Posts tagged ‘Jean-Luc Martínez’
Un paseo por Palmira desde París
El Grand Palais inaugura una exposición sobre los sitios patrimoniales amenazados por el conflicto en Oriente Medio
Fuente: ÁLEX VICENTE > París | EL PAÍS
24 de diciembre de 2016
Muchos todavía no han olvidado lo sucedido en marzo de 2001 en el valle de Bamiyan, en pleno corazón de Afganistán. Tras sobrevivir durante 15 siglos, intactas ante la imparable erosión del tiempo, el poder devastador de las guerras y las catástrofes naturales, las dos espectaculares efigies de Buda talladas en el interior de un acantilado fueron dinamitadas por los talibanes, que consideraron que eran falsos ídolos contrarios a la ley del Corán, y quedaron pulverizadas en cuestión de segundos. Fueron el augurio de otros muchos deterioros por venir, que se alargan hasta la actualidad.
Mientras la destrucción sigue adelante en Alepo y el yihadismo retoma posesión de la ciudad histórica de Palmira, el Grand Palais de París acaba de inaugurar Sitios eternos, una exposición pensada para dar la voz de alarma respecto a la destrucción del patrimonio histórico en Oriente Medio. ¿Importan las piedras mientras peligran tantos millones de vidas? François Hollande, que inauguró la exposición el pasado miércoles, se hizo esa misma pregunta tras visitarla. Y se atrevió a responderla. “Cuando se apunta a una población hasta ese punto, por el régimen sirio y por Daesh [siglas en árabe del Estado Islámico], ¿hay que preocuparse por el patrimonio?”, expresó el presidente francés. “En realidad, ambos combates son inseparables: hay que salvar vidas y salvar las piedras”.
A nadie se le escapa que la historia de esas piedras es también la historia de esos hombres. “No es casualidad que esos grupos armados ataquen esos lugares. Saben que es una manera de atacar nuestra memoria”, expresaba después una de las responsables del proyecto, Ariane Orsini. Hasta el 9 de enero, esta muestra efímera, improvisada en los últimos meses en una de las galerías del Grand Palais ante la gravedad creciente de la situación, propone una inmersión total en cuatro sitios arqueológicos amenazados por la guerra, reconstruidos a partir de imágenes 3D proyectadas sobre las paredes del museo, y acompañadas de algunas obras y objetos extraídos de las colecciones del Louvre.
El primer lugar patrimonial explorado por la muestra es Palmira, sometida de nuevo al control del Estado Islámico desde hace solo unos días. Situada en pleno desierto sirio, al nordeste de Damasco, fue una próspera ciudad a medio camino entre Oriente y Occidente entre el siglo I antes de Cristo y el III de nuestra era. En mayo de 2015, los yihadistas atacaron los templos de Bel y Baalshamin, el arco de triunfo y tres torres funerarias. A partir de fotografías tomadas por turistas antes de su destrucción parcial, la agencia francesa Iconem se propuso reconstituir este lugar patrimonial. Y, más tarde, logró acceder a Palmira en marzo de 2016, cuando el ejército sirio retomó el control de su perímetro, para capturar con sus cámaras de alta definición el alcance de la pérdida. La exposición permite pasear por la ciudad y también comparar su estado antes y después de la irrupción del grupo terrorista. “La idea es convertir en accesibles lugares que ya no lo son”, sostenía el presidente del Louvre, Jean-Luc Martinez.
La muestra también se adentra en Khorsabad, la antigua Dur Sharrukin o “fortaleza de Sargón”, una ciudad protegida por una muralla cuadrangular que se convirtió, siete siglos antes de Cristo, en la capital de Asiria. En 2015, fue asaltada por el Estado Islámico y hoy resulta inaccesible. Las imágenes recogidas en la muestra solo pudieron ser capturadas utilizando drones. El Grand Palais también inspecciona la Gran Mezquita de Damasco, conocida por sus mosaicos de cristal y oro de estilo bizantino, y uno de los lugares más emblemáticos de la cultura islámica. Construida en el siglo VIII, es ahora objeto de un almacenamiento preventivo de imágenes antes de una eventual destrucción. En 2013, su alminar se vino abajo a causa de la guerra civil y todavía no ha sido restaurado.
Por último, la exposición examina el estado del Crac de los Caballeros, al oeste de Siria, fortaleza inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco en 2006, símbolo de la arquitectura militar en los tiempos de las Cruzadas y huella, hasta ahora imborrable, de la presencia cristiana en Oriente Medio. El lugar fue ocupado y dañado por los rebeldes hostiles al régimen de Al Assad en 2012.
La muestra responde a una doble voluntad de documentar el estado de esos cuatro sitios patrimoniales y despertar conciencias para evitar que desaparezcan. “Esta exposición es un acto militante. También lo será por parte del visitante, que acudirá a ella no porque sea gratuita, sino porque querrá ser también un actor, y no solo un espectador, de la protección del patrimonio”, expresó Hollande durante la inauguración. Las autoridades francesas ya impulsaron, a principios de diciembre, una conferencia internacional en Abu Dhabi para promover la preservación del patrimonio, donde 40 países se comprometieron a crear un fondo de 100 millones de dólares (95,6 millones de euros) para esta causa.
Cómo piensan reconstruir Palmira, la ciudad patrimonio destruida por Estado Islámico
La ciudad de Palmira cayó en manos de Estado Islámico en mayo de 2015. Foto: Reuters
Fuente: BBC Mundo 29/12/2015
A Palmira le llamaban la «Venecia del desierto» y fue declarada ciudad patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1980.
Este lugar en mitad del desierto sirio fue parte del imperio romano y las huellas de su esplendor se descubrieron en el siglo XVII.
El 21 de mayo cayó en manos del autodenominado grupo Estado Islámico y, desde entonces, muchos de sus monumentos históricos han sido destruidos.
Templo de Bel 8/2015
Templo de Bel 9/2015
European Space Imaging, Digital Globe
El arco de triunfo
El famoso arco de triunfo de Palmira, destruido por EI en octubre de este año, será reproducido en la plaza Trafalgar de Londres y en el Times Square de Nueva York.
Está previsto que las réplicas se presenten en abril de 2016, durante la semana mundial de la herencia.
Modelo del arco que será recreado con impresoras 3D en abril.
Los arcos se levantarán a partir de fotografías, utilizando impresoras 3D.
El Instituto de Arqueología Digital de Oxford, que lleva adelante el proyecto, espera que la recreación genere mayor atención sobre la importancia del patrimonio cultural.
Alexy Karenowska, parte del equipo responsable, dijo que esperan ayudar a que se entienda la importancia de preservar sitios culturales en los países devastados por la guerra como Siria.
La investigadora dijo que «estos objetos culturales son muy importantes para dar un sentido de historia y de comunidad a la gente».
El famoso arco de 15 metros también simbolizará el patrimonio histórico compartido por Siria y Reino Unido.
La arquitectura greco-romana de Palmira fue aprovechada en edificios neoclásicos como la Galería Nacional y la Columna de Nelson en Londres.
Foto: AFP
Foto: AP
El Instituto de Arqueología Digital es una iniciativa conjunta entre las universidades de Harvard, Oxford y el Museo del Futuro de Dubai.
Actualmente tienen voluntarios con cámaras 3D para documentar sitios culturales en situación de riesgo en todo el Medio Oriente y el norte de África.
La reconstrucción de Palmira
Sin embargo, la recreación de los monumentos en occidente no es la única idea.
La comunidad científica también ya apunta a la posibilidad de reconstruir Palmira cuando la guerra en Siria termine y Estado Islámico se retire de la ciudad patrimonio.
Una de las iniciativas es llevada adelante por el museo Ermitage, en Rusia, que quiere reponer los monumentos destruidos.
Multitud de turistas visitaban las ruinas de la ciudad antes de estallar la guerra en Siria. Foto: Getty
El director general del museo, Mijaíl Piotrovski, en una entrevista para el canal de televisión Rossíya 24, indicó que se están reuniendo todos los materiales y documentos necesarios para el proyecto.
«Cuando todo se tranquilice, habrá que reconstruirlos, igual que reconstruimos desde cero los aledaños de San Petersburgo destruidos en la guerra», señaló.
Templos, torres funerarias y el arco del triunfo en el desierto que databan de hace más de 2.000 años han sido destruidos con explosivos por yihadistas, quienes creen que santuarios y estatuas son símbolos de idolatría.
Aunque hay expertos que también sospechan que los militantes también están saqueando dichos lugares para vender los objetos en el mercado internacional de antigüedades.
Museo del Louvre
El museo más importante de Francia se ha sumado a las iniciativas rusas y británicas.
En noviembre, Jean-Luc Martínez, presidente del Museo del Louvre, expresó el entusiasmo de la institución por recuperar lo destruido.
«Frente a la gente que quiere destruir el pasado, nosotros proponemos construir el futuro. Trabajamos ya para el postconflicto», dijo.
El experto en arqueología e historia del arte explicó en una entrevista con medios españoles que «mientras llega el momento de actuar sobre el terreno», se puede preparar a distancia la reconstrucción, identificar las obras, hacer la lista de los archivos y realizar reconstrucciones en 3D.
El presidente de Louvre asegura que Palmira podrá ser reconstruida
La humanidad no ha perdido la ciudad siria de Palmira ni otros vestigios milenarios que el Estado Islámico intenta hacer desaparecer, pues pueden ser reconstruidos, dijo a Efe el presidente del Museo del Louvre, Jean-Luc Martínez, autor de un informe sobre cómo salvaguardar el patrimonio de países en guerra.
Fotografía facilitada por el Museo del Louvre, de su presidente, Jean-Luc Martínez, autor de un informe sobre cómo salvaguardar el patrimonio de países en guerra. EFE
Fuente: EFE | YAHOO Noticias
París, 19 nov.- «Frente a la gente que quiere destruir el pasado, nosotros proponemos construir el futuro. Trabajamos ya para el postconflicto», afirma en su despacho el historiador del arte y arqueólogo de origen español, en una entrevista concedida a Efe.
«A escala humana, el tiempo de destrucción es muy limitado y Palmira es una ciudad de varios milenios. No van a ser dos o tres años de destrucción los que la borren. Eso no es posible», recalca.
Mientras llega el momento de actuar sobre el terreno, se puede preparar a distancia la reconstrucción, identificar las obras, hacer la lista de los archivos, reconstruir en 3D, abunda Martínez, consciente de que este trabajo «llevará su tiempo», por lo que, para ser eficaz, ha de inscribirse en un proyecto a largo plazo.
Entre tanto, recuerda, «Palmira vive ya fuera de Palmira». Hay una sala en el Louvre dedicada a esa ciudad Patrimonio de la Humanidad, dice el presidente de la pinacoteca más visitada del mundo, por la que pasan cada año más de nueve millones de personas.
«El dinero existe», y hay que reunirlo no en donaciones, sino en un «fondo de dotación mundial» cuyos intereses costeen los proyectos, explica al recordar que existen precedentes, como los palacios de San Petersburgo devastados en la II Guerra Mundial por el Ejército alemán, reconstruidos y redecorados gracias a archivos y vestigios.
En su informe, elaborado por un encargo del presidente francés, François Hollande, el pasado julio, cita trabajos de memoria similares ejecutados a mediados del siglo XX en Dresde (Alemania), Varsovia y Tokio.
Martínez entregó sus conclusiones al jefe de Estado el 9 de noviembre, apenas unos días antes de que el pasado viernes fuesen asesinadas en París y Saint Denis 129 personas.
En el contexto de la «implacable» guerra que Francia acaba de anunciar contra el EI, las 50 medidas que Martínez propugna ilustran cómo «de la misma manera que hace falta una coalición militar, hace falta crear una coalición internacional de expertos», solidarios con el patrimonio de los países en peligro.
Para ello, en los dos primeros de los cinco ejes de acción que propone, insta a que su país refuerce su compromiso en la protección del patrimonio y a que pueda lanzar un llamamiento solemne que movilice a la comunidad internacional. Siguen la lucha contra el tráfico ilegal, la necesidad de conservar la memoria de los sitios monumentales y reforzar la cooperación entre museos.
En su diagnóstico global, el documento examina los instrumentos adoptados en la ONU, la Unesco, La Haya y otras instancias para proteger el patrimonio en peligro y los fallos que permiten, por ejemplo, que el tráfico ilícito de obras de arte sea una fuente de financiación de EI.
Tras examinar país por país la «destrucción voluntaria del patrimonio sin precedentes en la historia reciente», de Camboya a Afganistán, Líbano, Irak, Libia, Yemen y Siria, sugiere cómo, cuándo y con qué medios protegerlo.
En la entrevista destaca la idea de crear «Museos Refugio» que protejan bienes de países en guerra a petición de un Estado soberano, como -recuerda- hizo el Gobierno republicano español en la Guerra Civil cuando pidió ayuda a Francia, y de «Museos de obras requisadas», mientras estas no pueden volver a sus países.
Propone, igualmente, detener las excavaciones ilegales, formar a especialistas de países en conflicto, al cuerpo militar, multiplicar exposiciones con obras robadas para darlas a conocer por todo el mundo y hacerlas así «invendibles», o elaborar una «lista negra de ‘paraísos de la ocultación'» aplicada al patrimonio.
A escala europea, Martínez, que el martes próximo presentará su plan en Bruselas, en el Consejo de ministros de Cultura, urge a crear una única base de datos de bienes robados y a armonizar las legislaciones de los países miembros.
De Hércules a Darth Vader, el Museo del Louvre explora los mitos fundadores
Fachada del Louvre en la calle Rivoli, donde se anuncia la exposición «Mitos fundadores: De Hércules a Darth Vader»./ EFE
Fuente: María Luisa Gaspar – EFE > París | LA RAZÓN 16/10/2015
Los «Mitos fundadores: De Hércules a Darth Vader», de la prehistoria a la Grecia clásica, de la Biblia al inquietante ‘lado oscuro de la fuerza’ de George Lucas, protagonizan en el Louvre un nuevo espacio de exposición permanente que abre mañana sus puertas al público. Es «La Petite Galerie du Louvre», cuyas salas ocupan 250 de los 70.000 m2 abiertos al público en el museo más visitado del mundo, al que acuden cada año más de nueve millones de personas.
Un lugar ideado para «educar», para dar las claves del arte e incitar a visitar las grandes pinacotecas del país «a un público de aficionados, familiar, infantil, a veces alejado del mundo del museo», dijo a Efe el presidente del Louvre, Jean-Luc Martínez.
La presencia de Darth Vader «no es artificial -explicó-, tiene su origen en una visita de George Lucas al museo, con quien desde hace tres generaciones hemos desarrollado y transmitido un repertorio, el de la epopeya de ‘La Guerra de las Galaxias’, muy inspirado a la vez de la Biblia y la mitología clásica».
Este «verdadero encuentro» entre los mitos de «Star Wars» con los fundadores de la cultura occidental y los de la cultura universal, permite para Martínez mostrar mejor que «una mitología es lo que es compartido, lo que revela las grandes elecciones de la sociedad, que según las épocas y culturas encuentra respuestas diferentes».
La galería evoca entre otras muchas mitologías la egipcia, con la «Estela de la dama Taperet» (hacia el año 1000 a.C) adorando al dios del día Rê-Horakhty y a Atum, dios del atardecer.
Presenta, asimismo, grandes religiones como la budista y la tradición bíblica y mitos como el del paraíso perdido, ilustrado aquí por otra de las joyas de la exposición, un óleo sobre cobre pintado entre 1607 y 1608 por Jan I Brueghel: «La tierra o el Paraíso terrestre».
Esta atípica reunión de cerca de 60 cuadros, esculturas, piezas de orfebrería, cerámicas, máscaras, vídeos o carteles de cine; de diferentes épocas, géneros, materiales y civilizaciones, durará diez meses y no aspira en absoluto a resumir los fondos del museo, sino a educar y maravillar, resaltó su comisaria, Dominique de Font-Réaulx.
Algunas obras proceden de otras instituciones, como el «Cocodrilo original» (186x12x22 cm) de Nueva Guinea, del siglo XX, prestado por el Museo Branly para la primera sala; o la «Venus de Tursac», su minúscula compañera paleolítica, de poco más de 8cm y 25.000 años de edad, procedente del Museo de Arqueología de Saint-Germain-en-Laye.
En ese mismo espacio dedicado a la creación del mundo brilla una segunda Venus: «Aphrodite dite Vénus», desnudo de 96 cm de altura, aunque sin cabeza, brazos, ni piernas a partir de las rodillas; obra romana imperial creada en mármol de Paros hacia el siglo II, hallada en Brindisi (Italia) y hoy propiedad del Louvre.
A su espalda, orienta la introducción mitológica la maqueta titulada «Orfeo viene a civilizar a los Griegos todavía salvajes y enseñarles las artes y la paz», pintada en 1843 para el Parlamento francés por Eugène Delacroix, prestada por el Museo Delacroix, que dirige de Font-Réaulx.
Los ciclos naturales, el paso del tiempo y la magia capaz de vencer los elementos -o de transformar a los hombres en puercos, como hizo Circé con los compañeros de Ulises en «La Odisea»-, inspiran la segunda de las cuatro secciones de la muestra, centrada luego en héroes y figuras míticas de diferentes culturas.
Hércules, descendiente de Júpiter y de una simple mortal; Ícaro, hijo del ingeniero Dédalo que se acercó demasiado al sol y perdió sus alas, cotejan al héroe tailandés Phra Ram (Rama), antes de dar paso a protectores y/o temibles monstruos, gigantes, animales fantásticos, a veces devorándose unos a otros, o en plena metamorfosis.
Presiden las últimas salas la máscara de Darth Vader, un vídeo sobre la célebre saga cinematográfica y el cuadro oro, azul y rosa «Ci-gît l’espace, (RP3)», de Yves Klein, anunciador de «un nuevo mundo», mientras en el centro, visible desde la entrada, luce el rojizo y demoníaco palacio «Le Pandemoinum» (1841), de John Martin.