Archive for 5 abril 2017
Astérix y Obélix desembarcan en Italia en su nueva aventura
El nuevo álbum, el número 37 de la saga, saldrá a la venta el próximo 29 de octubre con una tirada inicial de 4 millones
Una de las viñetas de «Astérix en Italia» – ABC
Fuente: EFE | ABC
5 de abril de 2017
Astérix y Obélix, los irreductibles galos creados por Albert Uderzo y René Goscinny, desembarcarán en Italia en su próximo álbum de aventuras, el número 37 de una saga que ha vendido ya más de 370 millones de ejemplares en todo el mundo.
Con «Astérix en Italia», que saldrá a la venta el próximo 19 de octubre, los dos protagonistas se adentrarán en «los pueblos itálicos» en los que, para disgusto de Obélix, descubrirán que en la antigua Italia no solo hay romanos, según el comunicado de la editorial Albert René.
«Italia no se limita a Julio César, Roma y el Coliseo. Pensamos que ya era hora de que Astérix y Obélix se hicieran una idea más precisa de lo que era verdaderamente en ese momento. Algo que no disgustará a Uderzo, cuya familia es originaria del norte» de ese país, dicen el dibujante Didier Conrad y el guionista Jean-Yves Ferri.
Como ya hicieran con el último volumen, «El papiro del César», y con «Astérix y los pictos», Conrad y Ferri firman este último título, con el que se remontan al año 50 a. C. La aventura permitirá que Astérix y Obélix conozcan a fondo «la sorprendente Italia antigua», formada por «múltiples regiones que tratan de mantener su independencia» y que Julio César sueña con unificar.
«Tiene muchas dificultades para controlarlos», le dice Astérix a su compañero de viaje en una de las viñetas, cuyo futuro escenario no había sido desvelado hasta hoy. «El papiro del César», publicado en octubre de 2015, ha vendido hasta ahora más de 5 millones de ejemplares, y la primera tirada de este nuevo título se hará con más de 4 millones en los más de 20 idiomas en los que estará disponible.
Encuentran en Suiza un sarcófago romano de plomo cerca de sitio arqueológico de Augusta Raurica
Un sarcófago romano de plomo de más de 1.700 años y preservado en perfecto estado fue encontrado el pasado otoño en el cantón suizo de Basilea, cerca de un sitio arqueológico romano, la Augusta Raurica, aunque su existencia no ha sido revelada hasta hoy.
Foto: Swiss Info
Fuente: EFE | LA VANGUARDIA
Ginebra, 5 abr.- Unos trabajadores estaban reparando tuberías subterráneas cuando descubrieron que estaban excavando en un antiguo barrio romano, a lo largo de una carretera provincial actual pero que recorre el mismo trazado que una calzada de la época romana.
El sarcófago contiene una osamenta humana, restos de textiles y varios recipientes y del estudio de su contenido los expertos han deducido que albergaba el cuerpo de una mujer de clase alta.
El sarcófago será presentado al público en mayo y seguramente se expondrá en el sitio arqueológico de la Augusta Raurica, un museo al aire libre, que consta de diferentes edificios romanos e incluso un anfiteatro conservado en muy buen estado, a unos 20 kilómetros de Basilea.
‘El juicio de Paris’ regresa a casa
Cultura confirma que el más importante de los 13 mosaicos hallados en la villa romana del Alcaparral hace 32 años se expondrá de forma permanente en el museo de Casariche
El mosaico, que está expuesto en el Museo Arqueológico de Sevilla. / D. S.
Fuente: TRINIDAD PERDIGUERO | Diario de Sevilla
5 de abril de 2017
La Consejería de Cultura confirmó ayer que el mosaico del Juicio de Paris, elmás importante de los 13 que fueron hallados en una finca agrícola de Casariche en 1985 y considerado uno de los más interesantes de la época tardo-romana en la Península Ibérica, regresará este año al municipio para quedarse. En concreto, dejará su actual ubicación en el Museo Arqueológico de Sevilla para instalarse en la sala principal del edificio que alberga la colección museográfica del mosaico romano de Casariche José Herrera Rodas, que se impulsó a raíz del hallazgo.
El Ayuntamiento había previsto su presencia en este lugar desde que arrancó el proyecto y por ello ha estado luchando estos años. De hecho, ahora hay una reproducción del mismo en el lugar, pero en tela. En salas contiguas ya se exponen otros cinco mosaicos originales de la misma Villa Romana del Alcaparral (siglo III d. C.). En la extracción y restauración del mosaico -que tiene unas dimensiones de 3,60 por 3,20 metros- se han invertido en los últimos años más de 300.000 euros.
La importante pieza está expuesta en la actualidad en el Museo Arqueológico de Sevilla. El Consistorio lleva años apostando por el mundo romano y el mosaico como reclamo
La fecha exacta del traslado no se ha concretado. Según las fuentes de la Junta, es «inminente». El alcalde, Basilio Carrión, confía que pueda ejecutarse antes de que acabe el próximo verano. Según la Consejería de Cultura, el traslado era un compromiso que la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, adquirió en 2014, cuando acudió al museo de Casariche, y una reclamación del Ayuntamiento. También la ha defendido un importante grupo de investigadores, partidarios de poner la obra en su contexto, y se ha mostrado favorable la propia directora del Museo Arqueológico, Ana Navarro.
No obstante, ese traslado no se hace de cualquier modo. A raíz del hallazgo en 1985 y una vez que se supo de la importancia del mosaico -por calidad artística, policromía y grado de conservación-, Casariche se volcó para que volviera al municipio, con un proyecto integral de largo recorrido. Con distintas ayudas europeas y de otras administraciones, construyó un edificio, que habilitó como museo y que se inscribió además como colección museográfica. Con distintas escuelas taller, se fomentó la creación de un centro especial de empleo -que se ha mantenido con mucho esfuerzo durante estos años de crisis- en el que se realizan mosaicos por encargo. Está en los bajos del mismo edificio. Además, hay una completa programación de actividades y visitas escolares al espacio. Más recientemente, el Ayuntamiento de Casariche ha puesto en marcha hasta una feria romana, que se celebra en las antiguas canteras de la época en la zona.
El regreso del Juicio de Paris podría suponer así un impulso definitivo para el turismo de interior por el que ha apostado el municipio, basado en su pasado romano y en la arqueología. De hecho, el traslado va a coincidir prácticamente con la apertura de unos apartamentos turísticos en Casariche, el primer alojamiento hotelero en la localidad que no llega a los 6.000 habitantes y que también forma parte de la llamada Ruta del Tempranillo.
Carrión destacó ayer que el proceso ha sido largo, ha requerido de inversión y de muchos trámites burocráticos, aunque subrayó el buen entendimiento con los distintos responsables de la Consejería de Cultura con los que han ido tratando en todos estos años.
Una villa romana del siglo III
Según los investigadores, este importante mosaico formaba parte de la estancia principal de la Villa Romana del Alcaparral (siglo III d. C.) ubicada a unos tres kilómetros del actual casco urbano de Casariche, a la derecha de la carretera hacia Badolatosa. Se trata de una finca privada y la villa afloró durante unas tareas agrícolas. Este mosaico constituía el piso de una estancia principal. Con unas medidas totales de 3,60 por 3,20 metros, el cuadro principal (de 1,60 por 1,60 metros) recrea una escena de la mitología: el Juicio de Paris, en el que se obligó a dictaminar al pastor qué diosa era la más bella -Venus, Juno o Minerva- y que provocó la caída de Troya. Fue extraído del yacimiento en el año 2000 y es propiedad de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. |
Alejandro y Escipión echan un pulso
Valerio Manfredi y Santiago Posteguillo confrontaron sus personajes en el festival literario Mot
Santiago Posteguillo, con casco y perfil romano cuando fue proclamado ganador del premio Barcino de novela histórica.
Fuente: JACINTO ANTÓN | EL PAÍS
5 de abril de 2017
Era una ocasión histórica, aunque llovía. Se enfrentaban cara a cara Alejandro Magno y Escipión el Africano para dirimir cuál de los dos fue mejor general y caudillo. Falange frente a legiones, sarisa contra pilum y gladio. Lo hacían, reunirse, por persona interpuesta, claro, pues los dos están criando malvas desde hace más de dos mil años y de hecho entre ellos hay un siglo de diferencia (Alejandro murió en 323 antes de Cristo y Publio Cornelio Escipión nació en el 236 a. C.). Pero tanto Valerio Manfredi (Alejandro) como Santiago Posteguillo (Escipión) daban muy bien el tipo: Manfredi rebosante de poesía, romanticismo y pathos –esa pasión desenfrenada y contagiosa que comparten el Magno y Valerio Massimo-, Posteguillo lleno de ingenio, perspicacia y sentido común. Incluso físicamente ambos parecieron imitar a sus personajes: el italiano de Alexandros con su fascinante vehemencia, rica en gestos; el valenciano de Africanus con su sobriedad y contención.
Era en la ciudad de Olot, alejada de la llanura de Zama y no digamos de la de Gaugamela o de los meandros del Hidaspes , pero abundante en volcanes, lo que le imprimía al encuentro entre los dos gigantes (bueno, cuatro: dos de la Historia y dos de la novela histórica) una conveniente atmósfera mítica; por ahí andaría Hefesto dándole a la forja.Manfredi y Posteguillo acudían al festival literario Mot, que reunió en la localidad gerundense a un buen puñado de escritores de primera fila, para hablar de cómo se escribe el pasado, en su caso el de la antigüedad clásica.
Valerio Manfredi y, a la derecha, una estatua.
El encuentro era en formato trío, uy, perdón triunvirato, en el que el tercer lado, como en todo triunvirato que se precie, estaba ocupado por un personaje insignificante y flojo, en este caso yo mismo, que carezco de legiones o falange algunas y comparto con Craso y Lépido ser absolutamente prescindible (aunque no el ser rico). Manfredi abrió el fuego recalcando una diferencia fundamental entre Alejandro y Escipíón: el primero era un rey absoluto, el segundo un funcionario del Estado de Roma, un ciudadano. Alejandro no estaba sujeto a nada ni nadie y vivió sus sueños, incluso los más desmesurados, haciéndolos realidad -hasta pudo dejarse el flequillo partido (anastole) sin que nadie se riera-. Para Posteguillo, eso es precisamente lo que hace grande a Escipión, y uno de los nuestros: estar sujeto al imperio de la ley y de la razón: el Senado no iba a dejar que te fueras de guerra con tus amiguitos, pillaras unas castañas de aquí te espero, alancearas a un lugarteniente (Clito) por citar con mala leche a Eurípides o te encerraras en la tienda cabreado con el ejército en plan «¡hala, pues ahí os quedáis y que os den por la crátera!».
Puntualizó el autor de la popular trilogía sobre el romano que de no haber vencido a Aníbal, Escipión no hubiera figurado como uno de los grandes capitanes de la historia, entre los que tanto él como Manfredi incluyeron a Napoleón, aunque se salía de época.
Lo de si falange o legión estaba claro: aunque Alejandro no vivió para enfrentarse a Roma si lo hicieron sus sucesores macedonios, con mala fortuna: Perseo fue derrotado por Emilio Paulo en Pidna (168 a. C.), batalla que marca la supremacía de la legión sobre la falange.
Lo mejor del encuentro Manfredi/ Posteguillo sin embargo no fue militar (poliorcético, dirían ellos).. Posteguillo reivindicó el género de la novela histórica como magnífica forma de llevar la gente a la Historia. Manfredi disintió: es válido por sí mismo como expresión literaria y su finalidad ha de ser maravillar, sorprender y conmover al lector, no formarlo. Africanus vs. Alexandros, sin duda. Tácito y Homero. Posteguillo y Manfredi, unas buenas Vidas paralelas.