Archive for diciembre, 2013
El emperador Augusto «regresa» a Roma
Augusto recibe a sus invitados. Dos mil años después de su muerte, el primer emperador vuelve a Roma, la capital del imperio que gobernó durante 40 años.
Bajo su mandato, el más largo de la historia romana, el Imperio extendió sus dominios por casi toda Europa. Ahora esta muestra conmemora el bimilenario de su muerte y recuerda su figura y sus conquistas a través de piezas únicas.
CLAUDIO PARISI PRESICCE
Co-director de «Augusto”
«Lo que más llama la atención es haber tenido la posibilidad de unir tantas obras maestras. Son muchas las obras que se exponen aquí por primera vez y que han salido de sus lugares de origen por primera vez tanto si hablamos del ámbito italiano como de los museos extranjeros».
Esta es una de las obras maestras, Augusto en bronce emergido del mar Egeo, que por primera vez visita Italia. Pero además Londres, París, Viena o Nueva York han prestado sus fondos para componer esta exposición. Del Museo Británico llega este raro camafeo, el conocido como «Blacas Cameo” tallado en ónix, una piedra semipreciosa. También este busto del emperador procede de Londres. Augusto amaba su imagen y conocía bien el poder que tenía.
CLAUDIO PARISI PRESICCE
Co-director de «Augusto”
«Esta muestra recoge el arte figurativo de la época augusta recopilando las obras principales que ilustran cómo Augusto usaba el arte para la propia propaganda y, por tanto, como había transformado la Roma republicana en una Roma imperial a través del poder de la imagen”.
Por eso su retrato y sus símbolos se prodigaban en monedas y camafeos, como estos dos llegados de Nueva York y de París. Pero sin duda, la imagen que tenemos en la retina de Octavio Augusto es ésta: El Augusto de Prima Porta de los Museos Vaticanos, que también abandona su museo por primera vez. Aquí arenga a las tropas acompañado por el Doríforo del Museo Arqueológico de Nápoles, el perfecto modelo clásico.
E incluso, su enemiga, Cleopatra, también está en la exposición como parte de la historia personal y bélica del emperador romano.
Para todos los interesados, el imperio de Augusto vuelve a instalarse en Roma sólo hasta el próximo 9 febrero.
Fuente: ROME REPORTS
Hallan estructuras originales del circo romano de Tarraco
Este recinto ovalado, que acogía carreras y otros espectáculos, fue construido a finales del siglo I d.C. y tenía una capacidad para unos 20.000 espectadores
El proyecto inicial contempla recuperar la antigua transitabilidad de este espacio circense. / © AJUNTAMENT DE TARRAGONA
El proyecto de adecuación de la zona de la Porta Triumphalis o Puerta Triunfal del circo romano de la antigua Tarraco, situada en la cabecera del mismo, ha permitido sacar a la luz estructuras de época romana correspondientes al entramado interno del circo romano, según ha anunciado el Ayuntamiento de Tarragona en un comunicado. El circo romano de Tarraco fue construido durante el reinado de Domiciano (81-96 d.C.) y tenía una capacidad para unos 20.000 espectadores. Las obras de mejora de la Porta Triumphalis comenzaron el pasado 13 de noviembre con el objetivo de recuperar este espacio -que quedó muy afectado durante las voladuras francesas de 1813- mediante una pavimentación actual que restituya su antigua transitabilidad. Sin embargo, los nuevos hallazgos han propiciado un cambio en el proyecto inicial que consiste en resaltar la existencia de estas estructuras originales.
El acceso a las zonas superiores estaba restringido
La Porta Triumphalis era una galería con bóveda de cañón que conectaba el exterior de la ciudad con la pista del circo y era el lugar por el que salían los ganadores de las cursas de carros. Las excavaciones arqueológicas han permitido recuperar los límites de la bóveda que debió unir la bóveda de la Porta Triumphalis con las escaleras de acceso al visorium del circo (la parte más alta, por encima de las gradas), situadas al pie del Pretorio, una torre del siglo I d.C. que hoy es uno de los edificios más emblemáticos de Tarragona. Estos hallazgos demuestran que debió existir un acceso más restringido hacia una de las escalinatas del visorium y que el paso de las personas no podía ser continuo desde la Vía Augusta (actual Rambla Vella) hasta el Pretorio, pasando por la bóveda de San Hermenegildo. Este descubrimiento plantea un nuevo reto a los investigadores a la hora de conocer mejor los usos de este espacio circense en el que se efectuaba un control de acceso a los recintos superiores, donde se ubicaban el foro provincial y el recinto de culto al emperador.
Fuente: National Geographic
Los secretos que revelan los papiros de Herculano
La exhibición de 2013 en el Museo Británico dedicada a las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, enterradas bajo las cenizas durante una erupción del monte Vesubio, fue un éxito. ¿Habrá bajo tierra tesoros aún mayores, incluidas obras perdidas de la literatura clásica?
Durante siglos, los académicos han buscado trabajos perdidos de literatura antigua griega y latina. En el Renacimiento, se encontraron libros en bibliotecas monásticas. A fines del Siglo XIX se hallaron rollos de papiro en las arenas de Egipto. Pero únicamente en Herculano -sur de Italia- se ha descubierto una biblioteca entera del antiguo Mediterráneo.
Antes de la catástrofe ocurrida en el año 79 después de Cristo, Herculano era un elegante balneario en la Bahía de Nápoles, donde muchas familias importantes de Roma descansaban y se recuperaban durante el verano.
Allí también exhibían su superioridad cultural los romanos más ricos, como Lucio Calpurnio Pisón, suegro de Julio César.
Pisón construyó un palacio de más 220 metros de ancho. Cuando fue excavado a mediados del Siglo XVIII, tenía más de 80 estatuas de bronce y mármol de calidad óptima.
Cuando quiso hacer alarde cultural, Jean Paul Getty copió la villa de Pisón para su propio museo Getty en Malibú, California.
Getty reprodujo el esplendor de la Roma imperial en su palacete de California
La gran villa de Pisón, conocida como la Villa de los Papiros, también contiene la única biblioteca sobreviviente del mundo clásico. Es una colección relativamente pequeña, de unos 2.000 rollos, que la erupción casi destruyó pero preservó simultáneamente.
Una explosión de gas del volcán a 400°C carbonizó los rollos de papiro, antes de que la ciudad quedase enterrada bajo una fina ceniza volcánica que después se enfrió y solidificó.
Desafortunados papiros
Cuando los excavadores y cazadores de tesoros exploraron la villa en el Siglo XVIII, confundieron los rollos con trozos de carbón y troncos quemados. Usaron algunos como antorchas.
Una vez que se dieron cuenta de lo que eran, el desafío fue ver cómo abrirlos.
Algunos fueron cortados con un cuchillo de carnicero, con resultados predecibles y lamentables. Un curador del Vaticano, Antonio Piaggio (1713-1796), inventó una máquina para abrirlos delicadamente. Pero era una labor lenta: tomó cuatro años desenrollar el primero. Y los rollos tendían a despedazarse.
Los fragmentos obtenidos con la máquina de Piaggio eran frágiles y difíciles de leer. «Son negros como un periódico quemado», dice Dirk Obbink, catedrático en papirología en la Universidad de Oxford, en Reino Unido, que trabaja con los papiros de Herculano desde 1983.
Bajo la luz normal el papel chamuscado luce «negro brilloso», relata, mientras que «la tinta es color negro opaco y tornasolado».
Leerlo «no es muy agradable», agrega. De hecho, cuando Obbink comenzó a trabajar con ellos, los fragmentos eran terriblemente difíciles de leer. En algunas piezas no se distingue nada. En otras, se pueden identificar pocas letras con microscopios y movimientos continuos para darles luz.
Mientras, los fragmentos se destrozan. «Al final, había polvo negro sobre la mesa. No quería ni respirar».
Sección de «Sobre el buen rey», de Filodemo de Gadara, en luz normal
Se hizo la luz
Esto comenzó a cambiar hace 15 años.
En 1999, científicos de la Universidad Brigham Young, en Estados Unidos, examinaron los papiros con luz infrarroja. A una longitud de onda de 700-900 nanómetros, fue posible lograr un buen contraste entre papel y tinta. Empezaron a aparecer las letras. En lugar de tinta negra sobre papel negro, veían líneas negras en un fondo gris pálido.
La capacidad de los académicos de rearmar los textos mejoró notablemente. «La mayoría de nuestras lecturas previas eran erróneas», señala Obbink. «No lo podíamos creer. Estábamos ‘cegados’ por las lecturas reales. El texto no era lo que pensábamos y ahora tenía sentido».
…y el mismo rollo visto con luz infrarroja multiespectral. Hay cuatro columnas de texto, con muchos espacios
En 2008, se logró otro avance por medio de imágenes multiespectrales. En vez de tomar una sola imagen de un fragmento de papiro con luz infrarroja (a 800 nanómetros), la nueva tecnología toma 16 imágenes diferentes de cada fragmento a distintos niveles de luz y crea una imagen compuesta.
Con esta técnica, Obbink no sólo busca aclarar las viejas imágenes infrarrojas, sino mirar nuevamente fragmentos previamente imposibles de leer. El detalle de las nuevas imágenes es tan bueno que se puede comparar fácilmente la escritura entre fragmentos, lo cual debería ayudar a reconstruir los textos perdidos de varios fragmentos huérfanos.
¿Qué han logrado descifrar? ¿Los poemas perdidos de Safo, más de 100 obras de Sófocles o los diálogos perdidos de Aristóteles? Bueno, no exactamente.
Pese a haber hallado material en Italia, casi todo lo recuperado está en griego. Tal vez el hallazgo más notable sea un tercio de «Sobre la Naturaleza», obra perdida del filósofo Epicuro.
Pero muchos de los textos surgidos hasta ahora son de un seguidor de Epicuro: el filósofo y poeta Filodemo de Gadara, quien se cree murió en Herculano entre 40 y 35 a.C. Tantas de sus obras están presentes y duplicadas, que David Sider, profesor de la Universidad de Nueva York, Estados Unidos, cree que lo que se ha encontrado hasta ahora es la biblioteca de Filodemo, cuyo patrón era Pisón.
No se han desenrollado todos los rollos de la villa y, debido al daño que sufren en el proceso, el trabajo está suspendido. ¿Sería posible leerlos virtualmente, sin desenrollarlos?
En 2009, dos rollos de Herculano sin abrir, pertenecientes al Instituto de Francia en París, fueron escaneados en un tomógrafo computarizado, empleado normalmente en procedimientos médicos. La máquina, que puede distinguir tejidos corporales y producir una imagen detallada de los órganos internos, revelaría potencialmente la superficie interna del rollo.
Fue una tarea inmensamente difícil, porque estaba bien enrollado y arrugado.
«No pudimos desenvolver numerosas secciones del rollo y aplanarlas en imágenes bidimensionales; se ve claramente la estructura del papiro: fibras y arena», comenta el doctor Brent Seales, profesor de informática de la Universidad de Kentucky, EE.UU., que encabezó el esfuerzo.
Pero la máquina no pudo distinguir «la química de la tinta de la del papel», dice. Desafortunadamente la tinta antigua no contiene metal.
Seales continúa analizando datos producidos por la tomografía de 2009. También empezó a probar una nueva forma de leer los rollos, usando un haz de un acelerador de partículas.
Otros están más preocupados porque haya más rollos por descubrir en la villa.
Richard Janko, profesor de estudios clásicos en la Universidad de Michigan, está «bastante seguro de que hay más».
Primero, la villa perteneció a los aristócratas romanos Lucio Calpurnio Pisón y su hijo homónimo, de modo que según Janko habría una biblioteca latina, así como la griega ya descubierta.
Segundo, afirma que la villa no era meramente una residencia vacacional, sino un mouseion, una especie de museo para mostrar una colección de espectaculares obras de arte y literatura. Si este mouseion tuvo literatura para comparar sus esculturas, deberíamos esperar algo más impresionante que las obras de un filósofo secundario como Filodemo. Incluso una edición temprana de la Eneida, ya que Virgilio y Filodemo se conocieron.
Tercero, los rollos aparecieron en varios lugares de la villa. Aunque algunos estaban en estantes y armarios, otros estaban apilados en el suelo y empacados en cilindros (capsae) en los que los transportaban. ¿Los llevarían de otra parte desconocida del edificio, donde hay más rollos?
Robert Fowler, profesor de la Universidad de Bristol, Reino Unido, puntualiza que cerca del cuarto donde encontraron muchos de los rollos -y en el mismo nivel- hay una sección sin excavar.
El ingeniero suizo Karl Weber, que encabezó la excavación de la villa en la década de 1750, «fue derrotado por la naturaleza del material en el sitio adyacente a los rollos encontrados», dice.
La villa también tiene tres niveles. Sólo el superior ha sido sustancialmente explorado hasta ahora, pero en la década de 1990 quedaron parcialmente reveladas otras dos capas. En el piso medio, los arqueólogos descubrieron una gama de habitaciones bien amobladas con vista al mar, algunas de las cuales fueron abiertas. ¿Guardarían allí lo mejor?
Hasta ahora, tenemos conjeturas. Sólo la excavación dará pruebas. Pero Fowler aún espera que la villa contenga una «bonanza» literaria. Está seguro que algún día podremos releer los antiguos rollos.
Las autoridades italianas se resisten a permitir más excavaciones, argumentando que perjudican a los residentes de la moderna ciudad de Ercolano, construida literalmente sobre Herculano. También expresan que quedan sin leer entre 300 y 400 de los rollos originales.
Entretanto, Fowler intenta mantener la presión. Considera que quizás tengamos 10% de las grandes obras de la literatura clásica, así que cualquier probabilidad de recuperar el resto es preciosa.
«Imagínese que hubieran dos obras de Shakespeare que nunca hemos leído y que se creen bajo tierra en un lugar particular: ¿cree que cuestionaríamos la decisión de excavarla? ¿Dudaríamos?».
Y si necesitáramos otra razón para apurarnos, siempre está el volcán. El Vesubio ha entrado en erupción varias veces en los últimos 200 años, la última en 1944. Como indica Janko, otra gran erupción podría acabar con nuestra oportunidad de recuperar esa antigua literatura para siempre.
Bibliotecas perdidas
- Durante el período helenístico (323 a 31 antes de Cristo) hubo varias bibliotecas importantes en el mundo Mediterráneo, siendo la mayor la de Alejandría, establecida alrededor del año 300 a.C., dañada en 48 a.C. y probablemente destruida en tiempos del emperador romano Aureliano (270 a 275 después de Cristo).
- La más cercana rival de Alejandría fue la biblioteca de Pérgamo, en lo que hoy es Turquía.
- La conquista romana del reino de Macedonia en 168 a.C. condujo a la incautación de su biblioteca imperial, que fue trasladada a Roma.
- Durante el Imperio Romano, se construyeron grandes bibliotecas en Roma, generalmente con edificios separados para obras en latín y griego; un catálogo de edificios de Roma desde 350 d.C., 60 años antes de que la ciudad fuera incendiada y saqueada por los visigodos, enumera 29 bibliotecas públicas en la ciudad, todas perdidas ahora.
Obras perdidas
Tenemos quizás solamente un 10% de las principales obras de la literatura clásica, según Robert Fowler. La mayoría de los trabajos en casi todos los géneros se ha perdido. Las obras perdidas que sueña con hallar incluyen:
- Esquilo: sólo sobreviven siete de sus 80 obras.
- Aristófanes: sobreviven 11 de sus 40 obras.
- Quinto Ennio: su poema épico «Annales», está casi enteramente perdido.
- Eurípides: 18 de sus 90 obras sobreviven.
- Tito Livio: tres cuartas partes de su «Historia de Roma» están perdidas.
- Safo de Lesbos: la mayor parte de sus nueve libros de poemas líricos está perdida.
- Sófocles: sólo sobreviven siete obras enteras de las 120 que escribió.
Fuente: Robin Banerji | BBC Mundo
«Promachos», una película sobre el retorno de los mármoles, se filmará en el Partenón
Dos realizadores estadounidenses de origen griego, John y Teodore Vourches, filmarán en la Acrópolis de Atenas una película para reclamar la restitución de los mármoles del Partenón a Grecia de parte de Gran Bretaña, que los conserva en el Museo Británico.
Las obras cuya devolución pide Atenas desde 1981, cuando era ministra de Cultura la actriz Melina Mercouri, son 15 metopas, 56 bajorrelieves de mármol y 12 estatuas: es decir el frontón oeste del templo casi completo. También una de las seis cariátides del Erecteion, un templo situado al lado del Partenón.
Los mármoles que adornaban el templo de Athena Parthenos, joya arquitectónica del siglo V antes de Cristo, fueron llevados a Gran Bretaña entre 1802 y 1811 por Lord Thomas Bruce Elgin, entonces embajador británico ante la Sublime Puerta, y vendidos al Museo Británico en 1816 por 35.000 esterlinas oro.
De nada sirvieron hasta ahora los reclamos griegos, las peticiones internacionales y el propio Comité Británico para la Restitución de los Mármoles, que goza del apoyo de personalidades como Sean Connery, Judi Dench, Vanessa Redgrave y Ian McKellen. También gran parte de la opinión pública británica se muestra a favor del regreso de los frisos a Grecia.
El film «Promachos», una coproducción greco-franco-británica, toma el título de «Athena Promachos» (Atenea que combate en primera línea), una colosal estatua de bronce, obra de Fidias, que se levantaba sobre la Acrópolis entre los Propileos y el Partenón.
La obra cuenta la historia de un grupo de abogados griegos que inicia una disputa con Gran Bretaña para la restitución de los mármoles.
El equipo de abogados da el primer paso en Gran Bretaña, donde un tribunal -tras escuchar los argumentos expuestos- decide que no es competente para juzgar hechos ocurridos en el siglo XIX.
Así los abogados presentan un recurso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, a la que corresponde dirimir las disputas entre los Estados miembro de la ONU que aceptaron su jurisdicción.
Según los diarios de Atenas, el Consejo Central de Arqueología (KAS) consideró al film una buena ocasión para sensibilizar a la opinión pública internacional sobre la plaga del tráfico de antiguas obras de arte, y concedió de buen grado el permiso para filmar en la Acrópolis.
Fuente: ANSA Latina
Procedencia de la imagen: TA NEA
Los Bronces de Riace vuelven a ser expuestos
El Museo Nacional de Reggio Calabria, en el sur de Italia, reabrió sus puertas y permite así admirar de nuevo los célebres Bronces de Riace, dos estatuas griegas del siglo V a.C. que fueron halladas años atrás en el mar Mediterráneo frente a las costas del pueblo calabrés de Riace.
Por el momento abrió al público un piso del Museo Nacional de la Magna Grecia, proyectado en los años 30 por Marcello Piacentini, mientras se trabaja en la puesta a punto final de la estructura, que estará lista para abril de 2014.
Luego será reestructurada la plaza que se encuentra enfrente. Pero el gran evento es la nueva exhibición al público de los Bronces, después de cuatro años de restauración en un laboratorio, a la vista del público.
Lo más delicado, después de los trabajos, fue llevar a los dos «guerreros» -como también se los conoce- de nuevo al museo para volver a ponerlos en pie.
Ambas estatuas fueron izadas sobre pedestales especiales de varias capas, con una primera parte anclada al pavimento sobre las cuales se fijó la base con cada escultura.
Luego se agregó un sistema de contrapesos para equilibrar los bronces. Se trata de una estructura experimental, realizada con mármol de Carrara.
Los Bronces de Riace son excepcionales porque quedan muy pocos ejemplares en bronce del arte griego antiguo, entre ellos el célebre Auriga de Delfos y el Poseidón del Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Fueron descubiertos en agosto de 1972 por Stefano Mariottini, un buzo aficionado que estaba explorando el mar de la zona a unos ocho metros de profundidad, a 300 metros de la costa.
Mientras buceaba, el joven vio una extremidad que sobresalía del fondo arenoso y, asuntado, pensó que era un cuerpo humano: pero resultó ser el brazo derecho de la estatua que luego se conocería como Bronce B («el viejo»). Poco después se encontró al lado el Bronce A («el joven»).
Según los expertos el Bronce A procede de Argos y el Bronce B de Atenas, pero ambos datan del «siglo de Pericles». Hoy se los expone con una temperatura constante de entre 21 y 23 grados, y una humedad constante de entre el 40 y 50 por ciento.
Fuente: ANSA Latina
Aparece un Cupido del siglo IV en el yacimiento romano El Villar de Ablitas, en Navarra
Fabricada en bronce, representa a Cupido y es una de las cuatro que se conocen en todo el Estado
Figura de Cupido encontrada en Ablitas. (Foto: f. pérez-nievas)
Una figura de Cupido del siglo IV después de Cristo es uno de los hallazgos más relevantes descubiertos en el marco del cuarto taller de arqueología que se ha clausurado y que se lleva realizando desde el pasado septiembre en la villa romana de El Villar de Ablitas. Esta figura de Cupido, que representa una deidad romana procedente de Eros y de 13 centímetros de altura, es una de las cuatro de este estilo que se conocen en todo el Estado, por lo que su valor histórico es muy elevado.
Como describió Óscar Sola, uno de los responsables del taller junto a Juanjo Bienes, «la pieza muestra gran detalle en la definición de sus formas anatómicas como el pecho, piernas y alas, mostrando una superficie muy bien acabada. Destaca el detalle de su abundante cabellera y de las alas, muy bien definidas».
Este tipo de figuras tenían un uso religioso o simplemente una función decorativa, un extremo que está aún pendiente de un estudio más pormenorizado. «Estas figuras solían estar colocadas sobre nichos en las paredes o sobre baldas de armarios de madera de las estancias más destacadas de las villas», señaló Bienes. La pieza fue encontrada en el suelo de un pasillo de la villa sepultada por diversas tejas romanas de las habitaciones.
En el marco de este cuarto taller de arqueología han aparecido también dos puntas de flecha de hierro, una herramienta de bronce y hierro (cuyo uso se desconoce hasta el momento) y una moneda romana del siglo IV después de Cristo en el que se puede leer «Constancio II», hijo de Constantino el Grande y que reinó en Britania, Galia e Hispania.
Desde el año 2010 el Ayuntamiento de Ablitas sufraga un curso de arqueología que está dirigido a personas voluntarias e interesadas en la investigación en esta materia, desde la fase de excavación en campo a la investigación de los resultados. Los talleres se llevan a cabo los sábados por la mañana y tienen una duración de tres meses. En estos años se ha estado trabajando en las diversas estancias de la villa que han ido apareciendo. Hasta el momento se ha trabajado en 250 metros cuadrados pero se estima que la vivienda podría tener 3.500 metros cuadrados. «Queremos sacar cada año 3 ó 4 habitaciones, excavarlas del todo y taparlas», indicó Bienes.
Fuente: F. Pérez-Nievas | Noticias de Navarra
Excavando una batalla naval de hace dos milenios
En el año 241 adC se encontraron dos flotas militares frente a la costa oeste de Sicilia, justo en el pico que mira a poniente. Casi 500 barcos de guerra de las dos potencias de la época se mecían sobre las olas. De un lado los casi 200 quinquerremes de la agresiva república romana, el poder creciente en el Mediterráneo, mandadas por Cayo Lutacio Cátulo. Del otro unos 250 barcos de la armada cartaginesa comandados por Hannón el Grande que pretendían llevar provisiones y guerreros a la sitiada ciudad de Lilibea, hoy Marsala, sitiada por los romanos. Las dos potencias llevaban varios años enzarzadas en una guerra sin visos de finalizar; la superioridad romana en tierra se veía contrarrestada por su poco conocimiento de las artes de la guerra naval, que sin embargo Cartago dominaba. Tras una derrota en Drépano y la tormenta que siguió Roma se había quedado prácticamente sin Armada, y sin dinero para construir una, pero en típica reacción patriótica los romanos de a pie costearon la construcción de más de 200 naves de guerra. El diseño, además, se adaptó e hizo más marinero; los nuevos barcos romanos ya no llevaban corvus, por lo que eran menos inestables. El cónsul Cátulo aprovecho el periodo de construcción para entrenar a remeros y guerreros; por primera vez en su historia Roma puso en el mar una flota bien pertrechada y entrenada. Cartago, en cambio, estaba algo confiada quizá, y peleaba por mantener sus últimas colonias en Sicilia. La mañana del 10 de marzo del 241 adC la flota cartaginesa abandonó su refugio en la costa para avanzar hacia Lilibea. Cátulo decidió atacar, aunque el mando efectivo lo tuvo su segundo, Quinto Valerio Falto; el cónsul había sido herido en una batalla anterior. El resultado fue la derrota cartaginesa, que sólo perdió la mitad de sus barcos gracias a un oportuno cambio de viento. Las pruebas están siendo encontradas y extraídas del fondo del mar hoy.
En efecto, un proyecto de investigación está localizando los restos de la batalla en el fondo del mar, entre 40 y 120 metros de profundidad. Primero hubo que descubrir el punto exacto, ya que la tradición posterior colocaba la batalla en un lugar próximo. Pero anécdotas de buzos locales y de pescadores permitieron encontrar el punto exacto, en las Islas Égadas, marcado por la presencia de decenas de anclas de plomo y piedra. Y hay mucho más: cascos, armas de bronce e incluso 17 espolones de los que los barcos romanos y cartagineses de la época llevaban en su proa. Los arqueólogos están encontrando los restos de los buques hundidos en aquella batalla, hace más de dos milenios, y cartografiando lo sucedido. El uso de nuevas tecnologías, como el sónar de barrido lateral, y los avances en técnicas de buceo y en robots submarinos están permitiendo analizar y excavar un campo de batalla milenario debajo del mar. Y de una batalla vital, además: tras la derrota de las Égadas Cartago perdió Lilibea y el resto de las ciudades sicilianas, y viendo perdida la guerra negoció con Roma la paz, dando por finalizada la Primera Guerra Púnica. Se dio así uno de los más importantes pasos hacia el Mare Nostrum, el dominio romano del Mediterráneo que se produjo mucho después, cuando finalmente Cartago fue destruida. Si los romanos hubiesen perdido esa batalla, quién sabe; igual estaríamos hablando en un idioma derivado del cartaginés y no del latín…
Fuente: Pepe Cervera | RTVE
Reinterpretando el significado de los monumentos romanos
Investigadores de la Universidad de Indiana utilizan datos de la NASA y simulaciones para poner en relación el Obelisco de Augusto y el Ara Pacis
Recreación virtual del reloj de sol, con el obelisco y el Ara Pacis en primer plano
Tradicionalmente se ha venido considerando que dos monumentos que se encontraban junto a la Via Flaminia, en su momento la vía principal que iba de Roma a los Apeninos, fueron construidos estratégicamente para celebrar el cumpleaños del emperador Augusto, que tenía lugar el 23 de septiembre. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Indiana, mediante el uso de coordenadas GPS y la toma de mediciones exactas de todas las construcciones y de los alrededores, ha puesto esta leyenda a prueba.
Supuestamente, sobre el fundador del nacimiento del Imperio Romano, el Obelisco de Montecitorio, de 71 metros de altura, actuaría como el puntero de un enorme reloj de sol situado en el centro de la plaza y su sombra trazaría una bisectriz perfecta sobre el Ara Pacis, construido en el año 9 a.C. El equipo ha utilizado el Horizon System de la NASA para averiguar cuál habría sido la posición del sol hace más de 2.000 años y ha determinado que este habría estado situado justo encima del obelisco el 9 de octubre. Esa fecha coincide con la festividad anual del Templo de Apolo Palatino.»Inscripciones en el obelisco muestran que Augusto dedicó explícitamente el obelisco a su deidad favorita, Apolo, el dios del Sol», señala Bernie Frischer, arqueo-informático de la Universidad de Indiana. «Y el fastuoso templo que construyó Augusto, el Templo de Apolo Palatino, fue dedicado a su dios tutelar y se construyó junto a la propia domus de Augusto».
Fuente: Archaeology | 3-D Modeling Rewrites Significance of Roman Monuments
Imágenes cortesía de la Universidad de Indiana