Archive for 6 febrero 2018
Así trabajan en el único taller que puede copiar las grandes esculturas del arte clásico griego
Aunque existen multitud de copias de las principales esculturas del Arte Griego, solo un taller de Atenas cuenta con el certificado oficial para poder realizarlas. Este derecho exclusivo le ha sido concedido por el Ministerio de Cultura de Grecia.
En la imagen, un artista trabaja en una réplica de una estatua antigua de Higía, la diosa de la salud, en un taller de Atenas. Es el único centro del mundo que puede realizar copias de obras del arte clásico griego. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Fuente: YAHOO Noticias
5 de febrero de 2018
Unas 50 personas, todas licenciadas en Bellas Artes, trabajan en este taller para recrear con exactitud una gran variedad de esculturas de la Antigua Grecia. Desde piezas de apenas unos centímetros hasta estatuas de Zeus de más de dos metros. Todas las figuras están realizadas con yeso y a escala real. Además, se pintan cuidadosamente a mano para imitar los tonos originales.
Las piezas son destinadas a la venta, aunque por el momento solo se pueden comprar en los principales museos y sitios arqueológicos de Grecia. Sin embargo, próximamente también se podrán adquirir a través de Internet.
Esta tienda y taller de Atenas cuenta con el derecho exclusivo de hacer las copias de las esculturas clásicas de la Antigua Grecia gracias a un permiso especial concedido por el Ministerio de Cultura del país heleno. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
En la fotografía, una copia de la Venus de Milo, la escultura del siglo II a. C. que representa a Afrodita, la diosa griega del amor, la belleza, el placer y la procreación. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Un equipo de unas 50 personas, todas ellas licenciadas en Bellas Artes, trabaja en el taller para realizar estas réplicas exactas. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
El equipo realiza copias de todo tipo de esculturas. Desde figuras de animales de apenas unos centímetros hasta grandes piezas de más de dos metros de altura. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Las piezas se venden exclusivamente en los principales museos y lugares arqueológicos de Grecia y los ingresos se destinan a la conservación del arte clásico heleno. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Sin embargo, próximamente también se podrán comprar estas esculturas a través de Internet. La ministra de Cultura de Grecia, Lydia Koniordou, anunció recientemente que en verano estará disponible la venta online. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Unas estatuillas cicládicas son embaladas en una caja para enviarse a su lugar de venta. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Las copias se realizan con moldes a escala real y en yeso, un material que no se contrae al secarse a diferencia de otros como la resina. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Además, las esculturas se pintan a mano cuidadosamente para imitar el tono de la pieza original, ya sea de metal, mármol, arcilla, marfil u otro material. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Las reproducciones pueden tardar en realizarse desde unos pocos días hasta dos meses, el tiempo que duró el fabricar la copia de esta estatua del siglo V a. C., dios del cabo Artemisio, que representa a Zeus o Poseidón. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
La estatua de Zeus o Poseidón es una de las principales obras que se puede contemplar en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. El precio de su copia alcanza los 3.000 euros. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Una copia de la cabeza de Alejandro Magno pasando por el procesamiento de color. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Uno de los artistas limpia la copia de una cabeza de Higía. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Los moldes se fabrican en los museos donde se guardan las piezas originales y todos se almacenan en el taller. Se conservan algunos incluso desde el siglo XIX. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
Un trabajador del laboratorio sujeta la copia de un kuros, un tipo de escultura que imperó en el Periodo Arcaico del arte griego. (Foto: Thanassis Stavrakis / AP).
La arqueología palestina y el misterio de la cripta de Gaza
Un temporal de lluvias saca a la luz tumbas romanas excavadas bajo una casa derruida por la guerra
Al Kafarna, en las tumbas halladas bajo su casa en Gaza. MOHAMMED ABED (AFP)
Fuente: JUAN CARLOS SANZ > Jersusalén | EL PAÍS 05/02/2018
Fotos: MOHAMMED ABED (AFP) | EL PAÍS
Abdelkarim al Kafarna vive en Beit Hanun, al norte de la franja de Gaza. La casa de su familia quedó prácticamente arrasada en la guerra que durante 50 días enfrentó al Ejército de Israel con las milicias islamistas de Gaza en el verano de 2014. Un temporal de lluvias que azotó la pasada semana Oriente Próximo amenazó con arrastrar los muros que aún se tenían en pie. Cuando escampó, Al Kafarna, de 24 años, salió a comprobar los daños. El agua acumulada tras las intensas precipitaciones no se había encharcado, en contra de lo habitual, en los cráteres que abrieron las bombas israelíes por todo el huerto.
El misterio rodeaba un fenómeno anormal. Así que el joven gazatí decidió seguir el minúsculo regato que discurría desde el patio de la casa hacia una de las oquedades. Descubrió que la tierra se tragaba el agua y tuvo que retirar una pesada piedra para resolver el arcano. A sus pies apareció una escalera excavada en la roca que descendía hacia la oscuridad. Un olor nauseabundo emanaba de lo desconocido, pero este superviviente a las tres guerras libradas en el enclave palestino durante la última década se armó de valor y comenzó a descender por los peldaños.
“El método de excavación apunta a su origen romano, hace unos 2.000 años”, dictamina un experto
Cuatro metros bajo tierra, se encontró con nueve tumbas horadadas en el subsuelo. Cada una de las sepulturas contenía un osario, aparentemente restos de distintos cadáveres, junto con lamparas votivas y sellos familiares de cerámica. Al Kafarna no tardó en dar la voz de alarma: bajo las tierras de su familia parecían haber surgido unas catacumbas tras el aguacero. El arqueólogo de Gaza Ayman Hassuna, convocado con urgencia por las autoridades, pronto descifró el enigma. “El método de excavación de estas tumbas familiares apunta a su origen romano, hace unos 2.000 años”, dictaminó el experto.
Este viene a ser el relato del misterio de la cripta de Gaza que transmitieron dos fotógrafos locales de France Presse y Associated Press a sus redacciones centrales en Jerusalén. Su versión acompañaba las sorprendentes imágenes de un hallazgo arqueológico accidental distribuidas por ambas agencias que han acabado dando la vuelta al mundo.
Gaza fue incorporada a la República romana en año 63 AC. Permaneció bajo el Imperio y siguió en manos de Bizancio —entonces acabó de ser cristianizada por San Porfirio— hasta el VII, cuando pasó a manos del primer califato de islam. Distintas civilizaciones han dejado su huella a lo largo de los 4.000 años de historia documentada de la Franja mediterránea. Antes que los romanos, egipcios y cananeos; israelitas y filisteos; asirios, persas y griegos, entre otros, se disputaron el territorio.
La búsqueda de antigüedades que certifiquen la presencia histórica en los territorios en litigio se ha convertido en un arma habitual en el conflicto entre israelíes y palestinos. El afán por desenterrar el pasado es patente en Jerusalén, donde los arqueólogos del Estado judío han excavado túneles a lo largo del recinto amurallado y sus alrededores, y en otras ciudades renombradas de la antigüedad, como Hebrón (Cisjordania).
Beit Hanun, sin embargo, apenas era conocida hasta ahora por ser una de las poblaciones que llevó la peor parte en la denominada Operación Margen Protector en Gaza, que se cobró la vida de 1.500 civiles y unos 700 combatientes palestinos, y de 67 soldados y 6 civiles israelíes. Situadas en primera línea del frente, a escasa distancia de la frontera, sus edificaciones duramente golpeadas por los bombardeos eran hasta hace poco el primer paisaje urbano con el que se topaba el visitante después de atravesar el paso aduanero de Erez.
En la Franja palestina aún quedan 6.000 familias, unas 30.000 personas, pendientes de ser realojadas. Más de 18.000 viviendas fueron destruidas y otras 160.000 resultaron dañadas por la guerra de 2014. Que el hallazgo accidental de unas misteriosas tumbas romanas bajo la casa en ruinas de Abdelkarim al Kafarna sirva también para dar noticia del sufrimiento de estas gentes de Gaza a quienes pueden remediarlo.
Abdelkarim al Kafarna posa en la entrada de la cripta que ha encontrado bajo su casa, en Beit Hanun, en la franja de Gaza, el pasado 26 de enero. La casa de su familia había quedado prácticamente arrasada en la guerra que durante 50 días enfrentó al Ejército de Israel con las milicias islamistas de Gaza en el verano de 2014. MOHAMMED ABED (AFP)
Abdelkarim al Kafarna muestra un sello descubierto en la cripta que está bajo su casa. La encontró tras un temporal de lluvia: el agua no se había acumulado en los cráteres que dejaron las bombas israelíes, sino que se filtraba hacia el interior. MOHAMMED ABED (AFP)
Abdelkarim al Kafarna recoge restos de cerámica descubiertos en la catacumba, el pasado 26 de enero. Los expertos creen que la catacumba, que contiene nueve tumbas, es de origen romano y que podría tener una antigüedad de unos 2.000 años. MOHAMMED ABED (AFP)
Al Kafarna sostiene en su mano restos de cerámica hallados en la cripta. Gaza fue incorporada a la República romana en año 63 AC. Permaneció bajo el Imperio y siguió en manos de Bizancio —entonces acabó de ser cristianizada por San Porfirio— hasta el VII, cuando pasó a manos del primer califato de islam. MOHAMMED ABED (AFP)
Abdelkarim al Kafarna colabora en la recolección de los restos arqueológicos hallados en la cripta que encontró bajo su casa, en Beit Hanun. MOHAMMED ABED (AFP)
Al Kafarna muestra restos de las cerámicas encontradas en la tumba. MOHAMMED ABED (AFP)
Abdelkarim al Kafarna, durante los trabajos arqueológicos que se realizan en la cripta hallada bajo su casa, en Beit Hanun, en la franja de Gaza. MOHAMMED ABED (AFP)