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Abre al público el Circo Máximo de Roma, donde se disputaban las carreras de carros
El mayor circo de la antigua civilización romana, de unos 600 metros de largo y 140 de ancho, se ha convertido en un museo al aire libre
Restos del graderío del antiguo Circo Máximo de Roma, que podía acoger hasta 250.000 espectadores aproximadamente. Foto: Alessandra Ciniglio
Fuente: Alec Forssmann | NATIONAL GEOGRAPHIC
26 de noviembre de 2016
Roma ha recuperado uno de sus lugares más simbólicos: el Circo Máximo, la estructura para espectáculos más grande de la Antigüedad, conocida sobre todo por las carreras de carros en la Antigua Roma. El Circo Máximo, o Circo Massimo en italiano, se remonta a los orígenes de la ciudad: cuenta la leyenda que allí tuvo lugar el Rapto de las Sabinas, es decir, el secuestro de las más bellas mujeres sabinas durante unas pruebas deportivas y por parte de los fundadores de Roma. El área arqueológica del Circo Máximo ha abierto por primera vez al público tras la finalización de los trabajos de restauración y de excavación, que comenzaron en 2009.
El mayor circo de la antigua civilización romana, de unos 600 metros de largo y 140 de ancho, ha acogido todo tipo de eventos públicos a lo largo de la historia: competiciones hípicas, caza con animales exóticos, representaciones teatrales, ejecuciones, procesiones religiosas y triunfales… Por el valle pasó posteriormente un curso de agua conocido como Acqua Mariana, se convirtió en una zona de cultivos agrícolas y de molinos, en la propiedad privada de la familia Frangipane, en un cementerio judío y, a partir del siglo XIX, acogió un gasómetro, almacenes, manufacturas, empresas artesanales y viviendas.
Los visitantes pueden observar lo que queda de las antiguas letrinas o de los lupanares
La zona arqueológica del Circo Máximo se ha transformado en un museo al aire libre, con una terraza panorámica que permite contemplar el antiguo recinto alargado, partido en dos por una spina o muro central que estaba decorado con estatuas, templetes, estanques y dos grandes obeliscos egipcios que en el siglo XVI fueron trasladados a la Piazza di San Giovanni in Laterano y a la Piazza del Popolo. Los visitantes pueden acceder a las galerías que conducían a las gradas de la cávea y pueden observar lo que queda de las antiguas letrinas, tabernas romanas y lupanares, entre otras cosas.
El Circo Máximo con la Torre della Moletta, un edificio defensivo de origen medieval. Foto: Alessandra Ciniglio
Relieve del Palacio Trinci (Foligno) que muestra una carrera de carros en el Circo Máximo. Foto: Zètema Progetto Cultura
Vestigios arqueológicos hallados durante las excavaciones. Foto: Alessandra Ciniglio
Una de las galerías en buen estado de conservación. Foto: Alessandra Ciniglio
Panorámica del Circo Máximo, el mayor circo de la antigua civilización romana. Foto: Alessandra Ciniglio
Restos arqueológicos pertenecientes al Circo Máximo. Foto: Federico Celletti
Imagen nocturna del Circo Máximo. Foto: Federico Celletti
El mayor circo de la antigua civilización romana tenía unos 600 metros de largo y 140 de ancho. Foto: Federico Celletti
Roma abre al público el área arqueológica de su Circo Máximo
El Ayuntamiento de Roma abrió hoy al público por primera vez el área arqueológica del Circo Máximo, considerado el edificio de espectáculos más grande de la antigüedad y cuyas ruinas pueden ser visitadas mediante una serie de recorridos.
Vista general del Circo Máximo en Roma (Italia) hoy. Después de siete años de excavaciones, restauración y trabajos de paisajismo, el Circo Máximo ha sido reabierto al público. EFE
Fuente: Agencia EFE | YAHOO Noticias
Roma, 16 nov.- Las ruinas que han llegado hasta la actualidad y que han sido objeto de adecuación y restauración se sitúan en el fondo sur del monumento, actualmente una enorme explanada de 600 metros de longitud y 140 de ancho entre el monte Palatino y el Aventino.
Del Circo Máximo quedan en pie pocas partes del graderío del fondo meridional y los visitadores podrán recorrer sus casi cien metros de galerías y apreciar los restos de algunas letrinas, de una calzada aledaña al edificio y de un abrevadero de mármol.
También ha sido restaurada la torre medieval de la Moletta, datada en el siglo XII, con una intervención para su consolidación estática y la realización de una escalera interior para poder ascender a su planta más alta y disfrutar de la panorámica.
Las obras de habilitación de estas ruinas, hasta ahora rodeadas por barreras de protección, comenzaron en 2009 y la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, destacó hoy «la importancia de haber restituido a la ciudad una zona tan preciada» como esta.
Un turista fotografía restos arqueológicos en el Circo Máximo en Roma (Italia) hoy, 16 de noviembre de 2016. EFE
El Circo Máximo acogió en la antigüedad carreras de cuadrigas y de caballos, así como ejecuciones, luchas de gladiadores, desfiles triunfales o manifestaciones relacionadas con la vida política, social o religiosa de la urbe.
Durante sus 2.800 años de historia sufrió múltiples incendios y reconstrucciones y permaneció en activo hasta las primeras décadas del siglo VI, y a partir de entonces fue una zona agrícola, una propiedad privada o un cementerio judío, entre otras muchas cosas.
La primera versión de este edificio se remonta al reinado de Tarquinio Prisco (616-579 a.C), cuando se erigió un circo con instalaciones de madera, pero no sería hasta la llegada al poder de Julio César (49-44 a.C) cuando se edificó un estadio fijo.
La zona donde se situaba cobra gran relevancia ya que, de acuerdo a la mitología, fue en este lugar donde se produjo el «rapto de las Sabinas», perpetrado por Rómulo, primer emperador y fundador de Roma, para dotar de mujeres a la ciudad.
Roma: Llegan a su fin los trabajos en el Circo Máximo. Localizada la spina y las metae del circo
- Los estudios geofísicos han permitido localizar los restos de la spina y las metae del circo, así como el lugar donde se levantaba el templo al dios Conso
- A partir de verano se abrirán al público distintos itinerarios
Fuente: SARA GRATTOGGI | La Repubblica 07/05/2016
Tras el hallazgo de los restos del Arco de Tito el pasado año, los estudios geofísicos realizados por la Superintendencia Capitolina, en colaboración con el Ispra, han dado lugar a nuevos emocionantes descubrimientos en el Circo Máximo. «La investigación – ha explicado el superintendente Claudio Parisi Presicce- ha permitido localizar en profundidad los restos de la spina del circo», es decir, la larga plataforma en el centro de la pista que en su momento estuvo decorada con estatuas, templetes y los dos grandes obeliscos egipcios que ahora se encuentran en la plaza de San Juan de Letrán y en la Piazza del Popolo, y los probables límites, es decir, las metae, los grandes mojones cónicos en torno a los cuales giraban los carros. Y no sólo esto. «También se ha identificado la zona donde se levantaba el templo del dios Conso, a lo largo de la spina, hacia el Tíber», añade Parisi Presicce, señalando que los datos obtenidos permitirán reconstruir el perfil del valle.
Los resultados de la investigación serán presentados el próximo lunes en el Ara Pacis en una convención centrada en las investigaciones y descubrimientos realizados en los últimos años por la superintendencia en el Circo Máximo. También en la labor de la Universidad de Roma Tres que, después de los hallazgos del pasado año, ha completado la reconstrucción virtual del Arco de Tito. Con un proyecto ya definitivo que podría traducirse en el futuro en una verdadera anastilosis del monumento (es decir, en su recomposición a partir de los fragmentos originales), siempre que el Capitolio sea capaz de encontrar los fondos necesarios, que ascienden a alrededor de un millón de euros.
Mientras tanto, ayer el comisario especial Francesco Paolo Tronca, junto con el superintendente, realizó una visita a las obras que se llevan a cabo en el Circo Máximo, donde ya están a punto de terminar los trabajos de excavación y de restauración, así como también los de preparación de la zona arqueológica, con nuevos recorridos de visita y una terraza panorámica en el extremo sur. El objetivo es que pueda realizarse la apertura al público a finales de junio. «La idea – señala Parisi Presicce – es proponer un calendario de visitas guiadas en días determinados, y una abertura libre, siempre pagando. Pero el sueño, gracias a Roma Tres, es proponer también experiencias de realidad aumentada». Un objetivo – el de la apertura al público-, defendido por el comisario Tronca, que restituya a la ciudad uno de sus lugares simbólicos.
El fondo sur del Circo Máximo
Las excavaciones han sacado a la luz numerosos hallazgos que dan información de cómo se celebraban los Ludi Magni: cuadrigas lanzadas a una loca carrera, 150.000 espectadores, tabernae y puestos de venta, ollas y monedas. E incluso los hooligans.
Por una cuestión de suerte, el sector mejor conservado del Circo Máximo – el monumento más famoso, imitado y saqueado de la antigua Roma- es la «curva sur.» Era aquí, en el semicírculo situado frente a la Vía Appia, donde las cuadrigas eran lanzadas por los aurigas a una loca carrera, tenían que frenar bruscamente junto a la meta sur, entraban en contacto: choque de ruedas, relinchos de caballos, chasquidos de látigos que provocaban los gritos y los «¡oooh!» de los patricios y del pueblo hacinado en la cavea. Sin embargo, las excavaciones iniciadas en diciembre han sacado a la luz muros que confirman que el estrépito de los 150.000 aficionados no era exclusivo de los días de Ludi Magni. El ruido de las ollas, el tintineo de las monedas, los gritos de los vendedores, las voces de las prostitutas sonaban todos los días en las tabernae encontradas en las excavaciones realizadas al otro lado de los pilares de las gradas que aún sobreviven. «Aquí había bandas que harían palidecer a los hooligans de hoy», dice María Letizia Buonfiglio, que, con Juan Caruso y otros arqueólogos de la Superintendencia local, está trabajando en los restos del recinto deportivo y religioso que nació, según cuenta la leyenda, con la carrera celebrada a instancias de Rómulo en la fiesta que terminó con el rapto de las Sabinas.
«En tan sólo 50 centímetros de tierra hemos encontrado 130 monedas que, una vez catalogadas, podrán darnos mucha información sobre la vida en esta parte del circo», añade Buonfiglio. Las intervenciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento han conducido sobre todo al redescubrimiento de restos enterrados tras las excavaciones de los años treinta, cuando los arqueólogos tuvieron que abandonar los trabajos en la cavea media al quedar inundadas por las filtraciones de agua las gradas y tramo de pista que había debajo. Y ahora que han sido liberados de tierra los pilares, las losas de la transitada vía porticada, el canal y la alcantarilla que servía de letrina, es posible reconstruir la estrecha relación entre las tabernae exteriores y las que había en el interior de la estructura del antiguo circo, que, como algunas modernas instalaciones deportivas, funcionaban como un lugar de encuentro, incluso los días no festivos.
El mayor de los circos, a la caída del imperio fue abandonado e inundado para abastecer de agua a huertos y molinos; después, en el siglo XIX, con la industrialización, se construyeron en él almacenes y un gasómetro, demolido en 1911; en los años veinte estuvo cimentado por los pilares (derribados también después) de exposiciones de minerales y tejidos; y por último hoy es generosamente cedido para manifestaciones, desfiles militares, conciertos en la zona verde sobre la pista donde los aurigas se entragaban a la batalla girando siete veces alrededor de los dos obeliscos.
La «curva sur» se ha librado de las multitudes de hoy, pero también ha sido olvidada. Ahora los arqueólogos están dispuestos a seguir adelante con la investigación, a sabiendas de que no se puede ir más allá de un punto, dado que debajo está la «marrana» (así es conocido popularmente la Acqua Mariana). Pero mientras tanto deben limpiarse las tabernae adosadas al circo, asegurar los tramos que llevan a la grada inferior, reservada para los patricios, los sacerdotes y los caballeros, así como la cubierta de las escaleras que llevaban a las gradas «populares». ¿Con qué dinero? «A los tres millones ya comprometidos – explica el concejal de Cultura, Dino Gasperini – añadiremos una dotación de 3.600.000 euros que servirán para terminar la investigación, completar la restauración, poner en marcha un recorrido didáctico y una nueva iluminación». La curva sur del Circo Máximo será así «una área arqueológica al fin visitable».
Anche al Circo Massimo una curva sud svelati i misteri dell’antico stadio. Carlo Alberto Bucci en La Repubblica