Archive for enero, 2015
Itálica, un destino imperial
A escasos minutos de la ciudad de Sevilla duerme otra ciudad con más de 2.000 años de antigüedad y cuna de emperadores romanos
Vista del anfiteatro de Itálica
Fuente: ABC 30/01/2015
Cuando uno visita Sevilla, no sólo es capaz de viajar a una maravillosa ciudad en la que han dejado su huella innumerables civilizaciones, sino que además se puede viajar en el tiempo, y remontarse a épocas tan remotas en las que ni siquiera había nacido Jesucristo. Un ejemplo de ello son las ruinas de Itálica, en la localidad de Santiponce.
Una ciudad fundada en el 206 a. C.
Aunque el origen del asentamiento se remonta hasta el siglo IV a. C., no fue hasta el año 206 a. C. cuando se fundó oficialmente la ciudad de Itálica, la primera ciudad románica fundada en Hispania y fuera de territorio italiano. Aunque la mayor parte de la antigua ciudad fue abandonada hacia el siglo IV, lo cierto es que fue replegándose hasta el actual casco de Santiponce. Sin embargo vivió su mayor esplendor de la mano de los emperadores que nacieron en la misma urbe: Trajano, Adriano, y Teodosio.
Calzada original de la ciudad de Itálica
Un conjunto arqueológico de enorme valor
El valor arqueológico de las ruinas de Itálica es enorme, y todo a pesar del continuo expolio al que fue sometido antes de ser declarado Monumento Nacional. Una de las primeras cosas que llama la atención es la ciudad, por cuyas calles se puede pasear como si de un viaje al pasado se tratara. Se puede apreciar perfectamente la distribución de las casas, con sus diferentes habitaciones, así como de los comercios como el horno de pan. Pero casi más interesantes son los múltiples mosaicos que adornan los suelos, restaurados como si el tiempo no hubiera pasado por ellos.
Acueductos y termas
Los romanos eran famosos por sus obras de ingeniería, y una buena muestra la observamos en Itálica, con los diferentes acueductos que eran los encargados de traer el agua a la ciudad. Este agua era importante para la vida diaria, pero además para alimentar las famosas termas, de las que encontramos diferentes exponentes, como las termas mayores, cuya asombrosa extensión abarcaba 32.000 kilómetros cuadrados, o las termas menores.
Uno de los numerosos mosáicos de Itálica. Autor: Raúl Doblado
El anfiteatro de Itálica
Todo el mundo conoce el Coliseo de Roma, pero no son muchos los que conocen el anfiteatro de Itálica, y eso a pesar de que fue uno de los mayores anfiteatros del imperio con tres niveles de graderío con capacidad para 25.000 espectadores. Aunque gran parte del mismo está destruido, se pueden apreciar perfectamente la puerta de acceso, el foso de servicio, y los pasillos interiores. Y no menos importante son el Teatro de Itálica, las murallas, o el Traianeum.
El conjunto arqueológico de Itálica es un lugar especial para viajar en la historia, ideal no sólo para los turistas que vienen a visitar la ciudad de Sevilla, sino además para que los propios sevillanos acudan a pasear por los recónditos pasajes de nuestros antepasados.
Noticias en Latín XCVII desde Radio Torcal
XCVIIº programa de noticias en latín desde Radio Torcal, bajo la dirección del doctor Cristóbal Macías Villalobos, jefe del Departamento de Lenguas Clásicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Málaga.
La Procesión, nueva animación de Panoply
Nuevo trabajo del proyecto Panoply donde se muestra parte de una procesión de un festival griego antiguo. Aquí, la diosa Niké conduce un toro que es llevado al sacrificio. La animación está realizada sobre una crátera del siglo IV a.C. conservada en el Museo de Arqueología Clásica de la University College Dublin.
Para ver más animaciones puede visitarse la web http://www.panoply.org.uk
Nace ‘Italicaap’, una aplicación móvil para realizar visitas interactivas a su teatro romano
La Feria Internacional de Turismo ha sido la plataforma elegida para presentar ‘Italicaap’, una aplicación para dispositivos móviles a través de la que los turistas podrán realizar una visita interactiva por al Teatro Romano de la ciudad de Itálica, ubicada en la localidad sevillana de Santiponce
Fuente: EUROPA PRESS 28/01/2015
Se trata de una iniciativa de la Diputación de Sevilla, a través de Prodetur, llevada a cabo por la empresa Past View, ganadora del Premio Andalucía Excelente en el apartado de ‘Nuevas Tecnologías’ el pasado año. A la presentación han asistido, junto al presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos; el director del Conjunto Arqueológico de Itálica, Antonio Pérez Paz; y el gerente de Past View, Jorge Robles.
Mediante la tecnología de la realidad aumentada, esta aplicación permite a los visitantes del Teatro Romano de Itálica comparar el pasado y el presente del monumento, según informa la Diputación. El recorrido consta de siete puntos distribuidos a lo largo del anfiteatro: Porta Triumphalis, Nemeseum, Fossa Bestiaria, Vomitorios, Tábula Gladiatoria, Cavea y Arena. Cada punto, que tendrán una descripción detallada del contenido, dispondrán como mínimo vídeo, contenido de realidadaumentada o galería.
Así, destaca que el Teatro Romano de Itálica sirve de marco excepcional al Festival Internacional de Danza de Itálica, bienal desde 2001, que la Diputación de Sevilla promueve y organiza. En su edición 2015, que tendrá lugar en julio, el festival alcanza «un interés suplementario», en palabras de Rodríguez Villalobos, «ya que va a ser el primer gran evento de danza que se celebra en el Teatro Romano del Conjunto Arqueológico de Itálica tras la solicitud para que sea declarado Patrimonio de la Humanidad».
«Todas las instituciones, públicas y privadas, que velamos por la conservación de este legado, estamos obligadas a extremar nuestro compromiso y colaboración, no sólo para proteger y conservar un monumento fundamental de nuestro patrimonio, sino, sobre todo, para ponerlo en valor y garantizar su uso y disfrute responsables», ha remarcado Villalobos.
Especulaciones sobre Anfípolis
El hallazgo de más de 500 huesos en la tumba de Anfípolis crea más confusión en torno a sus propietarios, pues se remontan a una época de muertes truculentas
Estatua moderna de bronce de Alejandro Magno con su caballo Bucéfalo a contraluz en el puerto griego de Salónica. / © AP PHOTO / PETROS GIANNAKOURIS / GTRES
Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC
La tumba de Anfípolis, la más grande hallada en Grecia, ha sido fechada desde un principio en el último cuarto del siglo IV a.C., es decir, en un período de violenta conmoción en la historia macedonia, entre las muertes de Alejandro Magno (323 a.C.) y Casandro (297 a.C.), ambos reyes de Macedonia. Alejandro falleció en Babilonia tras caer enfermo y durante los 26 años posteriores se sucedieron las muertes en la realeza macedonia: Filipo III Arrideo, su medio hermano y sucesor en el poder, y su esposa Eurídice fueron asesinados por orden de Olimpia de Epiro en 317 a.C.; uno o dos años después fue ejecutada la misma Olimpia, que era la madre de Alejandro; Casandro había mandado quitarle la vida y también eliminó a Roxana, la joven viuda de Alejandro, y a Alejandro IV, el hijo póstumo de ambos, en 309 a.C.; ese mismo año murió asesinado Heracles, el hijo ilegítimo de Alejandro Magno; un año después fue asesinada Cleopatra de Macedonia, la hermana de Alejandro Magno e hija de Olimpia de Epiro; la muerte de Casandro, por hidropesía, en 297 a.C. frenó este baño de sangre. Sin embargo, en los años venideros se desencadenaron tres conflictos militares entre el Reino de Macedonia y la República romana cuyo resultado fue la conversión de Macedonia en una provincia romana.
Cinco individuos
El hallazgo de unos 550 huesos en la tumba de Anfípolis, correspondientes al menos a cinco individuos, no ha hecho más que complicar este rompecabezas. Más aún teniendo en cuenta que los mausoleos familiares no eran lo más habitual en aquellos tiempos. El examen macroscópico de los restos óseos ha permitido identificar a los siguientes individuos: una mujer de más de 60 años de edad; dos hombres de entre 35 y 45 años de edad, uno de ellos con cortes profundos en los huesos que sin duda le causaron la muerte; un recién nacido y un adulto de sexo indeterminado cuyos restos fueron incinerados. Se especula con la posibilidad de que los huesos de la mujer correspondan a Olimpia, la madre de Alejandro Magno, quien murió alrededor de los 60 años de edad. Los restos óseos de los dos hombres podrían corresponder a los hijos del rey Casandro, pues al menos uno de ellos, Alejandro V, fue salvajemente asesinado durante la celebración de un banquete. De momento, todo son especulaciones.
Roma exhibe la angustia de la crisis que sufrió el Imperio Romano
«La Edad de la Angustia. De Cómodo a Diocleciano (180-305 d.C.)», nueva exposición en los Museos Capitolinos de Roma
Fotografía facilitada por los Museos Capitalinos de un relieve de divinidades orientales que forma parte de la exposición «La Edad de la Angustia. De Cómodo a Diocleciano (180-305 d.C.)»,
Fuente: María Salas Oraá – EFE | Yahoo Noticias
Roma, 27 ene.- Colosales estatuas de mármol y bronce, bustos, relieves, sarcófagos y mosaicos reflejan en una exposición presentada hoy en Roma la angustia de la crisis que transformó el Imperio «de oro» en uno de «hierro oxidado» en el siglo III d.C.
Bajo el título «La Edad de la Angustia. De Cómodo a Diocleciano (180-305 d.C.)», los Museos Capitolinos profundizan en los grandes cambios que marcaron la era entre los gobiernos de los emperadores Cómodo (180- 192 d.C.) y Diocleciano (284-305 d.C.).
El comisario Eugenio La Rocca explicó en la inauguración que las más de 200 obras expuestas reflejan un periodo de turbulencias y un mundo en cambio ue «hacen caer los parámetros originales del sistema político imperial».
En el gobierno se vivió una fase de «grave crisis y dificultad», con la institución de la tetrarquía y la toma de poder del ejército, que pasó a elegir directamente al emperador y a poder destituirlo, una potestad que creó una «continua batalla entre generales».
Fue un «momento de enorme inestabilidad política» en el que el emperador perdió su divinidad y poder absoluto y dejó de ser el «primus inter pares», símbolo de una Roma eterna.
El ejército es, en efecto, uno de los protagonistas de la exposición, que muestra más de noventa obras reflejo del poder que adquirió; entre ellas, estatuas de luchadores armados o vestidos de cazadores o el propio emperador Cómodo caracterizado como Hércules.
Fue también un periodo de crisis espiritual y religiosa que llevó al abandono de las religiones tradicionales y a adorar divinidades orientales como las diosas Isis, Cibeles o Mitra.
La comisaria Annalisa Lo Monaco lo definió como «una revolución espiritual», que vio cómo los fieles temían la vida terrenal y «buscaban la salvación espiritual».
Preguntas como «¿Me veré obligado a mendigar?», «¿Cobraré mi sueldo?» o «¿Me convertiré en esclavo?» eran frecuentes en los oráculos, que vivieron su apogeo en la capital italiana, como demuestran diversos relieves expuestos en la exposición.
Además de religiones procedentes de Siria o Egipto, la adhesión al cristianismo creció un 40 por ciento en la época, aunque «los cristianos aún eran muy pocos por entonces, en torno a un dos por ciento de la población», expresó Lo Monaco.
La idea de crisis se relaciona también con los cambios de la historia del Imperio, que perdió a Roma como capital y la trasladó a la antigua ciudad de Bizancio, la actual Estambul.
La capital italiana cuenta con su propia sección en la exposición, con 14 obras que cuentan las grandes transformaciones que sufrió su identidad y que se materializaron en la construcción de las murallas aurelianas o los cuarteles militares.
Bustos de ciudadanos y emperadores reinantes, objetos de espacios domésticos y retratos contribuyen a ilustrar cómo se vivió esta angustia, que se deja ver con mayor claridad en la sección dedicada a los ritos funerarios.
En ella también se aprecian 24 obras, entre sarcófagos, relieves y pinturas, que representan las tradiciones e innovaciones en relación con la muerte en una época de dificultad.
Estos problemas reales que llevaron al Imperio el concepto de crisis son los que, recordó Lo Monaco, condujeron también al desarrollo de la sociedad.
De hecho, el Imperio Romano sobrevivió más de mil años desde entonces, hasta 1453, fecha de la caída de Constantinopla, actual Estambul, un triunfo que los comisarios atribuyeron a una «buena aceptación de los cambios» por parte de la sociedad de entonces.
«La palabra crisis (…) demuestra que la historia del Imperio Romano es un ejemplo excelente del desarrollo de un pueblo desde que nace hasta que muere y que vivió a través de continuas crisis y cambios», sostuvieron los organizadores.
Una palabra que sigue vigente, «se ha convertido en permanente» y que llevó a los comisarios a recordar las palabras del papa Benedicto XVI en 2010, cuando refirió que «la crisis que vivimos es la fue vivió el Imperio Romano».
Mosaicos para contrarrestar el mal de ojo
Los mosaicos romanos tenían una finalidad estética, pero también un efecto apotropaico, es decir, funcionaban como un mecanismo de defensa para ahuyentar a los malos espíritus
Mosaico de la denominada Casa del Mal de Ojo en Antioquía (Turquía), con representaciones y epígrafe contra el mal de ojo. © HATAY ARCHAEOLOGY MUSEUM, TURKEY / LUZ NEIRA
Fuente: Alec Forssmann | NATIONAL GEOGRAPHIC
Cuando la mala suerte ocurre de forma ocasional se puede achacar a la misteriosa casualidad que opera en la naturaleza. Pero cuando las desgracias se producen de forma reiterada, llegando hasta el extremo de la muerte, se busca la causa de tanto infortunio. Los antiguos romanos creían que una persona consumida por la envidia o los celos tenía la capacidad de lanzar un mal de ojo al envidiado y causarle todo tipo de males. No era una habilidad propia de magos y brujas, sino un poder sobrenatural dañino que se transmitía con la simple mirada, a veces incluso de forma involuntaria. El fenómeno del mal de ojo ha estado relacionado durante siglos con la envidia, entendida como un sentimiento nocivo. Estas creencias las compartían tanto el pueblo llano como las clases pudientes. Los mosaicos romanos son un reflejo de los gustos, inquietudes, preocupaciones e incluso creencias de quienes los encargaron. Se han documentado representaciones, en algunos casos acompañadas de inscripciones, que tenían la finalidad de contrarrestar el temido mal de ojo para preservar el espacio doméstico y a los habitantes de la residencia
, explica Luz Neira, profesora de Historia Antigua en la Universidad Carlos III de Madrid, a Historia National Geographic. Neira ha coordinado un equipo de doce investigadores que ha analizado los rituales y las prácticas mágicas que aparecen representados en los mosaicos romanos. Un libro recientemente publicado recoge sus conclusiones: Religiosidad, rituales y prácticas mágicas en los mosaicos romanos.
Mosaico de la denominada Casa del Mal de Ojo en Antioquía (Turquía), con representaciones y epígrafe contra el mal de ojo. © HATAY ARCHAEOLOGY MUSEUM, TURKEY / LUZ NEIRA
Un ojo atravesado por una jabalina
Los mosaicos tenían una finalidad estética, pero también un efecto apotropaico, es decir, funcionaban como un mecanismo de defensa para ahuyentar a los malos espíritus o a esa especie de efluvio sobrenatural que se transmitía con la mirada. Entre las imágenes más frecuentes figura la representación de un ojo atravesado por una jabalina y rodeado de diferentes animales. La representación del falo o de seres mitológicos de falo prominente también tenía un efecto apotropaico, tal y como defiende María Pilar San Nicolás
, afirma Neira. Y en la isla de Cefalonia, en Grecia, hay que resaltar un mosaico en una domus, en el que aparece representado un envidioso en el mismo instante en que se estrangula con sus propias manos mientras le atacan cuatro felinos. Una inscripción apotropaica, que pretende alejar a los envidiosos, describe los sentimientos de quienes no pueden soportar la contemplación de tanto belleza
, añade. Los romanos también recurrieron a otras representaciones más comunes para proteger sus viviendas, como por ejemplo las imágenes de Medusa, el Minotauro y Escila, y motivos geométricos como la esvástica. Todo este universo simbólico perduró a lo largo del Imperio romano.