Hallado el kilómetro cero de las calzadas romanas en la Bética
23 mayo 2018 at 5:25 pm Deja un comentario
Se trata del llamado Arco de Jano Augusto, que ha sido localizado en la localidad jiennense de Mengíbar
Una investigadora junto a restos del Arco Jano Augusto. UJA
Fuente: EFE | EL PAÍS
23 de mayo de 2018
El llamado Arco de Jano Augusto (Ianus Augustus), una estructura que se construyó en la Vía Augusta sobre el siglo II a.C. y suponía la entrada a la nueva provincia romana de la Bética, ha sido hallado en Mengíbar (Jaén) por arqueólogos del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.
Este arco, como explica el catedrático francés de la Universidad de Burdeos, Pierre Silliéres, principal investigador sobre el estudio de las vías de comunicación romanas en Hispania, nació como un hito monumental en la entrada a la nueva provincia romana Bética, sobre la principal vía de comunicación de toda Hispania, la vía Augusta.
Suponía el kilómetro cero, como la actual Puerta del Sol madrileña, el punto de inicio de la vía Augusta, desde donde se comenzaba a medir las distancias en milia pasuum. Se trata, por tanto, de un elemento constructivo tangible, asociado a la Vía Augusta, que ha generado un relevante debate historiográfico sobre su situación aproximada, según los investigadores.
Investigadores del Instituto Universitario de Investigación de Arqueología Íbera de la @ujaen han localizado el ‘Jano Augusto’ (Ianus Augustus), en el municipio de #Mengíbar
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— Universidad de Jaén (@ujaen) 22 de mayo de 2018
Con este hallazgo, se confirma algo que ya se sabía, que el arco se encontraba en la provincia de Jaén. De hecho, el Instituto Arqueológico Alemán hizo en los años ochenta una serie de prospecciones muy cerca de donde se ha encontrado, pero no lo halló. «Su localización disipará muchas incógnitas sobre el pasado romano de Andalucía y ayudará, como punto de referencia, a resolver aspectos más o menos oscuros de la geografía antigua, entre otros campos», ha asegurado este martes en la presentación de este hallazgo la vicerrectora de Promoción de la Cultura y Deportes, María Dolores Rincón.
El investigador responsable del proyecto, Juan Pedro Bellón, ha explicado que el arco «monumentaliza una frontera, un camino, establece un punto cero y resalta la importancia que el Alto Guadalquivir tenía para Roma en ese momento, al igual que otras zonas como Iliturgi y Cástulo».
Se sabe que era un arco sencillo, aparentemente en decoración, de gran porte y el más antiguo de los que se construyeron en España. Era uno de los principales cruces de caminos de la antigüedad y de la Península.
La vía Augusta se convirtió en el principal eje de comunicación a partir del siglo I d. C. en Hispania, siendo la calzada romana más larga de la península, con una longitud aproximada de 1.500 kilómetros. Su trazado discurría desde los Pirineos hasta Cádiz y sus etapas, distancias y mansiones quedaron grabadas en los célebres Vasos de Vicarello, en los que fueron grabados los nombres y millas de estos, partiendo de Gades hasta finalizar en Roma.
Además, esta vía rinde homenaje a su impulsor, el primer emperador de Roma, Octavio Augusto, plenamente consciente de la importancia de la red viaria como infraestructura vital para el desarrollo imperial de Roma en Hispania. La creación de la nueva provincia Bética estaría asociada a la idea de dotarla de unos límites propios y también una concepción propia del espacio provincial.
Por ello, la principal vía de articulación de toda Hispania, la vía Augusta, será el lugar idóneo para emplazar el célebre Ianus Augustus, que pudo haber tenido seis o siente metros de alto, situado en el inicio de la provincia Bética, y como salida de la Tarraconensis. Se trata del único caput viae, es decir, final de camino, que es citado en la documentación epigráfica viaria, relacionado estrechamente con la propaganda que Augusto quiso hacer, no sólo en este punto concreto, sino a nivel provincial.
Los investigadores localizaron en primer lugar los cimientos de uno de los pilares del arco al lado del denominado Camino de los Romanos, en el municipio jiennense de Mengíbar. Mediante las excavaciones, han podido corroborar que se encuentran los cimientos y la vía.
«Obviamente no se conserva entero y tenemos la hipótesis de que pudo ser utilizado en la construcción, como base, de la Torre de Mengíbar», ha asegurado Juan Pedro Bellón. Durante las excavaciones, los arqueólogos han podido encontrar molduras y otros restos arquitectónicos, que aportan información suficiente como para restituir la estructura del arco.
«Con este material tan fragmentado vamos a ser capaces de conocer aproximadamente cómo era la estructura. Podemos saber el estilo, el orden, las proporciones y los módulos que tenía. En cuanto a su volumetría, calculamos que tendría un alzado de entre seis y siete metros», ha explicado el investigador responsable del proyecto. A los trabajos de excavación se sumarán ahora otros con georrádar para determinar si junto al arco pudo ubicarse un templo.
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