Reaparece después de siglos el Caput Aquae, la fuente del acueducto de Trajano
24 enero 2010 at 9:04 pm 1 comentario
Según informa hoy Il Messaggero, dos documentalistas ingleses podrían haber encontrado restos de un ninfeo perteneciente al Caput Aquae, la cisterna de captación del acueducto de Trajano, del que se había perdido la pista hace varios siglos.
Su emplazamiento nos era desconocido hasta ahora, pero ha sido encontrado increíblemente en la provincia de Roma, en una zona del Fosso della Fiora, en los límites de las localidades de Manziana y de Bracciano (a 40 km. al noroeste de Roma), el Caput Aquae del acueducto de Trajano, o lo que es lo mismo, la primera fuente del tramo en torno al lago de Bracciano del acueducto inaugurado en el año 109 d.C. para abastecer a la zona urbana del Trastevere.
Los autores del descubrimiento han sido dos documentalistas ingleses, Michael y Ted O’Neill, dedicados a la investigación de acueductos romanos, que han encontrado los restos de un ninfeo con extraordinarios arcos pintados en azul egipcio. Lorenzo Quilici, profesor de topografía antigua en la Universidad de Bolonia, ha confirmado la importancia del hallazgo y califica el ninfeo como «asombroso».
Cubierto por una gruta artificial que acogía una capilla de la Virgen, reformada en el siglo XVIII por los príncipes Odescalchi – anticipa Quilici que el próximo 28 de enero ilustrará el descubrimiento junto con Michael y Ted O’Neill en una conferencia de prensa en Roma – ha salido a la luz un monumento «que ha resultado ser un ninfeo construido al inicio de las primeras fuentes del acueducto», un monumento extraordinario, dice el profesor, «que puede compararse con el Canopo de la Villa de Adriano o el Ninfeo de Egeria en el Triopo de Herodes Ático en Appia Antica. Se trata, dice Quilici, «de una capilla central dedicada al dios de la fuente o a las ninfas, que se amplía a los lados con dos cavidades cubiertas por extraordinarios arcos pintados en azul egipcio, que en la base, con un sistema de bloques puestos como filtro, acogían el agua en dos balsas, desde donde partía el canal del acueducto. La estructura, de hasta 8-9 metros de altura, fue realizada, dice el profesor, «utilizando de manera bastante refinada las técnicas del opus latericium y el opus reticulatum, y los ambientes, con las bóvedas de cañón y de crucero,los pozos, los túneles de captación, el canal que da inicio al acueducto subterráneo son hoy todos ellos transitables porque carecen de agua» (VER VIDEO).
Entrar ahora es una aventura, relatan Michael y Ted O’Neill, padre e hijo, documentalistas de Meon Htdtv Productions Ltd, porque el lugar, que se encuentra en una pequeña propiedad donde se crían cerdos, está sin cultivar y cubierto por una gigantesca higuera gigante que hunde sus raíces en el ninfeo minando su estructura. Sin embargo, la fatiga se ve recompensada, según Quilici, «por la emoción de acceder a un monumento que se ha mantenido en secreto durante siglos y por lo extraordinario de su arquitectura. » El acueducto de Trajano fue el penúltimo en orden cronológico de los once acueductos principales que abastecían a la antigua Roma.
Inaugurado en el año 109 d.C., ha permanecido casi siempre en uso. A principios del siglo XVII el Papa Pablo V mandó restaurarlo. Sin embargo, el acueducto de este Papa tomaba el agua del lago de Bracciano, como todavía hacen los conductos actuales, mientras que el acueducto romano recogía en su camino las aguas de los manantiales que alimentaban el embalse. Para celebrar su obra, Trajano hizo acuñar monedas en las que aparece representada la imagen reclinada de un dios fluvial bajo un gran arco flanqueado por columnas. Durante siglos se creyó que la imagen se refería a la obra que el emperador había construido en el Janículo, 1500 años antes que la fuente de Pablo V. Pero quizás – es la sugerente hipótesis de los O’Neill – lo que aparece representado en la moneda es el ninfeo de la cueva de Bracciano, que ahora – es la esperanza con la que Ted y Michael se han dirigido a la Superintendencia- debe ser estudiado y restaurado.
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1.
Mariló | 24 enero 2010 a las 9:43 pm
Interessant informació!
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