Archive for 26 febrero 2015
Noticias en Latín XCVIII desde Radio Torcal
XCVIIIº programa de noticias en latín desde Radio Torcal, bajo la dirección del doctor Cristóbal Macías Villalobos, jefe del Departamento de Lenguas Clásicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga.
‘De Roma a China’, la conquista de la seda mil años antes de Marco Polo
Jean-Nöel Robert descubre en su último libro la peligrosa aventura de los primeros mercaderes en llegar a oriente seducidos por fabulosas riquezas
Guerreros de Xian. | Cordon Press
Fuente: LAURA GALDEANO | Libertad Digital 26/02/2015
En el primer siglo de nuestra era, dos culturas tremendamente influyentes, en plena expansión, ubicadas en los extremos del mundo conocido y desconocidas entre sí entablan relaciones comerciales con la seda como objeto más codiciado. Mercaderes romanos llegaron a China en una peligrosa expedición, solo apta para aventureros, que propició el intercambio de mercancías, pensamientos y experiencias mucho antes de que Marco Polo pisase esos lugares.
«Fueron recibidos por el emperador Han en la capital, Chang-an, cerca de la Xian moderna. Era el final de un viaje extraordinario en el que, de Alejandría a la India a través de la Bahía de Bengala para la península de Malaca y las costas de Annam, tuvieron que hacer frente a todos los peligros para llegar hasta una China de fabulosas riquezas».
Así comienza esta página de la historia, hasta ahora pasada por alto, que nos desvela Jean-Nöel Robert (1949, París), latinista y experto en la historia de Roma, en el libro De Roma a China. La ruta de la seda en época de los césares. Robert, tras un intenso trabajo de documentación basado en la traducción de textos latinos, griegos y anales chinos de la época, describe esos encuentros y la vida de ciudades antiguas ya desaparecidas y de sus gentes.
Un libro ágil y envolvente, que ha sido traducido en más de una treintena de lenguas, incluyendo China, Japón y Corea. Según admite el autor, destinado «a todos aquellos que tengan curiosidad por los acontecimientos poco conocidos de la historia». Pero principalmente y como recalca Robert, se trata de «una extraordinaria aventura humana que todos los apasionados de la historia disfrutarán al descubrir».
PREGUNTA. El libro nos presenta la seda, las telas, las especies o los perfumes orientales como objetos de deseo para los romanos. ¿Hasta qué punto influyeron en el devenir de las distintas civilizaciones?
RESPUESTA. ¡No hay que exagerar! No todos los productos de lujo provenientes de Extremo Oriente o los fabricados a partir de materias primas originarias de India o de China tuvieron un impacto determinante para el devenir de la civilización romana. Sin embargo, los productos lejanos que costaban mucho dinero permitieron por su parte a los comerciantes ávidos de enriquecerse recorrer el mundo antiguo más allá del Imperio romano; y por otra parte, en el propio Imperio romano y particularmente en Roma, estos productos de lujo permitieron a una clase privilegiada demostrar claramente su diferencia social con el resto de ciudadanos. Estos productos de lujo jugaron entonces un papel importante sobre la moda de Roma y sobre el tren de vida de los más ricos.
P. Usted asegura en el libro que «no había hombre más internacionalizado que un romano de la época imperial». ¿A quiénes serían comparables hoy día?
R. Sería arriesgado establecer comparaciones y equivalencias entre la Antigüedad y la actualidad. Sabemos que la historia jamás se repite y las condiciones políticas y económicas de la época eran muy diferentes de las nuestras. La frase que usted cita pretende simplemente resaltar que los romanos construyeron un imperio inmenso y que vivió en paz durante muchos siglos, lo que no se había producido nunca antes en la historia de la Antigüedad, por no decir en la historia del mundo. Los romanos se encontraban en el centro de este inmenso imperio y no vivían sino por él.
«Las ganancias eran lo suficientemente apetecible para que los audaces partieran a la aventura»
P. Se enfrentaban a desiertos, mares embravecidos, terrenos desconocidos y pueblos violentos, como los hunos. ¿Se les puede considerar unos imprudentes? ¿Era tal la recompensa como para arriesgarse de este modo?
R. Hay que considerar en primer lugar que los hombres que se lanzaban al comercio con países lejanos, tanto por vía terrestre como marítima, reunían cualidades de audacia, coraje e incluso temeridad. Los peligros de la ruta eran muchos; los conocimientos geográficos, aunque admirables, eran muy imprecisos, e incluso aquellos que se adentraban en los países vecinos del imperio corrían grandes riesgos. En cuanto a aquellos que recorrieron la ruta completa desde el Imperio romano hasta China, fueron una minoría. Por otro lado, los comerciantes en Roma eran muy poco valorados, aunque sí es cierto que la previsión de las ganancias era lo suficientemente apetecible para que algunos audaces partieran a la aventura.
P. ¿Cuál era el mayor peligro?
R. El abanico es tan grande que es imposible decidirse por uno solo. Entre los peligros más temidos se encontraban las tempestades marítimas y los naufragios en alta mar; el encuentro con bestias salvajes en las montañas de Asia central; las inclemencias del clima, como la nieve que empezaba a caer a mediados de agosto en la Cordillera del Pamir; o el riesgo de que los yaks cargados de mercancías resbalaran y cayeran por algún precipicio; o el calor insoportable de los desiertos en los que uno se arriesgaba a perderse y morir de sed junto a sus camellos. Sin olvidar los numerosos bandidos que, como mínimo podían despojarte de todos tus bienes, y podías considerarte afortunado si te dejaban con vida…
P. ¿Cómo definiría a estos exploradores?
R. Es obvio que estos viajeros debían tener un espíritu valiente, aliñado con una dosis de locura, o al menos de inconsciencia. Pero no eran exploradores (y es una lástima, porque nos hubieran dejado unos impresionantes relatos de sus viajes); simplemente eran unos aventureros.
P. Las hazañas de Marco Polo han sido objeto de estudio de muchos historiadores. Sin embargo, estos romanos han pasado desapercibidos. ¿Por qué?
R. Si las hazañas de estos aventureros de la Antigüedad han caído en el olvido es a causa de diversos motivos. En primer lugar, no dejaron testimonios, solo sabemos de ellos a través de algunas menciones en los anales chinos; además, la existencia de estos comerciantes no era considerada importante (no eran sino simples proveedores). Para terminar, las conmociones que sacudirían el siglo III de nuestra era no solo al mundo romano, sino al resto de imperios, contribuyeron a que cayera en el olvido el hecho de que, un milenio antes de Marco Polo, unos hombres hubieran podido ya establecer contacto entre los dos extremos del mundo conocido.
P. Se fijaron rutas marítimas y terrestres que facilitaron el intercambio comercial, pero ¿se podría hablar también de las primeras rutas turísticas?
R. No, esas rutas no tenían un uso turístico, que no se desarrolló hasta casi nuestros días. Desde luego, en el seno del Imperio Romano, sabemos que los ciudadanos más ricos podían visitar los lugares más conocidos. Por ejemplo, el destino más popular era Egipto y algunos visitantes no dudaron en grabar sus nombres en las pirámides. Pero no iban más allá de las fronteras del Imperio. Estas hazañas aventureras estaban destinadas al comercio.
«Una aldea china se declara descendiente de soldados romanos»
P. Hay un capítulo dedicado a la deportación de diez mil prisioneros romanos tras la muerte de Craso en la batalla de Carras que queda envuelto en misterio. ¿Qué cree que ocurrió con estos hombres?
R. Este asunto está aún rodeado de misterio y no sabemos con seguridad más que el inicio y el final del periplo. En efecto, Plinio el Viejo cuenta que los partos hicieron 10.000 prisioneros tras la batalla de Carras en el 53 a.C., que acabó para los romanos en una derrota particularmente vergonzosa y deshonrosa. Sabemos que los partos enviaban a una buena parte de sus prisioneros al otro extremo de su imperio a fin de evitar cualquier intento de fuga. Resultó que ciertos romanos fueron trasladados cerca de lo que es hoy la frontera de Turkmenistán. Por otra parte, los anales chinos hablan de alrededor de 150 soldados romanos hechos prisioneros en una batalla contra los hunos y que se establecieron en territorio chino en una aldea creada ex profeso para ellos, cerca del Lop Nor, a fin de contribuir a la vigilancia de la frontera china. Todo lo que sucedió entre estos dos puntos de la historia es pura hipótesis. Se trata de una auténtica investigación policial. Pero lo curioso es que hoy, en el s. XXI, los habitantes chinos de un pueblo cercano a la antigua aldea de los romanos se declaran descendientes de esos soldados que se instalaron allí hacia el 35 a.C., y piden que se les someta a estudios científicos.
«Para los romanos, la leyenda no se distinguía de la historia»
P. Resulta bastante curioso para el lector la descripción del paisaje como los «pájaros gigantes con huevos grandes como tinajas», así como los recibimientos que, en lugares extraños, recibían. ¿Qué repercusión tenían en Roma estás narraciones?
R. Los romanos ponían nombres a las novedades y los descubrimientos que realizaban en función de lo que ya conocían, lo que daba lugar a nombres en ocasiones incongruentes o poéticos. Pero no hay que olvidar que para ellos la leyenda no se distinguía de la historia y que, por ejemplo, Alejandro Magno era tan real como Hércules.
P. Y China, considerado un pueblo de mentalidad algo cerrada, ¿era más favorable por entonces a adoptar técnicas o costumbres extranjeras? ¿Queda algo hoy de aquello que le aportó Roma?
R. Tenemos el testimonio de algunas técnicas romanas que fueron adoptadas por la China de la época, como por ejemplo la formación en testudo o tortuga -es decir, la forma de combatir de los legionarios protegiéndose con sus escudos como una tortuga se protege con su caparazón-, que los chinos rebautizaron como formación «en escamas de peces». Pero no creo que podamos decir que en la actualidad quede en China algo de influencia romana. Los tiempos han cambiado.
P. ¿Qué era lo más preciado para los mandatarios chinos de los presentes que portaban los romanos?
R. Los supuestos embajadores romanos que se presentaron en la Corte del Hijo del Cielo en el año 166 de nuestra era fueron bastante decepcionantes. Traían algunas baratijas -principalmente coral y bisutería de vidrio comprado en India-, ya que no preveían encontrar un emperador tan fastuoso y una corte tan rica.
P. Bagram, a unos 60 kilómetros al noroeste de Kabul fue punto estratégico en el intercambio comercial. ¿Qué queda hoy de su tesoro?
R. Quedan aún algunas piezas muy hermosas que pueden admirarse en el Museo Guimet de París, pues fueron los arqueólogos franceses quienes contribuyeron a recuperar este magnífico tesoro.
P. ¿Qué proyecto le ocupa ahora?
En tanto que historiador de las mentalidades, en el mes de marzo publicaré una obra que hará hincapié en Pompeya. La vida antes de la erupción del Vesubio no se desarrollaba en realidad como se imagina habitualmente y la fecha de la erupción establecida tradicionalmente no se corresponde con la realidad de los descubrimientos arqueológicos. Se trata entonces de una «relectura» del yacimiento de Pompeya. Y tengo otros proyectos pendientes…
De Roma a China. La ruta de la seda en época de los césares. Jean-Nöel Robert. STELLA MARIS EDITORIAL, 2014. 339 páginas.
El Estado Islámico difunde un vídeo donde destruye estatuas milenarias
- La grabación muestra a varios milicianos golpeando con mazas varias esculturas de un museo de la ciudad iraquí de Mosul
- Las esfinges de Nínive
Imagen de un vídeo del Estado Islámico en el que unos militantes destruyen estatuas en el museo de Mosul. / AP
Fuente: EL PAÍS 26/02/2015
El Estado Islámico (EI) ha difundido un vídeo en el que aparecen milicianos del grupo integrista destruyendo con mazas una colección de estatuas y esculturas milenarias de la época asiria, en la ciudad iraquí de Mosul, bajo su control desde junio de 2014. La grabación muestra cómo los terroristas, con parcelas de terreno bajo su gobierno en Siria e Irak, empujan las figuras, las trituran con herramientas y taladran las más grandes para despedazarlas. Se trata de antigüedades de gran valor cultural, algunas del siglo VII a.c., testimonios de la civilización asiria que habitó el norte de Mesopotamia.
Al inicio del vídeo, traducido por el centro de análisis MEMRI, un hombre asegura que destruyen las estatuas porque son ídolos que las gentes adoraron en siglos pasados en lugar de a Mahoma. No es la primera vez que el EI arrasa con cualquier muestra de idolatría, como ha hecho en varias ocasiones con santuarios sufíes. «El profeta [Mahoma] nos ordenó deshacernos de las estatuas y las reliquias», dice durante la grabación el miliciano, «sus compañeros hicieron lo mismo cuando conquistaron ciudades a su mando».
Las estatuas destruidas parecen ser parte de la colección de un museo de Mosul, capital de la provincia de Nínive. «Las estatuas no eran visibles en época de Mahoma», dice un rótulo del vídeo sobre una imagen en blanco y negro de una escultura en el momento de su excavación. «Los oradores del demonio las extrajeron», continúa el rótulo.
La mayoría de estas figuras provienen de la antigua ciudad de Nínive, situada en el noreste de la localidad. La grabación muestra precisamente a varios milicianos en las ruinas de Nínive, aupados a grandes esculturas, martilleando y cortando con radiales desde la cabeza. El vídeo muestra también al inicio la quema de cientos de libros y manuscritos, un atentado contra la cultura centenaria de la ciudad iraquí que varios residentes han denunciado en las últimas horas a medios locales.
«No es solo patrimonio de Irak, es de todo el mundo. Es patrimonio de la humanidad», ha declarado a Reuters Lamia al-Gailani, una arqueóloga iraquí miembro del Instituto de Arqueología de Londres, quien subraya que el daño hecho es incalculable. «[Las estatuas] no tienen precio. Es increíble. No quiero ser más iraquí», dice al-Galiani, quien compara lo ocurrido con la destrucción a manos de los talibanes de las estatuas de Buda del valle de Bamiyan, en Afganistán.
Cuenca abre al turismo las minas de lapis specularis
- La Diputación de Cuenca recepciona las obras de las minas de lapis specularis
- El interior de la cueva de «La Mora encantada» tiene galerías para practicar turismo arqueológico y de aventura
La mina de Torrejoncillo del Rey podrá ser visitada en breve por el público. Reyes Martínez
Fuente: La Tribuna de Ciudad Real 26/02/2015
El patrimonio natural e histórico de la provincia de Cuenca cuenta desde ayer con un recurso turístico más, gracias a la rehabilitación y consolidación de varias minas de lapis specularis o espejuelo. Cuenca dispone ya de otro bien adicional, en torno al mundo romano, que se añadirá al amplio patrimonio que ya atesora. Un patrimonio oculto que, a través del Plan de Mejora de las Infraestructuras Turísticas (Plamit) de la Diputación Provincial, permitirá no sólo que los conquenses conozcan el rico entorno que les rodea, sino que, además, sea un reclamo para la llegada de visitantes y turistas, se genere riqueza y economía y se frene el grave problema de la despoblación.
La recepción de las obras no es más que un peldaño en esta apuesta decidida de la institución provincial por el desarrollo patrimonial, como una futura fuente de ingresos a la que habrá que seguir prestando atención.
Benjamín Prieto, presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, recepcionó ayer las mejoras realizadas en la cueva de ‘La Mora Encantada’, de Torrejoncillo del Rey, que será accesible al público en un corto periodo de tiempo, y las actuaciones de consolidación de las ‘Cuevas del Sanabrio’, en Saceda del Río, y ‘Elpozolacueva’, de Torralba. Prieto, acompañado del equipo que ha desarrollado el proyecto, que encabezan los arqueólogos Juan Carlos Guisado y María José Bernárdez, agradeció la ardua labor que se ha desarrollado para «recuperar y poner en valor este patrimonio».
El presidente provincial, que estuvo acompañado durante sus visitas por los alcaldes de Torrejoncillo del Rey, Mariano Briones; el alcalde de Huete, Fernando Romero; y el alcalde de Torralba, Ismael Caracena; ofreció los recursos de la Diputación a los ayuntamientos, con el fin de gestionar las cuevas y coordinar las acciones de forma compartida «para que todo el patrimonio se optimice y se rentabilice», dijo, y añadió que, «queremos que este patrimonio oculto salga a la luz y resplandezca, como lo hicieron los cristales de Hispania por todo el Imperio romano».
Son ya muchos los ciudadanos que se han interesado en visitar la Cueva de ‘La Mora Encantada’, desveló Prieto, que añadió que «la mina tiene mucho más. Hay galerías que están dispuestas para otro tipo de turismo, arqueológico y de aventura».
Asimismo, el presidente de la Diputación destacó la inversión realizada, 150.000 euros, para que la mina de Torrejoncillo «sea un recurso más, apoyado en ese legado patrimonial que hemos tenido los conquenses, afortunadamente». En este punto, recordó el parque arqueológico de Segóbriga, como eje de referencia y la puerta de entrada a otros destinos.
En las profundidades.
El Plamit ha permitido recuperar y hacer visitable la cueva de Torrejoncillo del Rey, situada a medio kilómetro escaso de la localidad. A través de un camino, que también se rehabilitará próximamente, se llega al paraje donde está situada esta mina que fue descubierta por un vecino del pueblo, Pedro Morales, allá por los años 50.
Las escaleras dan acceso a una sala o vestíbulo, con espacio para más de una veintena de personas, desde donde se accede al interior de la cueva. Las empinadas escaleras sumergen al visitante hasta la profundidad de la caverna, un espacio de múltiples galerías por el que el visitante de cualquier edad, provisto de un casco de seguridad, eso sí, podrá recorrer, detenerse y contemplar los cristales formados a través de los siglos.
La actuación ha permitido instalar un entramado de luces, estratégicamente colocadas, que muestran las hendiduras que los romanos hicieron con sus herramientas rudimentarias hace casi dos milenios, para sacar los bloques que transportaban hacía las principales villas del Imperio. Marcas que parecen haber sido hechas recientemente, aunque transportan al visitante hasta el siglo primero, cuando la Cuenca romana surtía de espejuelo a todo el Imperio de Roma.
Un trayecto escalonado de aproximadamente 100 metros escenifica claramente lo que tuvieron que trabajar nuestros antepasados. Además, la mina esconde otras galerías más profundas aptas únicamente para un turismo de aventura y espeleología más especializado.
La mina de ‘La Mora encantada’, de aproximadamente un kilómetro de longitud, «es uno de los referentes mundiales de la minería romana, que se destruyó en gran parte durante las explotaciones de minerales en el siglo XIX», señaló una de las arqueólogas responsables del proyecto, que se inició hace más de 20 años y del que forman parte investigadores de varias universidades, geólogos, ingenieros de minas o espeleólogos. «Es algo que hemos tenido aquí, que las gentes de los pueblos estaban acostumbradas a ver, pero no se ha valorado suficientemente», declaró la investigadora.
Sarrià de Ter, villa romana
El potente yacimiento del Pla de l’Horta, del siglo I a.C, inicia su museización
Aspecto del yacimiento romano del Pla de l’Horta de Sarrià de Ter (Girona), de los más importantes de Cataluña
Fuente: MARTA RODRÍGUEZ | EL PAÍS 25/02/2015
Mosaicos, pinturas en las paredes, un gran horno industrial y un conjunto formado por una espaciosa sala de prensado y dos grandes depósitos para la producción de vino apuntan a la villa romana del Pla de l’Horta de Sarrià de Ter (Gironès), como un “equipamiento patrimonial de primer orden”. Por ello, el consistorio y la concesionaria Abertis han firmado el convenio del 1% cultural que permitirá tirar adelante el proyecto de restauración y museización del yacimiento, catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) por la Generalitat en 2012. Una gran cubierta de 600 metros cuadrados de cristal sujeta en cuatro pilares y valorada en 304.500 euros protegerá parte del yacimiento de la intemperie. En un año se podrá visitar a modo de museo al aire libre.
Su importancia radica en que es la villa suburbana del entorno de Girona, y de toda la provincia, en un mejor estado de conservación. También es de las más importantes de Cataluña. Su larga longevidad, del siglo I a. C. al V d. C., su complejidad y su preservación la convierten en primordial para poder interpretar la ocupación del territorio del entorno de Gerunda (la actual Girona) en época romana.
Las prospecciones realizadas en los últimos seis años parecen dibujar un asentamiento que podría superar los 8.000 metros cuadrados de superficie. De los cerca de 1.500 metros cuadrados ya excavados, el 70% correspondería al sector residencial del edificio, donde destacan un conjunto de salas pavimentadas con mosaicos, estructuradas en torno a un patio presidido por un ninfeo monumental. En la campaña de finales de 2014 y la de este año, que finaliza esta semana, se han empezado a localizar estructuras pertenecientes a la zona productiva de la villa, donde destaca un conjunto formado por una gran sala de prensado (torcularium) y depósitos de una gran instalación para la producción de vino.
Una gran cubierta de cristal de 600 metros cuadrados protegerá los restos
La principal sorpresa de los arqueólogos ha sido “ver que la zona residencial se extiende más allá de lo que pensábamos”, indica uno de los arqueólogos de la Universitat de Girona que dirige las excavaciones, Lluís Palahí. “Todas las habitaciones dan restos de mosaicos, de paredes decoradas con pinturas con combinaciones de colores y figuras geométricas que combinaban con el suelo, lo que denota que el edifico residencial supera los 1.000 metros cuadrados”. Palahí sospecha que parte de la villa fue destruida en los años 70 cuando se hicieron los bloques de pisos que hicieron aflorar los primeros vestigios romanos.
Este mes, además, han empezado a localizar parte de la zona industrial: un horno quizá para la fabricación de cerámica y unas grandes prensas para vino. Los 2,5 metros de diámetro de la zona de prensado son de las más grandes halladas en toda Hispania, asegura el arqueólogo. Las dimensiones de los depósitos, de clara finalidad comercial, con una capacidad de 30.000 litros, también demuestran la potencia económica de los dueños de la villa.
La finca hacia un poco de pendiente, hecho que el dueño aprovechó para construir la casa un poco elevada. “Si tú eres rico quieres que todo el mundo te vea, y la casa era visible para cualquiera que pasara por la Vía Augusta, además de que así también tenía mejores vistas”, asegura Palahí. Los técnicos creen que localizarán más de 6.000 metros cuadrados dedicados a la industria.
Los primeros elementos hallados ya pusieron de manifiesto la necesidad de ser protegidos de las inclemencias meteorológicas por su fragilidad. Para el responsable de Monumentos de la Diputación y autor del proyecto de restauración, Lluís Bayona, “era imprescindible poner una cubierta provisional porqué había un deterioramiento de todo lo que habíamos encontrado importante”. Una vez esté instalada la cubierta de cristal de 600 metros cuadrados “podremos empezar a descubrir todos los mosaicos ahora tapados o los que se retiraron y hacer su restauración definitiva para mostrarlos al público”.