestras de la época de la legendaria reina Zenobia se recomponen con una especie de prótesis tras su destrucción a martillazos
Los dos bustos dañados – ABC
Fuente: ÁNGEL GÓMEZ FUENTES | ABC
19 de febrero de 2017
El arte mutilado por los terroristas del Daesh en Siria está siendo restaurado en Italia. Se trata de dos bustos funerarios en piedra caliza de alabastro, cuya antigüedad se calcula entre los siglos I y III d. C., procedentes del Valle de las Tumbas, a las puertas de Palmira. Se conservaban en el Museo de la antigua ciudad siria, y fueron salvajemente dañados con martillazos por los terroristas del Daesh. Heridos de muerte, fueron salvados in extremis en el 2016 y están renaciendo ahora a una nueva vida con tecnología de vanguardia en el Instituto de Conservación y Restauración del ministerio de Bienes Culturales en Roma.
Se trata de dos figuras, un hombre y una mujer bellísima con el velo que le cubre la cabeza y joyas que le sujetan el manto sobre los hombros. Dos obras de arte, raro testimonio de la época de la legendaria reina Zenobia que en el 272 d. C. Conquistó la independencia del imperio romano. Incluso Hollywood celebró la reina de Palmira con la película «Bajo el signo de Roma» (1959), dirigida por Michelangelo Antonioni y Guido Brignone con Anita Eckberg interpretando a Zenobia, reina de Palmira.
El más deteriorado es el busto de la figura masculina, con media cara destruida. El restaurador experto de reconstrucción en 3D cura la herida con una especie de prótesis, fruto de una sofisticada impresión tridimensional (polvo de nailon sinterizado con láser) con una capa de estuco de un milímetro de espesor. “La restauración se hace con el respeto total del mármol original”, explica el restaurador Antonio Iaccarino Edelson. Para el busto de la dama noble, la restauración se hace fragmento a fragmento. Una vez que recuperen su integridad perdida, cosa que ocurrirá en breve, este pequeño gran tesoro será devuelto a Siria, , para que sean conservados en lugar seguro: En una caja fuerte del Banco Central sirio en Damasco.
El viaje de retorno no constituirá a buen seguro la aventura que rodeó a los dos bustos hasta que llegaron a Roma. En el 2015 funcionarios del Museo Arqueológico de Palmira se apresuraron a salvar algunas obras maestras ante la llegada de los terroristas del Daesh. Se vieron obligados a dejar atrás las estatuas y los sarcófagos más grandes, así como los dos bustos procedentes del Valle de las Tumbas. Cuando la ciudad de Palmira fue temporalmente liberada, en la primavera del 2016, los funcionarios de damasco volvieron para salvar algunas obras, entre ellas los bustos. Estos fueron metidos en una caja y por tierra, en una pequeña camioneta la llevaron hasta la embajada siria de Beirut, superando decenas de bustos de control. Funcionarios italianos se hicieron cargo de las dos obras en la embajada y después de no pocos problemas de aduanas, la caja pudo emprender vuelo desde Beirut a Roma.
Exposición en el Coliseo
Los dos bustos llegaron a la capital italiana a primeros de octubre pasado, para formar parte de la exposición «Renacer de las destrucciones, Ebla, Nimrub, Palmira», que estuvo abierta en el Coliseo hasta el 11 de diciembre.
En esa exposición, gracias a una reconstrucción a escala real realizada en Italia, fue posible admirar tres monumentos destruidos o dañados por los terroristas: El Toro androcéfalo que ya no existe del Palacio Noroeste de Nimruk (Irak), la Sala de Archivo de Ebbla (Siria) que custodiaba 17.000 tablillas cuneiformes y que se encuentra en grave estado de abandono, o una parte del techo destruido del milenario templo de Bel en Palmira (Siria). Con esta exposición se rindió homenaje al famoso arqueólogo asesinado en Palmira, Khaled Asaad, calificado de “héroe”, porque con otras personas salvó una gran cantidad de obras maestras que son patrimonio de la humanidad.
El objetivo de la exposición fue sensibilizar a la opinión pública internacional en el conocimiento de la cultura y salvaguardia de los lugares y monumentos que son patrimonio de la humanidad. Además, se quiso favorecer el debate sobre la reconstrucción de lo que se destruye y acerca de la restauración de cuanto queda dañado.
Los objetivos se han cumplido. Ahora el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, ha podido decir con orgullo que Italia es una potencia mundial en la restauración del patrimonio, «con institutos y restauradores que ponen en luz las excelencias italianas». En el caso de los dos bustos, bien se puede decir que lo que un día se destruyó a martillazos, en Roma ha sido salvado gracias al primoroso trabajo y pasión de restauradores italianos.
Expertos rusos pesimistas sobre reconstrucción del templo de Bel en Palmira
Expertos rusos se mostraron hoy pesimistas sobre la posible reconstrucción del Templo de Bel, el más importante de Palmira (Siria), tras visitar las ruinas de la antigua ciudad romana.
El fotografo sostiene una imagen hecha el 14 de septiembre de 2014 frente a una vista general del Templo Bel tomada el 31 de marzo de 2016. JOSEPH EID (AFP)
Fuente: EFE | LA VANGUARDIA
Moscú, 13 jul.- «El daño es notable. El santuario ha sido destruido en numerosos fragmentos, grandes y pequeños», señala el informe divulgado por la agencia oficial RIA Nóvosti.
Los expertos, que inspeccionaron Palmira entre el 5 y el 9 de julio pasados, consideran que difícilmente será posible restaurar el templo volado por el grupo terrorista Estado Islámico, que controló la histórica ciudadela durante diez meses, pero no descartan su reconstrucción en base a dibujos y fotografías.
En ese caso, serían necesarios grandes esfuerzos y financiación, además de un plazo de tres o cuatro años, aunque ahora la prioridad, en su opinión, es salvar el pórtico del templo que se encuentra en un estado crítico.
En cuanto a otras construcciones, son más optimistas, aunque destacan que, tanto debido a las acciones militares como las acciones destructivas de los terroristas, el patrimonio arqueológico y arquitectónico de Palmira «sufrió daños significativos».
Consideran que el famoso Arco de Triunfo, tarjeta de visita de Palmira, podría ser reconstruido en menos de un año con un coste de 400.000 dólares (360.000 euros), mientras el Templo de Baalshamin necesitaría una inversión de 175.000 dólares (157.000) en 2 o 3 meses.
Los expertos del Ministerio de Cultura de Rusia, el Museo del Hermitage de San Petersburgo y del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias también abogaron por restaurar el museo de la ciudad.
Solo tras reparar y rehabilitar el edificio, al museo podrán volver las piezas que fueron trasladadas a Damasco y Homs para evitar que cayeran en manos de los yihadistas.
El anfiteatro (92 metros de diámetro) es el único gran tesoro de Palmira, joya de la antigüedad comparada con Petra y Pompeya, que los terroristas respetaron, aunque lo utilizaron para escenificar sus salvajes ejecuciones.
El EI conquistó Palmira el 20 de mayo de 2015 y la tuvo en sus manos hasta el 27 de marzo pasado, cuando las fuerzas armadas sirias expulsaron a los yihadistas de la zona con la ayuda de la aviación rusa.
Conocida por sus ruinas grecorromanas, Palmira es uno de los seis lugares sirios que figuran en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
En los últimos días se han reanudado los combates en las inmediaciones de Palmira, donde se encuentran desplegados, además de tropas sirias, un contingente de soldados rusos.
La Unesco afirma que Palmira conserva gran parte de su integridad y autenticidad
Palmira «conserva gran parte de su integridad y autenticidad» pese a «la destrucción de varios edificios emblemáticos» durante su ocupación por el Estado Islámico, según concluyeron hoy los expertos de la Unesco, que durante dos días visitaron los restos arqueológicos.
Vista de las ruinas del Castillo de Palmira (castillo de Fakhr-al-Din al-Ma’ani) en esa ciudad histórica en Siria. EFE/Archivo
Fuente: EFE | YAHOO Noticias
París, 27 abr.- La organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) anunció «medidas urgentes de salvaguarda» de la antigua ciudad de Palmira, incluida en su lista del patrimonio mundial.
En su informe preliminar, tras haber visitado la ciudad los pasados lunes y martes, los expertos constatan los «daños considerables» en el museo de la ciudad, indicó la Unesco en un comunicado.
«Los sarcófagos y las estatuas que eran demasiado grandes y pesadas para poder ser trasladadas a un lugar seguro antes de la llegada de los extremistas, están destrozadas, sus cabezas cortadas, y los fragmentos de muchas de ellas esparcidos por el suelo», precisó.
Ante ello, se han establecido las «medidas de emergencia» necesarias para consolidar el edificio y ahora será necesario un considerable trabajo «para documentar, evacuar, proteger y restaurar todo cuanto sea posible».
«Las labores de documentación e identificación de todos los fragmentos de estatuas destruidas ya han comenzado», indicó la organización.
También comprobaron que el ágora fue destruido, al igual que el Arco del Triunfo y el Templo de Baal Shamin.
Los expertos, que estuvieron en todo momento escoltados por personal de la ONU, examinaron igualmente la gran columnata, compuesta por 750 columnas que se extienden a lo largo de 1,3 kilómetros, pero no pudieron acceder al Templo de Bel puesto que aún no han culminado las labores de desminado.
Además pudieron comprobar los daños sufridos en la Ciudadela de los Mamelucos, situada en una colina con vistas a la ciudad antigua.
Los miembros de la misión, encabezada por la directora del Centro del Patrimonio Mundial, Mecthild Rössler, «guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas asesinadas en el Anfiteatro».
«Palmira es un pilar de la identidad de Siria y contribuye a la dignidad de todos los sirios. La Unesco está decidida a garantizar la salvaguardia de este y otros lugares junto con todos sus socios, como parte de las operaciones humanitarias y de consolidación de la paz», indicó la directora general de la organización, Irina Bokova.
La misión contó con el respaldo del director general de Antigüedades y Museos sirios, Mamoun Abdoulkarim, y de los jefes de varios departamentos encargados del patrimonio mundial, los museos, la arquitectura, y los sitios históricos del país.
«Los miembros de la misión rindieron homenaje al valor de todos quienes trabajan para documentar y salvaguardar el patrimonio de Siria, en particular en el seno de la Dirección General de Antigüedades y Museos de Siria, por su dedicación a proteger un patrimonio que pertenece por igual a todos los sitios y a toda la humanidad», indicó la Unesco.
La misión presentará su informe definitivo sobre el estado de la ciudad durante la 40ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial que tendrá lugar en Estambul en julio próximo.
En ese momento también recomendará las medidas de conservación necesarias.
La Unesco enviará una misión internacional de expertos para examinar con mayor detalle el estado de conservación de los diferentes sitios del patrimonio de Siria, incluyendo Palmira, agregó.
Berlín acogerá a principios de junio una reunión internacional de expertos sobre la preservación de los sitios del patrimonio de Siria.
Situado al nordeste de Damasco, en el desierto de Siria, el oasis de Palmira alberga las ruinas monumentales de una gran ciudad que fue uno de los centros culturales más importantes de la Antigüedad, sometida a la influencia de diversas civilizaciones.
En los siglos I y II, las técnicas grecorromanas se fusionaron con las tradiciones artísticas autóctonas y persas.
El Arco del Triunfo de Palmira ‘resucita’ en Trafalgar Square
La réplica ha sido construida por el Instituto de Arqueología Digital (IDA) a partir de tecnología tridimensional y con piedras egipcias
Recreación del Arco del Triunfo de Palmira, en el centro de Londres. | EFE
Fuente: CARLOS FRESNEDA > Londres | EL MUNDO 19/04/2016
Una reproducción del Arco del Triunfo de Palmira, recreado digitalmente y reconstruido piedra a piedra con mármol egipcio, se levanta desde el martes en Trafalgar Square, marcando el camino entre la columna de Nelson y la National Gallery.
«Queremos mandar al pueblo sirio un mensaje de solidaridad», ha dicho el alcalde de Londres, Boris Johnson, en el momento de quitarle simbólicamente el velo al monumento, erigido por el Instituto de Arqueología Digital.
«Pero queremos que sea también un desafío a los bárbaros de Daesh, o del Estado Islámico, como ellos mismos se llaman», agregó Johnson. «No han logrado borrar 2.000 años de historia, aunque todos los esfuerzos deben centrarse ahora en reconstruir el pasado espléndido de Siria y garantizar un futuro a su población».
La directora del proyecto, Alexy Karenowska, habló del simbólico puente «entre Oriente y Occidente» con esta reproducción itinerante del arco romano (destruido por el Isis durante la ocupación de Palmira) que viajará después a Nueva York y Dubai antes de viajar a Siria y ser emplazado junto al lugar donde estuvo el original.
«Siria ha sido históricamente una encrucijada de culturas», declaró bajo el arco Mamoun Abdulkarim, ex director de antigüedades en Damasco. «Tenemos una herencia común y universal. Necesitamos que el mundo tome conciencia y nos ayude a recuperar nuestro legado y a poner fin al conflicto».
Palmira, recién liberada, sigue siendo un tesoro histórico
Foto: Valery Sharifulin, ITAR-TASS Photo, Corbis
Fuente: Kristin Romey | National Geographic en Español 31/03/2016
La historia está escrita en las paredes de Palmira, literalmente. En templos y dinteles, alrededor de monumentos funerarios, y serpenteando por las altas columnas de caliza que se alzan en el desierto sirio, a 215 kilómetros al noreste de Damasco.
Esas inscripciones fueron asentadas en griego y arameo palmireño, fenómeno bilingüe exclusivo de Palmira: sitio arqueológico y Patrimonio Mundial UNESCO que se ha convertido en foco de la atención internacional desde mayo, cuando el Estado Islámico (ISIS) ocupó el territorio que rodea las antiguas ruinas.
El domingo 27 de marzo, el Ejército sirio retomó la ciudad y en estos momentos, las fuerzas armadas están retirando explosivos y trampas colocados alrededor de Palmira, después de lo cual, especialistas ingresarán en el sitio para evaluar el daño causado a los monumentos.
Las inscripciones nos brindan una perspectiva única de la vida en una ciudad fronteriza muy particular donde, durante siglos, los mercaderes locales controlaron el comercio entre el Mediterráneo y Mesopotamia.
Como ejemplo: una inscripción de 130 d.C., donde el Senado de Palmira honra al ciudadano Male Agrippa por la construcción de un templo dedicado a Baalshamin –dios semita del cielo- para conmemorar una visita previa del emperador romano Adriano. La dedicatoria bilingüe fue inscrita en la entrada del templo, edificado con una combinación singular de los estilos arquitectónicos romano y de Cercano Oriente.
El regalo de Male Agrippa, el Templo de Baalshamin, fue destruido el año pasado por el Estado Islámico, junto con el Templo de Bel –el templo más grande e importante de Palmira-, así como el emblemático Arco del Triunfo de la ciudad.
El encuentro de Oriente y Occidente
Palmira (llamada Tadmor hasta el periodo romano) se menciona en los registros históricos desde hace 3 800 años. Sin embargo, fue durante los siglos I a III d.C. que el oasis desértico alcanzó su apogeo como eje crítico del comercio entre Roma y los imperios Parto y Sasánida, en oriente.
Los mercaderes palmireños se enriquecieron con impuestos y protegiendo caravanas que cruzaban el desierto sirio hasta el Éufrates y el golfo Pérsico, transportando gemas y especias a los mercados del Mediterráneo a cambio de metales preciosos, vidrio y otros artículos suntuarios provenientes de lugares lejanos, como India.
Pero las caravanas llevaban consigo un caudal de influencias culturales y así, entre las miles de inscripciones registradas en Palmira, encontramos dedicatorias a deidades de las tradiciones fenicia, babilónica, árabe y cananea.
Con el paso de los siglos, el Imperio Romano ejerció distintos grados de control sobre Palmira, y si bien los poderosos mercaderes de la ciudad fronteriza adoraban a las deidades orientales, también adoptaron las costumbres de la elite romana, informa Maura Heyn, profesora asociada de estudios clásicos en la Universidad de Carolina del Norte, Greensboro y especialista en los monumentos funerarios de la ciudad.
“Digamos que los palmireños eran los vaqueros de la frontera, pero también participaron de la práctica imperial de embellecer su ciudad con edificios grandiosos”, dice, acerca de monumentos emblemáticos como el Templo de Bel, dedicado en 32 d.C. y la Gran Columnata de 1.1 kilómetros de largo, construida entre los siglos II y III d.C.
Los ciudadanos inmortalizaron sus donativos a las campañas para esas construcciones colosales con inscripciones talladas por toda la ciudad.
La elite de Palmira también imitó a Roma al conmemorar a sus muertos. Aunque los monumentos funerarios incluían inscripciones arameas, las personas representadas en ellos vestían galas romanas. “Estos monumentos ofrecen algunos de los mejores ejemplos de joyería del mundo grecorromano”, agrega Heyn. “Muy contadas ciudades del Imperio Romano cuentan con tantas evidencias de cambio y negociación cultural”.
Enfrentamiento con Roma
Sin duda, el ciudadano más famoso de Palmira fue la reina Zenobia, quien aprovechó la riqueza y el caos político del Imperio Romano para tomar, brevemente, el control de las provincias romanas orientales de Egipto, Siria y Palestina, e incorporarlas al gran Imperio de Palmira (269-273 d.C.). A la larga, fue derrotada y capturada por las fuerzas del emperador Aureliano, quien saqueó Palmira tras un levantamiento ulterior.
La ciudad nunca se recuperó por completo, y la drástica disminución de riquezas que Palmira proporcionaba a Roma pudo contribuir considerablemente a la eventual decadencia del Imperio Romano Occidental, en el siglo V d.C.
Hasta que estalló el conflicto de 2011, Palmira era uno de los destinos turísticos más populares de Siria y los sirios modernos tienen un vínculo muy personal con la antaño grandiosa ciudad comercial que tanto influyó en Roma y terminó desafiando el poder imperial.
“Los sirios consideran que Palmira es muy especial, porque es una fuente de orgullo para ellos”, explica Salam Al Kuntar, arqueóloga siria e investigadora invitada de la Universidad de Pennsylvania. “Son muy fieles a este pasado histórico, y a los monumentos y el arte que lo representan”.
Ahora que el Estado Islámico ha sido expulsado de Palmira, la antigua ciudad, celebrada por arrancarse el yugo del imperialismo occidental, ya no enfrenta la amenaza existencial de los militantes fundamentalistas orientales.
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Londres expondrá una réplica del Arco del Triunfo de Palmira
Foto: Institute for Digital Archaeology
Fuente: ANSA
NUEVA YORK, 30 de Mar.- La cita será en Londres, en Trafalgar Square, el 19 de abril. Mientras la comunidad arqueológica mundial – desde el Hermitage de San Petersburgo hasta los expertos Italianos de los «cascos azules para la cultura» – comienzan a evaluar los daños sufridos por el sitio romano de Palmira, una réplica de Arco del Triunfo de la antigua ciudad caravanera está recibiendo los últimos retoques cerca de Carrara para ser levantada dentro de unos días en la plaza central de la capital británica.
La iniciativa, que ha partido del Instituto de Arqueología Digital en colaboración con la UNESCO, la Universidad de Oxford, el Museo del Futuro de Dubai y el gobierno de los Emiratos Árabes, es el primero de una serie de proyectos y ha sido posible gracias a la colección de miles de imágenes tridimensionales recogidas en los sitios en riesgo de destrucción por equipos de voluntarios en las zonas de guerra de Oriente Medio y el Norte de África.
La réplica de mármol, que después de Londres será exhibida en Nueva York, ha sido creada por «canteros-robot» utilizando la técnica de la impresión en 3D.
Palmira podrá renacer
Italia, lista para enviar los «cascos azules de la cultura», una fuerza compuesta por carabineros y expertos civiles, para reconstruir la ciudad siria
El Arco de Triunfo de Palmira – AFP
Fuente: ÁNGEL GÓMEZ FUENTES | ABC 29/03/2016
La ciudad de Palmira, reconquistada a Daesh, podrá renacer después de su liberación. Un grupo de expertos se ocupará de su restauración y los «cascos azules de la cultura» podrían ser enviados a la ciudad Siria, declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. «Italia está lista para el envío de cascos azules culturales que no son solamente una idea, sino una realidad operativa, una fuerza compuesta por carabineros y expertos civiles, dispuesta a intervenir en Siria tan pronto como lo pida la comunidad internacional», ha manifestado el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini.
Los «cascos azules de la cultura» fueron aprobados por la Unesco el pasado 17 de octubre en París: 53 países votaron por aclamación la propuesta de Italia. Su función es la de preservar y recuperar el patrimonio artístico de la humanidad dañado por guerras o desastres naturales, así como enfrentarse al tráfico ilícito que el terrorismo hace con los objetos de arte. Italia fue el primer país que puso a disposición de la Unesco esta fuerza dedicada completamente a la defensa del patrimonio cultural de la humanidad.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Paolo Gentiniloni, manifestó en Moscú tras entrevistarse con su colega ruso Sergei Lavrov, que la liberación de Palmira es una ocasión propicia para experimentar la iniciativa de los «cascos azules de la cultura» con el patrocinio de la Unesco. Igualmente, el ministro Lavrov subrayó que Rusia considera también una oportunidad para la Unesco el movilizar los esfuerzos de la comunidad internacional para reconstruir Palmira.
Proyecto de reconstrucción
Italia cuenta ya con un plan de reconstrucción para esta espléndida ciudad, cuyas primeras noticias se remontan al segundo milenio a. C., época en que se llamaba Tadmor. Es citada por primera vez con el nombre de Palmira en el siglo I a. C. Situada en un oasis a 240 kilómetros al nordeste de Damasco, tuvo un irrepetible periodo de esplendor entre el I y III siglo d. C. La arqueóloga María Teresa Grassi, de la universidad de Milán, que excavó y estudió en Palmira desde el 207 al 2010, ha expuesto al «Corriere» que cuentan con las tecnologías adecuadas para la reconstrucción de una ciudad que «fascina por su capacidad de ser la Puerta de Oriente a los ojos de quienes llegan desde el Mediterráneo y, al mismo tiempo, representa el ingreso a Roma para los que procedían desde Persia y la India».