Archive for 25 febrero 2018

Qué tienen que ver los antiguos romanos con el gigante tecnológico Apple

En lugar de pensar en los romanos como grandes inventores, tal vez una analogía más apropiada sería considerarlos como la multinacional tecnológica Apple de su tiempo.

Minerva, la diosa de la sabiduría, las artes, la estrategia militar y la patrona de los artesanos, se corresponde con Atenea en la mitología griega, la deidad que ahora se asocia con tecnología e innovación.

Fuente: Jem Duducu BBC Mundo
25 de febrero de 2018

Apple no inventó el teléfono inteligente, ni creó el primer sistema para descargar música en internet y las tabletas electrónicas estuvieron presentes por más de una década antes de que el iPad saliera al mercado.

Lo que la multinacional estadounidense hizo fue tomar conceptos existentes y desarrollarlos de formas que no se habían hecho antes.

Y los romanos hicieron exactamente lo mismo: tomaron ideas, las optimizaron y pasaron a la historia.

Los ejemplos son muchos, y aquí te tenemos algunos de ellos.

Las carreteras

En el siglo V a.C., el rey Darío de Persia ordenó la construcción del Camino Real Persa para facilitar una comunicación rápida a través de su extenso imperio que abarcaba desde Susa (en el suroeste de la actual Irán) hasta Sardes (la actual Sart, en la provincia turca de Manisa).

Se extiende por unos 2.600 kilómetros, pero no todo estaba pavimentado, ni es recto.

El camino adoquinado más antiguo está en una cantera egipcia y tiene alrededor de 4.600 años.

Hubo un tiempo en el que todos los caminos conducían a Roma, que los había hecho mejor que los anteriores. GETTY IMAGES

Los romanos reconocieron el potencial en estas primeras rutas, por lo que tomaron prestada la idea y la mejoraron.

En la cima del imperio romano había 29 carreteras militares que irradiaban de la capital, con 113 provincias interconectadas por 372 carreteras, casi 400.000 kilómetros en total.

En ese momento, y en los años venideros, era el imperio mejor conectado que el mundo había visto jamás.

Los caminos rectos y pavimentados mejoraron la comunicación, el comercio y el movimiento de los ejércitos. Sin embargo, también eran caros de construir y mantener.

Solo el 20% de las vías romanas estaban pavimentadas en piedra, lo que significa que el 80% eran caminos de tierra o estaban cubiertos solo de grava, que se degradaba durante los meses de invierno.

Incluso los caminos de piedra no siempre fueron tan buenos.

En las tabletas de Vindolanda, una suerte de postales escritas en pedazos de madera y descartadas en un fuerte romano en el Muro de Adriano —una construcción defensiva levantada en los años 112-113 en la isla Britania, hoy territorio de Reino Unido—, es interesante leer las quejas sobre el estado de las carreteras por las que viajaban los soldados, demostrando que el mantenimiento no era siempre una prioridad.

2. Los romanos (más o menos) inventaron el concreto

Hay una forma de concreto que se produce naturalmente, por lo que técnicamente es anterior a los humanos.

Descartando esa, alrededor del 1200 a.C. los micénicos construyeron suelos de concreto. E independientemente, los beduinos en el norte de África también crearon su propio hormigón antes de la época romana.

El Coliseo romano es un ejemplo de una gran estructura hecha principalmente con concreto. GETTY IMAGES

Sin embargo, fueron los romanos los que utilizaron ese material, hecho de una mezcla de agua, cal viva, arena y ceniza volcánica, de forma extensa y consistente desde alrededor del año 300 a.C., hasta la caída de Roma en el siglo V d.C.

De hecho, nuestra palabra «concreto» proviene del latín concretus, que significa «compacto». Irónicamente, los romanos no usaron la palabra latina concretus; lo llamaron opus caementicium.

Los romanos se dieron cuenta de que construir arcos y cúpulas usando un material líquido de secado rápido era mucho más fácil que tratar de lograr las mismas características en ladrillo o piedra.

También era mucho más barato y rápido que construir una gran estructura de mármol sólido.

Al material que usaron extensamente los romanos le llamaron «opus caementicium». GETTY IMAGES

Además, fueron los romanos quienes desarrollaron la idea de hacer un armazón en concreto, antes de revestirlo con piedra.

El Coliseo en Roma es un ejemplo de una gran estructura romana, principalmente de hormigón.

El emperador Augusto dijo: «Encontré Roma una ciudad de ladrillos y la dejé como una ciudad de mármol».

Si bien esta es una gran frase que resalta sus logros como emperador, olvidó del material de construcción romano más importante de todos: el concreto.

3. Los romanos eran los maestros de la guerra de asedio

Los romanos no inventaron la guerra de asedio, pero ciertamente la dominaron.

Es justo decir que si las legiones romanas llegaban a una ciudad o fuerte enemigo, los defensores estaban en desventaja, sin importar cuán altos o cuán gruesos fueran sus muros.

Junto a las tácticas brutales, los romanos tenían una serie de armas para llevar a un asedio a una conclusión exitosa.

El escorpión fue una de las muchas armas mejoradas por los romanos. GETTY IMAGES

Una de estas herramientas mortales era una balista (lo que el mundo moderno llamaría una catapulta), que arrojaba piedras o, a veces, vasijas de fuego griego, el antiguo equivalente del napalm.

Dependiendo de las circunstancias, las balistas también podrían montarse en buques de guerra.

Los romanos eran ingenieros excepcionales que normalmente podían determinar los puntos débiles en los muros de los defensores y no cesaban de golpearlos hasta que cayeran.

Una versión posterior de la balista se llamaba onager, y hacía más o menos el mismo trabajo pero era más barata y fácil de construir.

El escorpión, por otro lado, era como una versión grande de una ballesta. Podría disparar flechas a largas distancias (fuera del alcance de los arqueros enemigos) y fue diseñado para matar a los defensores despistados en las murallas de la ciudad.

Otra arma compleja y temible era la torre de asedio.

Los romanos también contaban con las temibles torres de asedio móviles. NASTASIC

Esta torre de madera móvil, diseñada para ser rodada hasta los muros del enemigo, permitía a las tropas que iban dentro descender sobre los defensores enemigos.

Aunque construir las torres de asedio tomaba tiempo, lo que le posibilitaba a los defensores ver lo que se venía y preparar un contraataque, rara vez fallaban.

Y si con todo esto no conseguían su cometido, usaban un ariete contra las puertas de los defensores. Estos arietes estaban protegidos con cueros de vaca húmedos para evitar que los defensores los quemaran.

Una vez que los muros enemigos se agrietaban, los soldados romanos avanzaban en una formación de testudo (tortuga).

Eso implicaba cubrir sus cabezas con sus escudos rectangulares, con otros escudos protegiendo sus partes frontal y lateral.

Tal formación absorbía flechas y rocas pequeñas, dándole a los hombres un valioso tiempo para llegar a la brecha relativamente ilesos.

6. Una cosa que los romanos definitivamente inventaron

Después de todos estos ejemplos de romanos mejorando ideas existentes en lugar de inventar nuevas, aquí hay una que fue genuinamente original.

Nadie les quita el crédito de haber inventado esta maravilla. GETTY IMAGES

El primer alfabeto reconocible, y por lo tanto escrito, se desarrolló en la antigua Babilonia alrededor de 3.100 a.C. Esta escritura se hizo en tabletas de arcilla, que no era el formato más portátil para la literatura escrita.

Los egipcios dieron un salto adelante con el papiro, unas láminas finas hechas con la médula de la planta de papiro. Con este material el conocimiento podía conservarse en rollos, que eran más fáciles de transportar, aunque aún voluminosos.

El papel en sí fue inventado en China a fines del siglo I d.C., pero no llegó a Europa sino hasta después de la caída del Imperio romano occidental.

Casi al mismo tiempo que el papel se estaba inventando en China, los romanos inventaron el códice.

Por primera vez, hojas de un tamaño uniforme se unieron a lo largo de un borde, entre dos cubiertas protectoras más grandes y más fuertes.

Fue así como nació el libro.

Por primera vez, grandes cantidades de información escrita podían concentrarse en un volumen altamente transportable.

Esa se convertiría en la forma estándar de escribir y almacenar información hasta el surgimiento del libro electrónico 1.900 años más tarde.

A través del imperio (tanto durante como después de la era romana), el libro se convirtió en el formato estándar para la escritura.

La palabra «biblia» es una variación de la palabra griega para «los libros» (ta biblia).

La invención del libro facilitó y mejoró el intercambio de ideas complejas, incluyendo todo, desde el Cristianismo hasta los anales sobre los emperadores.

Jem Duducu es el autor de «Los romanos en 100 hechos» (2015).

 

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25 febrero 2018 at 1:45 pm Deja un comentario

Las lecciones que nuestra economía de hoy puede aprender del colapso de la antigua ciudad de Troya

La caída y saqueo de la ciudad de Troya a manos de un vengativo ejército griego ha sido contada desde hace unos 3.000 años, pero en ella hay pistas de un colapso global mucho más amplio, con lecciones para el mundo del siglo XXI.

Helena y Paris interpretados en «Troya, la caída de una ciudad» producido por la BBC y Netflix. (Foto: BBC/Wild Mercury)

Fuente: Tim Bowler BBC Mundo
24 de febrero de 2018

En el año 1300 a.C., en la cumbre de la Edad de Bronce, las grandes potencias de Egipto, Grecia, Babilonia, el imperio hitita en el centro de Turquía y las ciudades-Estado de Medio Oriente parecían estar a salvo a los ojos de cualquier barco mercante que navegara por el Mediterráneo.

Ninguno podía estar más seguro que la ciudad amurallada de Troya, en la costa noroccidental de Turquía junto al estrecho de los Dardanelos.

En la Edad de Bronce, Troya podía obligar a pagar impuestos a los barcos mercantes que entraban y salían del mar Negro. GETTY IMAGES

Con frecuencia, los barcos eran obligados a esperar en su bahía hasta la llegada de vientos apropiados para adentrarse en el mar de Mármara y en el mar Negro, así que estaba ubicada en un lugar ideal para enriquecerse aplicando impuestos sobre este comercio.

No obstante, apenas poco más de un siglo años más tarde, en torno al año 1170 a.C., casi todas estas civilizaciones habían colapsado y la era oscura que vino tras el derrumbe se perdió hasta el arte de la escritura.

En la mitología griega, la historia de la caída de Troya quedó encapsulada en dos épicas: La Ilíada y La Odisea, tradicionalmente atribuidas al poeta Homero y registradas sobre papel unos 400 años más tarde.

Un mundo interconectado

La Edad de Bronce se caracterizaba por la interacción entre Estados palatinos que eran parcialmente dependientes entre sí, lo que guarda similitudes con nuestra era con sus mercados financieros, sus economías interconectadas y sus cadenas de proveedores internacionales.

El estrecho de los Dardanelos sigue siendo un punto vital en las redes de comercio mundial. GETTY IMAGES

La materia prima clave de la época era el bronce, sin el cual ningún país podría equipar un ejército.

El cobre procedía de Chipre, pero la hojalata tenía que recorrer unos 4.000 kilómetros desde Afganistán, transportada por tierra a través de Siria y luego, al llegar a la costa, en barcos. Era algo tan vital como es el petróleo en la actualidad.

Carol Bell, del University College de Londres, dice que conseguir suficiente hojalata para producir armas de bronce debía preocupar a los gobernantes de la época «tanto como preocupa a un mandatario de Estados Unidos poder suministrar gasolina a un costo razonable para los conductores de ese país».

Comercio vulnerable

En el siglo XXI aún somos vulnerables a las interrupciones en el comercio global.

Barcos de Irán en el estrecho de Hormuz, por donde circula 20% del suministro petrolero del mundo. GETTY IMAGES

En 2012, los precios globales del petróleo aumentaron cuando Irán amenazó con cerrar el estrecho de Hormuz, a través del cual circula 20% del suministro de petróleo global. Irán dijo que eso causaría una conmoción en los mercados que «ningún país» podría manejar.

El año pasado, un informe de Chatam House, el prestigioso centro de estudios con sede en Londres, urgía a los gobiernos a hacer más para proteger los puntos clave en los que se puede causar un estrangulamiento de las rutas comerciales.

Señalaba que los Dardanelos eran «particularmente importantes para el trigo», pues una quinta parte de sus exportaciones globales pasan por allí cada año.

«Una interrupción grave de uno o más de estos cuellos de botella podría llevar a caídas en los suministros y a aumentos de los precios con consecuencias sistémicas que podrían llegar más allá del mercado de alimentos», añadía.

Knossos, Creta: las economías palatinas eran vulnerables a las perturbaciones económicas. GETTY IMAGES

De vuelta en la Edad de Bronce, no se necesitaba mucho para causar el caos económico. Solo necesitabas unas «pequeñas interrupciones o problemas ambientales», dice Andrew Shapland, especialista en la Grecia antigua del Museo Británico.

Cambio climático

Entonces como ahora, el cambio climático era un factor clave. «Sabemos que llevó a hambrunas», afirma Eric Cline, profesor de Arqueología en la Universidad George Washington, Estados Unidos.

De hecho, análisis científicos muestran que en ese período hubo sequías durante 300 años. El Mediterráneo se enfrió significativamente durante esa época, lo que redujo la cantidad de lluvias.

Micenas fue posiblemente fue la capital de la Grecia de la Edad de Bronce. Allí el palacio fue construido directamente sobre una falla geológica. GETTY IMAGES

Pero las potencias de la Edad de Bronce fueron golpeadas por múltiples eventos. No solamente por largas sequías y hambrunas, también por numerosas erupciones volcánicas, terremotos, revueltas populares, crisis migratorias, interrupciones del comercio y guerras.

«Si solo te ocurre una cosa puedes sobrevivir. La diferencia hacia el final de la Edad de Bronce es que tenías la tormenta perfecta. Con uno, dos, tres o cuatro eventos te encuentras con un efecto multiplicador. No puedes sobrevivir«, apuntó Cline.

En 2011, el terremoto y el tsunami en Fukushima afectaron la cadena global de suministros de partes de computadoras y de tecnología de información. GETTY IMAGES

Nuestro propio mundo puede ser más resiliente, pero aun así los terremotos actuales pueden causar un caos económico. Cuando Japón fue golpeado en 2011 por el terremoto y el tsunami en Fukushima, el impacto económico se sintió en todo el continente asiático.

Múltiples impactos

Para el año 1250 a.C., los problemas se estaban acumulando. Una reina hitita pidió ayuda de Egipto diciendo: «No tengo granos en mi tierra». Un comerciante sirio advirtió: «Hay hambre en nuestra casa, si tú no llegas aquí pronto todos moriremos de hambre».

Para ayudar a aliviar la situación, los egipcios comenzaron a enviar cargamentos de comida a sus vecinos.

Cuando fueron golpeados por el hambre, los hititas pidieron ayuda a los egipcios. GETTY IMAGES

Incluso en la Edad de Bronce, los gobiernos estaban dispuestos a promover sus programas de ayuda internacional.

Un faraón presumía que él «había hecho llevar granos en barcos para mantener con vida la tierra de los hititas».

Pero esta cooperación internacional no fue suficiente.

Gracias al Nilo, Egipto estaba en mejor posición que otros estados para sobrevivir a las sequías.  TIM BOWLER

No está claro si quienes vivían alrededor de los palacios se alzaron contra sus gobernantes porque no tenían qué comer o porque habían perdido sus trabajos.

Pero a medida que las cosechas y las economías fallaban, comenzaron a producirse guerras civiles y la migración masiva de refugiados.

Ciudades saqueadas

Es cierto que Troya fue saqueada en torno al año 1200 a.C., aunque no hay nada de allí o griego (los registros administrativos griegos son poco más que listas administrativas) que arroje luces sobre lo que ocurrió.

Pero en Siria tenemos las voces de una catástrofe más amplia.

El nombre de los hititas para los griegos era Ahhiyawa. Para Homero eran los aqueos. (Foto: BBC/Wild Mercury)

El gobernante de Ugarit, sorprendido por eventos repentinos, solicitó ayuda diciendo: «Todas mis tropas y carrozas están en la tierra de hitita y todos mis barcos están en la tierra de Lukka. Por tanto, el país ha quedado abandonado».

Su llamamiento parece haber caído en oídos sordos, quizá sus vecinos también estaban pasando por apuros. Si acaso recibió alguna ayuda debe haber llegado demasiado tarde, de acuerdo con una de las últimas tablillas rescatadas de la ciudad caída.

«Cuando llegó tu mensajero, el Ejército estaba humillado y la ciudad fue saqueada. La comida que estaba en el lugar de la trilla fue quemada y nuestros viñedos también fueron destruidos. Nuestra ciudad fue saqueada. ¡Debes saberlo!».

Aquellos que sobrevivieron posiblemente acabaron siendo vendidos como esclavos o se unieron al creciente número de refugiados o de saqueadores sin ley que surgieron en la medida que las sociedades se derrumbaban.

Culpando a los inmigrantes

Por su parte, los egipcios tenían una respuesta simple a lo que causó el colapso de todos los estados de la Edad de Bronce: era la culpa de diferentes grupos que venían del Mediterráneo, a los que ellos llamaban «la gente del mar».

Las economías de la Edad de Bronce dependían de este tipo de embacaciones para aprovisionarse de bienes de lujo, así como de vidrio, hojalata y cobre. GETTY IMAGES

«Los países extranjeros hicieron una conspiración en sus islas. Todas las tierras fueron sacudidas y desperdigadas en el combate al mismo tiempo. Ninguna tierra podía mantenerse en pie ante sus armas», dice una inscripción egipcia.

No obstante, Egipto parece haber tenido tiempo de defenderse y su ejército derrotó a la «gente del mar», señala el profesor Cline, y el faraón Ramsés III proclamó: «Yo saqué a aquellos que invadieron desde sus tierras… quedaron como aquellos que no existen».

Andrew Shapland advierte que hay que ser cuidadosos a la hora de leer estas declaraciones de los gobiernos.

«Ramsés simplemente está convirtiendo a los inmigrantes en agresores. ¿Qué tal si está haciendo lo que hace en la actualidad cualquier político actual de derecha: buscando un grupo de gente foránea y culpándola por los problemas económicos?»

Victoria pírrica

Si los griegos realmente derrotaron a los troyanos, su victoria duró poco.

La mayor parte de los palacios griegos también fueron destruidos o abandonados poco después; los hititas, las ciudades estado sirias, los asirios y los babilonios también colapsaron.

Solo los egipcios sobrevivieron.

La historia que cuenta Homero sobre Troya es para Eric Cline un cuento con moraleja que nos recuerda que, al final, todas las civilizaciones fracasan. GETTY IMAGES

A diferencia de los gobernantes de la Edad de Bronce, que cuando fallaban las cosechas solamente podían rezarle a su dios de las tormentas para que lloviera, nosotros tenemos mucha más conciencia de los problemas globales y tenemos muchos más recursos técnicos para gestionar los problemas, señala Cline, quien argumenta que la de Homero es una historia con moraleja.

«Toda civilización en el mundo ha terminado por colapsar. Sería muy arrogante pensar que seremos la única civilización en sobrevivir».

 

25 febrero 2018 at 12:45 pm Deja un comentario


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