Archive for 6 junio 2018
Hallados en el yacimiento tartésico del Turuñuelo huesos humanos y una estatua de mármol única en la península
Un gran edificio de hace 2.500 años en Badajoz arroja luz sobre la última etapa de la mítica civilización
La antropóloga Victoria Peña junto a los huesos hallados en el yacimiento tartésico del Turuñuelo de Guareña (Badajoz). J. M. ROMERO
Fuente: J. A. AUNIÓN – Guareña | EL PAÍS
6 de junio de 2018
A cada paso que avanza, el yacimiento del Turuñuelo de Guareña, en las Vegas Altas del Guadiana, en Badajoz, ofrece nuevos e insólitos descubrimientos sobre la etapa final de Tartesos, la mítica civilización que floreció en el suroeste de la península Ibérica en la primera mitad del primer milenio antes de Cristo. Destruido y sellado por sus propios moradores hace 2.500 años, el único edificio de dos plantas que se conserva de aquella época está ofreciendo valiosísima información gracias a sus avanzadas técnicas constructivas y los abundantes hallazgos materiales y de restos de vida que van apareciendo en su interior. La gran novedad de la actual campaña son los huesos de una persona adulta, probablemente un hombre de en torno a 1,67 metros de altura, que proporcionarán ADN para seguir investigando. Estos restos se han descubierto en una estancia distinta del patio en el que han aparecido medio centenar largo de caballos y otros animales sacrificados, creen los investigadores, en una especie de ritual.
A este descubrimiento se suma un gran corredor que rodea el enorme edificio (otro elemento inédito junto a la escalinata monumental de 11 peldaños y el más que probable uso de falsas bóvedas) y los pies de una escultura griega de mármol, un material que no se había documentado en la península hasta mucho tiempo después, en época romana.
Victoria Peña, arqueóloga y antropóloga de la Universidad Complutense de Madrid, se afanaba la semana pasada en extraer los huesos humanos encontrados en la primera planta, junto a otros objetos como dos braseros de bronce. Las piernas están muy bien conservadas, así como el cráneo, aunque esté completamente aplastado por el peso de los materiales depositados encima. Al igual que otros edificios de la zona, el del Turuñuelo fue incendiado y sepultado con arcilla tras una ceremonia en la que se sacrificaron los animales —tantos, que hacen pensar en los holocaustos religiosos que se describen en el Antiguo Testamento o en la Ilíada— y que incluyó un gran banquete.
Detalle de la dentadura humana hallada en el Turuñuelo. J. M. R.
“Al estar entre el relleno y al lado de una puerta —y además porque ha aparecido con unas puntas de lanza al lado—, pensamos que puede ser alguna especie de centinela que fue depositado allí”, explica el arqueólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Sebastián Celestino, codirector de la excavación junto a Esther Rodríguez. Celestino destaca lo inusual del descubrimiento en una época y una zona en la que habitualmente los individuos eran incinerados. “Esto nos permitirá hacer distintos análisis, entre ellos de su ADN, para conocer a grandes rasgos su tipo de alimentación, procedencia (la suya y la de sus ancestros) y estar completamente seguros de su sexo”, añade Peña sosteniendo los restos de la dentadura, tan perfectamente conservada que se puede apreciar el sarro o la retracción de las encías.
Pies de una escultura de mármol procedente del mar Egeo. PROYECTO CONSTRUYENDO TARTESO
Si la riqueza de los materiales y el tamaño del yacimiento evidencian un enorme poderío político y económico y una gran capacidad organizativa, los objetos dejan también clara su relación con otras culturas mediterráneas de la época: se han hallado vasijas y platos de origen griego, fenicio y etrusco, así como imitaciones hechas en la zona. Pero, además, en el último peldaño de la escalinata se han encontrado los pies de la primera escultura de mármol que aparece en la península Ibérica de época anterior a la llegada de la antigua Roma. Está tan excepcionalmente conservada que mantiene la policromía: el azul egipcio del pedestal y el rojo de los pies y las uñas.
Los análisis hechos indican que el mármol procede de las islas Cícladas, el archipiélago griego situado en el centro del mar Egeo. A la espera de localizar el resto de la escultura —que revelará si se trata de una figura masculina o femenina—, los investigadores explican que se trata probablemente de un encargo llegado al Badajoz de la protohistoria desde aquellas lejanas tierras.
Joya arquitectónica
Los directores del yacimiento, Sebastián Celestino y Esther Rodríguez (en el centro), junto a los obreros de la excavación. J. M. R.
Pero por sorprendentes y llamativos que sean los restos encontrados —la hecatombe de animales o una enorme cantidad de cerámicas y de bronces…—, Celestino y Rodríguez insisten una y otra vez en que la verdadera joya del Turuñuelo es la arquitectura, por la conservación casi completa de un insólito edificio de dos plantas que revela soluciones técnicas realmente avanzadas. Por ejemplo, unos muros de tres metros de ancho que seguramente servían para sostener una bóveda por aproximación de hiladas, un sistema en el que se van curvando y depositando los ladrillos entre sí hasta juntarse en la cima.
EXPERTOS DE UNA DECENA DE INSTITUCIONES
La última portada de Arqueology, una de las publicaciones del Archaeological Institute of America, estuvo dedicada al yacimiento tartésico del Turuñuelo de Guareña, en Badajoz. Es solo una muestra del gran interés que el proyecto ha despertado en tres años de excavaciones. Hay otras. Por ejemplo, la capacidad que ha demostrado para atraer la colaboración de más de una veintena de especialistas de todo tipo de ámbitos (desde antropólogos y arqueozoólogos hasta ingenieros), de 11 instituciones españolas (CSIC, el Instituto de Restauración y Conservación de la Generalitat de Valencia y las universidades de Granada, Barcelona, Extremadura, Las Palmas, Alicante, Vigo, Complutense y Autónoma de Madrid) y extranjeras: la UNAM de México está haciendo análisis de geomagnetismo y en Cambridge estudian los tejidos, entre otros, el fragmento de lana más antiguo encontrado en la península Ibérica. Aunque todos ellos colaboren, de momento, la investigación se hace a través de la Junta de Extremadura y la excavación la está financiando únicamente —este año con 36.000 euros, 6.000 más que el año anterior— la Diputación Provincial de Badajoz. |
Ahora, según ha avanzado la excavación —se ha desenterrado en torno al 15% de la construcción, que se calcula que ocupa casi una hectárea de terreno— la sorpresa ha sido un corredor que da la vuelta al patio. “Existen en las culturas mesopotámicas muy antiguas, pero no conocíamos nada así en esta época y esta zona. Por ejemplo, llaman la atención los contrafuertes interiores para sujetar una fachada que debe ser bastante grande. Además, tiene unos muros en el suelo que son tirantas, una técnica muy avanzada para evitar que se venzan”, explica Celestino.
Destapado un sarcófago romano intacto con un rico ajuar funerario
El sarcófago contenía dos esqueletos, el de un hombre alto de edad mediana y el de una mujer delgada y más joven
¡Intacto!
Sarcófago romano intacto excavado en el sitio arqueológico de Viminacium, en el este de Serbia.
Foto: Ilija Mikic
Fuente: Alec Forssmann | National Geographic
5 de junio de 2018
Un equipo de arqueólogos serbios ha descubierto un sarcófago romano intacto en el sitio arqueológico de Viminacium, cerca de Kostolac y al este de Belgrado, en Serbia, donde a partir del siglo I d.C. se establecieron un campamento militar y una de las ciudades romanas más importantes de su tiempo, la capital de la Mesia Superior. El sarcófago contenía dos esqueletos, el de un hombre alto de edad mediana y el de una mujer delgada y más joven. «Podemos concluir por el ajuar funerario que estas dos personas seguramente pertenecieron a la clase social alta«, ha explicado Ilija Mikic, del Instituto de Arqueología de Serbia, a Reuters.
La mujer fue enterrada junto a un ajuar funerario excepcional: delicadas botellas de vidrio que contenían perfumes, pendientes de oro, un collar, un espejo de plata y varias horquillas para el pelo. Junto al hombre se han conservado una hebilla de cinturón de plata y los restos de sus zapatos. La antigua Viminacium tuvo foro, palacio, templos, anfiteatro, hipódromo, baños y talleres, acueductos y fortificaciones. Y, de momento, sólo se ha explorado un 4% del sitio arqueológico, según Miomir Korac, el director del sitio. «Viminacium, con sus 450 hectáreas, es una zona abierta para la exploración. Estoy seguro de que aportará una inconmensurable cantidad de información», concluye Korac.
Excavaciones arqueológicas
El sarcófago romano ha aparecido durante unas excavaciones realizadas por un equipo de arqueólogos serbios.
Foto: Ilija Mikic
Esqueletos
El sarcófago contenía dos esqueletos, el de un hombre alto de edad mediana y el de una mujer delgada y más joven.
Foto: Ilija Mikic
Ajuar funerario
Joyas de oro halladas en el interior del sarcófago.
Foto: Ilija Mikic
Brillo del oro
Pendiente de oro del ajuar funerario de la mujer.
Foto: Ilija Mikic
Restos de los difuntos
Los esqueletos de los propietarios de la tumba: el de un hombre a la izquierda y el de una mujer a la derecha.
Foto: Ilija Mikic
Inscripción
Anillo de oro con una inscripción.
Foto: Ilija Mikic
Fíbula
Una fíbula hallada en el interior del sarcófago.
Foto: Ilija Mikic
Antiguo espejo
Espejo de plata perteneciente al ajuar funerario de la mujer.
Foto: Ilija Mikic
Maqueta de Viminacium
La antigua Viminacium tuvo foro, palacio, templos, anfiteatro, hipódromo, baños y talleres, acueductos y fortificaciones.
Foto: Ilija Mikic
«Las máscaras de Dios», vigencia de la mitología en la era digital
«Las máscaras de Dios» (ahora se publica el volumen III) es una monumental obra llevada a cabo por Joseph Campbell, uno de los mayores especialistas en mitología y estudio de las religiones
El escritor y profesor norteamericano Joseph Campbel (1904-1987)
Fuente: CÉSAR ANTONIO MOLINA | ABC
5 de junio de 2018
En el reverso de un espejo etrusco de casi cuatrocientos años antes de Cristo, se ven grabadas varias figuras. En el centro una diosa alada con un martillo en la mano derecha sujeta el clavo anual en la izquierda. Este clavo se clavaba en la pared del templo de la diosa Nortia (Fortuna), que simbolizaba la inevitabilidad del destino. El nombre de esta diosa alada está puesto por encima de su silueta: Athrpa, relacionado con la griega Átropos. La cabeza de un jabalí está mezclada con la mano que sostiene el clavo, así como la posición del martillo cubriendo los genitales de un joven. Es Adonis (el Atune etrusco) que fue corneado, muerto y castrado por el jabalí. La mujer que está a su lado es Afrodita, su amada. La pareja de enfrente que componen esta representación artística son Atalanta y Meleagro, cuyo destino también lo decidió un jabalí.
La historia continúa, evidentemente mitológica, pero quien nos interesa es el personaje de Atalanta. Hermosa doncella y guerrera, había matado a un par de centauros que habían intentado raptarla. La historia sigue pero si no se han dado cuenta ya, el nombre de esta combatiente es el mismo que lleva esta editorial. Podría llevar cualquier otro pero lleva este de un personaje mitológico de una existencia de más de dos mil quinientos años.
Funciones esenciales
Esto explica la actualidad permanente de los mitos incluso en la vida tecnológica de nuestro tiempo. Las funciones esenciales de la mitología siguen para mí todavía vigentes: provocar y apoyar un sentido de asombro ante el misterio del ser; presentar una cosmología (ahora puramente literaria); una imagen del universo (que valió durante siglos, pero que la ciencia más contemporánea homenajeó poniendo muchos nombres míticos a estrellas, planetas, galaxias, etc.) que apoyará y será apoyada por este sentido de asombro ante el misterio de una presencia y la presencia de un misterio; apoyar el orden social en vigor para integrar al individuo orgánicamente en su grupo y, finalmente, iniciar al individuo en el orden de realidades de su propia psique, guiándole hacia su propio enriquecimiento y realización espiritual. La cosmología correspondía a la experiencia, el conocimiento y la mentalidad del grupo cultural en cuestión.
Hoy la mitología no tiene un valor científico como lo «tuvo» a lo largo de los siglos, pero sí antropológico, histórico, literario, artístico, filosófico… No hay estudio contemporáneo donde, en algún pasaje, no se haga referencia a alguno de los cientos de personajes que conformaron nuestra antigüedad cultural, para traerlo a nuestra actualidad como ejemplos. Historias que se han comprobado que nunca se llevaron a cabo sino en la más extraordinaria ficción, héroes o dioses inventados por la mente del propio ser humano para explicar lo desconocido y dar un sentido a los acontecimientos de la vida.
La mitología aquí establece las formas de conectar a Dios con el hombre y viceversa
Por supuesto que la ciencia actual es más certera, verosímil, verdadera y pragmática, pero ha evitado el hablar de esos sentimientos, pasiones, e historias comprensibles a toda la humanidad. Hoy día, la mayoría sabemos que nuestras leyes no provienen de una divinidad (la religión es una de las más grandes estructuras levantadas por la cultura) o del universo, sino de nosotros mismos. Las leyes son convencionales y no absolutas, pero al romperlas no ofendemos a Dios sino a nosotros mismos. Los viejos dioses murieron, el nuevo centro focal de fe y confianza es la humanidad «y si el principio del amor no se puede despertar en el interior de cada uno de nosotros -como estaba mitológicamente en Dios- para someter al principio del odio, solo la Tierra Baldía será nuestro destino, y los dueños del mundo sus diablos», escribe Joseph Campbell.
Esferas de influencia
«Las máscaras de Dios» es una ingente y monumental obra llevada a cabo por uno de los mayores especialistas en mitología y estudio de las religiones. Durante más de una década (la de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo) Campbell llevó a cabo un pormenorizado estudio comparado de las diversas mitologías del mundo que dio como resultado una unidad e identificación entre todas ellas. En el fondo lo que hizo Campbell fue levantar una historia espiritual del ser humano. En este volumen el autor estudia las esferas de influencia ente la mitología oriental (India, China, extremo Oriente) y la occidental (Europa y el levante). La primera estudia cómo el fundamento último del ser trasciende el pensamiento, la imaginación y la definición. El fin no es establecer la autenticidad de sus divinidades sino por medio de estas expresar una experiencia que va más allá. En la occidental el fundamento del ser se personifica en un Creador cuya criatura es el hombre y los dos no son iguales. La mitología aquí establece las formas y maneras de conectar a Dios con el hombre y viceversa.
En este tercer volumen de «Las máscaras de Dios», Campbell se refiere a la Polis griega, al mundo órfico, a Eleusis, al Avesta, a Zaratustra, a Zoroastro, a los persas, a Diotima de Mantinea (tan querida para María Zambrano) a través de lo que de ella había dicho Sócrates. Diotima, una estrella fugaz en la historia de la filosofía, hablaba del amor: la belleza del cuerpo y la belleza del alma la más importante. Campbell sigue refiriéndose a Mithra, el monoteísmo, el significado cristiano de la Cruz y los antecedentes mitológicos, los dioses de Etruria y Roma, Cumas y los libros sibilinos, el islam y el perseguido mundo místico sufí junto con la mística cristiana, el Grial y tantos y tantos otros temas.